Según Harvard, aquellos que son más felices realizan en su día a día estos tres hábitos
Cada día son más las personas que buscan de manera continua las claves para sentirse bien y en paz
Una mujer levanta los brazos frente al sol. | Pixabay
La felicidad es un objetivo deseado por muchos pero difícil de definir, ya que varía de persona a persona y suele ser efímera. Sin embargo, hay ciertos planes, gestos y acciones que pueden generar alegría, plenitud y bienestar tanto físico como emocional.
La Universidad de Harvard ha identificado tres claves que pueden contribuir significativamente a aumentar la sensación de felicidad y disfrute en la vida diaria.
Se sugiere comenzar por poner en práctica una de ellas, elegida según las preferencias individuales, y luego experimentar con las otras dos (una semana cada una) para evaluar su impacto en el nivel de felicidad diaria.
1. Relativizar la toma de decisión
La libertad de elección se considera un valor invaluable en la vida humana. Vivir en un mundo donde la capacidad de influir en decisiones importantes es limitada puede resultar desalentador y monótono para las personas.
Sin embargo, tener un exceso de opciones tampoco es deseable, ya que puede generar estrés y ansiedad al enfrentarse a una gran cantidad de decisiones. Y es que según expertos de Harvard, contar con demasiadas alternativas puede incrementar las posibilidades de arrepentimiento.
Aunque solemos prestar más atención a las decisiones importantes, las elecciones cotidianas también pueden consumir una cantidad significativa de tiempo y energía. Por lo tanto, es crucial aprender a ponerlas en perspectiva y no dedicarles más atención de la necesaria.
Una forma de abordar esta constante preocupación por tomar decisiones es limitar el tiempo dedicado a aquellas que no tendrán un impacto sustancial en nuestras vidas. Una vez que se toma una decisión, es esencial seguir adelante con ella sin titubear.
Para aquellos que enfrentan un gran número de decisiones diarias, incluso después de relativizarlas, dedicar tiempo a actividades como retiros espirituales o prácticas de meditación puede ser beneficioso. Estos momentos les permiten cultivar su paz mental sin distracciones ni preocupaciones durante unos días.
2. Atender a los pequeños momentos
A menudo, pequeñas contrariedades como quedarse dormido y llegar tarde al trabajo, olvidar el paraguas en un día lluvioso o dejar el teléfono en casa pueden parecer tragedias momentáneas que arruinan el día de las personas.
Sin embargo, también existen numerosos eventos cotidianos que podrían alegrarles, pero a veces pasan desapercibidos debido a la falta de atención.
Es crucial cambiar la perspectiva y aprender a valorar los pequeños momentos que brindan felicidad y bienestar en la vida diaria. Desde disfrutar de una tarde leyendo un buen libro o escuchando un podcast favorito, hasta compartir una cena en familia o tomar un café con amigos.
Estos simples placeres pueden marcar una gran diferencia en la percepción de la felicidad, según señalan los expertos de Harvard. Reconocer y celebrar los logros diarios, por mínimos que sean, como completar una tarea laboral o alcanzar una pequeña meta en el gimnasio, también es crucial.
A menudo, se asocia la felicidad con grandes eventos de la vida, como bodas, nacimientos o logros profesionales significativos. Sin embargo, aunque estos momentos son importantes, no se puede depender exclusivamente de ellos para encontrar la felicidad.
Es esencial recordar que la verdadera felicidad también reside en los pequeños momentos cotidianos, que constituyen la mayor parte de la existencia humana.
3. Hacer ejercicio rodeado de naturaleza
La salud y la felicidad están estrechamente vinculadas, y el ejercicio físico es uno de los mejores hábitos para mejorar la salud.
El ejercicio aeróbico, como caminar, andar en bicicleta o correr, libera endorfinas, conocidas como las ‘hormonas de la felicidad’, que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deben realizar entre 150 y 300 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana (o entre 75 y 150 minutos si es intenso), junto con actividades de fortalecimiento muscular 2 o 3 días a la semana.
Desde Harvard señalan que tan solo 90 minutos de ejercicio por semana pueden tener un impacto positivo en el estado de ánimo, equiparable al de un antidepresivo. Es el mínimo recomendado, pero incluso 15 minutos diarios pueden tener beneficios para la salud física y mental.
Y si a eso se le agrega pasar tiempo al aire libre, el efecto es aún mayor. Y es que estudios demuestran que el contacto con la naturaleza, ya sea en parques, bosques o áreas costeras, tiene efectos terapéuticos significativos.
