¿Cuáles son las diferencias entre caminar en una cinta de correr y caminar al aire libre?
Al comparar dos escenarios distintos, pueden surgir diferencias que afectan el cuerpo de formas únicas
Cintas de correr | Canva
Al realizar una actividad tan común como caminar, puede parecer que el lugar donde se haga no tiene mayor relevancia. Sin embargo, el entorno en el que se camina puede influir de maneras que no siempre son evidentes.
Al comparar dos escenarios distintos, pueden surgir diferencias que afectan el cuerpo de formas únicas, influyendo en aspectos que van más allá del simple ejercicio físico.
Entonces, ¿qué factores hacen que caminar en un lugar u otro pueda marcar una diferencia significativa?
1. Activación muscular
Al igual que con correr, una de las diferencias clave entre caminar al aire libre y en una cinta es la activación de los músculos.
Caminar en la cinta, con una superficie plana y recta, no activa los mismos músculos que se utilizan al caminar en exteriores, donde debes esquivar a personas, subir y bajar bordillos o sortear terrenos irregulares.
Esto puede aumentar el riesgo de desbalances musculares al caminar en una cinta, ya que siempre usas los mismos músculos de manera repetitiva. A
demás, cuando vuelvas a caminar al aire libre, es posible que no tengas la fuerza muscular adecuada para manejar los obstáculos y cambios en el terreno.
2. Técnica
La técnica de caminar generalmente se mantiene igual, tanto en la cinta como en la calle. Después de unos minutos, los caminantes suelen ajustar su estilo natural de marcha.
Sin embargo, en la cinta, debido a la falta de obstáculos y cambios en el terreno, las personas tienden a alargar la zancada y reducir el ritmo de pasos, ya que no necesitan adaptarse a las variaciones del entorno.
3. Impacto
A menudo se cree que caminar en superficies duras como el pavimento puede ser perjudicial para las articulaciones y los huesos, pero no siempre es así.
Algunos estudios sugieren que caminar sobre superficies firmes puede fortalecer los huesos, ya que las fuerzas generadas por el contacto con el suelo contribuyen a ese proceso.
Sin embargo, si tienes problemas articulares o lesiones relacionadas con el impacto, caminar en una cinta puede ser más adecuado, ya que estas máquinas están diseñadas para absorber el impacto y reducir la presión en las articulaciones, aunque no ofrecen los mismos beneficios de fortalecimiento óseo que caminar al aire libre.
Entonces, ¿qué es mejor?
Decidir si es mejor caminar al aire libre o en una cinta de correr es una cuestión que depende de diversos factores, como tus necesidades personales, tus objetivos de fitness y tus preferencias.
Ambos métodos de ejercicio ofrecen ventajas y desventajas, lo que significa que la elección más adecuada puede variar según la situación y las circunstancias individuales.
Ventajas e inconvenientes de caminar al aire libre
Caminar al aire libre ofrece múltiples beneficios, desde observar el entorno hasta combinar el ejercicio con la exploración y la conexión con la naturaleza.
Ventajas
- Es económico: solo necesitas un buen par de zapatillas para empezar.
- Puedes hacerlo en cualquier lugar: ya sea en un viaje de trabajo o vacaciones, es una excelente manera de conocer nuevos lugares.
- Te prepara para carreras reales: correr en exteriores entrena tus músculos y articulaciones para el tipo de terreno que enfrentarás en una competencia.
- Beneficios psicológicos y físicos: estar al aire libre, en contacto con la naturaleza y otras personas, puede aportar más ventajas mentales y físicas que correr en interiores.
Inconvenientes
- Riesgo de lesiones: el terreno irregular y el mayor impacto aumentan la probabilidad de sufrir lesiones.
- Exposición al clima: factores como el calor, la lluvia, el viento o el hielo pueden dificultar las carreras y aumentar el riesgo.
- Peligros externos: hay riesgos de accidentes debido a peatones, ciclistas, automóviles, o caídas.
Ventajas e inconvenientes de caminar en una cinta
Las cintas de correr son una opción popular en gimnasios y hogares por varias razones.
Ventajas
- Es segura: independientemente del clima, puedes correr cómodamente y sin interrupciones.
- Control del ritmo: permite ajustar la distancia y velocidad, ideal para recuperarse de lesiones o seguir un plan de entrenamiento específico.
- Menor impacto en las articulaciones: las cintas absorben mejor el impacto, reduciendo la presión en tobillos y rodillas.
- Practicidad: correr en cualquier momento y en un entorno controlado puede adaptarse mejor a tu rutina diaria.
Inconvenientes
- Desequilibrios musculares: el uso prolongado de la cinta puede generar desequilibrios y posibles lesiones.
- Falta de variación: no se cambian de dirección ni se enfrenta a terrenos irregulares, lo que limita la activación muscular y la mejora en agilidad.
- No permite descensos: la mayoría de cintas no tienen la opción de correr cuesta abajo, lo que reduce los beneficios en ciertos músculos.
- Puede ser aburrido: las cintas son útiles para entrenamientos cortos, pero las sesiones largas pueden volverse monótonas.
