Establecer límites: un acto de respeto y dignidad, según la psicóloga Ramírez
Establecer límites no solo es una herramienta de supervivencia sino también una manifestación profunda de amor propio
En un mundo donde las interacciones sociales y profesionales son cada vez más complejas, la capacidad de establecer límites se ha vuelto esencial para mantener nuestra salud mental y emocional.
Patricia Ramírez, psicóloga, escritora, conferenciante y divulgadora en diferentes medios de comunicación, nos recuerda que poner límites no es solo un acto de protección personal, sino también una manifestación de respeto y dignidad.
Al definir claramente nuestras fronteras, elegimos conscientemente el tipo de relaciones que deseamos cultivar, desde nuestras interacciones en el trabajo hasta nuestras conexiones más íntimas con amigos y familiares.
¿Por qué poner límites es respetar tu dignidad?
Establecer límites es claramente una revelación de respeto, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Según Patricia Ramírez, reconocida psicóloga en nuestro país, es esencial para proteger nuestra dignidad y conciencia.
La experta en psicología afirma que al poner límites, decides qué tipo de relaciones deseas mantener, ya sea con tus superiores, compañeros de trabajo, amigos o familiares.
«Perdemos nuestra dignidad cuando permitimos que nos hablen sin respeto, nos comparen, nos humillen o se burlen de nosotros. También la perdemos cuando aceptamos comportamientos que van en contra de nuestros valores» afirma Ramírez.
¿Cómo no perder nuestra dignidad?
Ramírez pregunta: «¿alguien te ha tratado de forma humillante o despectiva? Hay innumerables situaciones en las que podemos sentirnos incómodos, y no debemos permitir que esto ocurra y menos que nos afecten«.
«Detén esas situaciones, di no, exige respeto y aléjate si es necesario. Siempre tienes la opción de elegir tu respuesta, tu reacción y la forma en que deseas vivir en ese momento» añade la experta.
También asegura que en el proceso de establecer límites se pueden llegar a perder amistades de todo tipo: «Sí, establecer límites puede llevar a pérdidas de amigos, trabajos o familiares que no respetan tus valores mínimos«.
«Sin embargo, estas pérdidas pueden no ser tales si consideras que te estás alejando de personas que no respetan tu dignidad«. Ramírez asegura que, al final, puedes irte, pero lo harás con la conciencia tranquila.
La importancia de ser egoísta para cuidar tu salud menta
Ser egoísta en el sentido positivo del término es crucial para el bienestar mental, según numerosos expertos en psicología.
La psicóloga clínica Lisa Firestone destaca que poner en primer lugar nuestras necesidades no solo es saludable, sino necesario para mantener un equilibrio emocional. Ella afirma que «cuidar de uno mismo permite ser más disponible y presente para los demás» .
Por otro lado, la terapeuta Nancy Colier autora de The Power of Off enfatiza que establecer límites y decir no cuando es necesario es una forma de autocompasión. Colier subraya que «priorizar nuestro bienestar es esencial para prevenir el agotamiento y la ansiedad» .
Estos expertos coinciden en que el egoísmo, entendido como la capacidad de reconocer y actuar en función de nuestras necesidades personales, es fundamental para la salud mental.
Este tipo de egoísmo nos permite establecer límites saludables, reducir el estrés y fomentar relaciones más equilibradas y satisfactorias.
Una expresión de amor propio
Establecer límites no solo es una herramienta de supervivencia en un mundo complejo y demandante, sino también una manifestación profunda de amor propio. Y es que este acto implica reconocer y honrar nuestras propias necesidades, deseos y valores, y actuar de acuerdo con ellos.
Cuando establecemos límites, enviamos un mensaje claro a nosotros mismos y a los demás de que nos valoramos y respetamos lo suficiente como para proteger nuestra salud mental y emocional.
Este proceso implica decir no a situaciones, comportamientos o personas que nos hacen daño o nos desgastan, y decir sí a lo que nos nutre y nos fortalece. Al hacerlo, cultivamos un entorno más saludable y equilibrado que favorece nuestro crecimiento personal.
El amor propio no es egoísmo; es una necesidad básica para mantener una vida equilibrada y feliz. Al establecer límites, también enseñamos a los demás cómo deben tratarnos, estableciendo un estándar de respeto mutuo en nuestras relaciones.
Esta práctica nos permite construir vínculos más sanos y auténticos, basados en la comprensión y el respeto por las necesidades de cada uno.