Este es el postre asturiano del concejo de Grado conocido como el turrón de los pobres
Este dulce asturiano hecho a base de harina de maíz y azúcar era popular entre los campesinos
En los bucólicos paisajes del Principado de Asturias, en el norte de España, se encuentra una delicia culinaria que encanta a los paladares más exigentes: el escaldao. Este postre tradicional asturiano, proviene del concejo de Grado y es un emblema de la gastronomía local que ha perdurado a lo largo de los años. El escaldao asturiano es más que un postre sencillo; es un símbolo de la tradición y la cultura de Asturias. Con sus ingredientes simples pero deliciosos y su preparación sencilla, este manjar ha perdurado a lo largo de generaciones, deleitando a lugareños y visitantes por igual.
¿Cuál es el origen del turrón?
El escaldao tiene sus raíces en las cocinas rurales asturianas, donde las familias campesinas elaboraban este postre con los productos más simples y disponibles en su entorno. Su nombre, escaldao, proviene del término asturiano escaldáu, que significa sumergir en agua hirviendo. Este proceso se refiere a la acción de verter agua hirviendo sobre los ingredientes principales del postre: la harina y el azúcar.
Ingredientes Tradicionales
Los ingredientes básicos del escaldao son simples: la harina de maíz parcialmente utilizada en la región, es la base del escaldao. Aporta una textura única y un sabor distintivo al postre. El azúcar cuyo dulzor contrasta perfectamente con la suavidad de la harina, creando un equilibrio delicioso en cada bocado. El agua es esencial para la preparación, ya que se utiliza para escaldar la harina y el azúcar, creando una masa suave y homogénea. Algunas variantes del escaldado incluyen leche en su preparación, agregando cremosidad y un sabor lácteo que complementa los otros ingredientes. Y en algunas recetas, la mantequilla se utiliza para darle un toque extra de sabor y untuosidad al escaldao.
Receta
La preparación del escaldado es sencilla pero requiere un cuidado especial para lograr la textura y el sabor característicos del mismo. Para elaborar un rico escaldao casero en primer lugar debemos poner en una olla a hervir el agua y posteriormente se vierte sobre la harina de maíz y el azúcar en un recipiente grande. La cantidad de agua depende de la consistencia deseada del escaldao, que puede variar desde más líquido hasta más densa.
A continuación se mezcla vigorosamente la harina y el azúcar con el agua caliente hasta obtener una masa suave y homogénea. Y se deja reposar la masa durante unos minutos para que adquiera consistencia. Opcionalmente, se puede agregar leche y/o mantequilla a la masa para darle un sabor extra y una textura más cremosa. Una vez reposada, se sirve el escaldado en cuencos individuales y se puede espolvorear con canela o azúcar glas antes de servir.
El escaldao se disfruta mejor cuando está caliente, aunque también se puede servir a temperatura ambiente. Su textura suave y cremosa, junto con su dulzor delicado, lo convierten en el postre perfecto para cualquier ocasión.