Volkswagen presenta el ID.2all, su eléctrico del futuro por menos de 25.000 euros
El nuevo modelo de la firma alemana será fabricado en Martorell y tendrá una autonomía de unos 450 kilómetros
Prototipo del Volkswagen ID.2all.
Volkswagen pisa el acelerador y presenta un coche eléctrico, barato y llamado a ser lo que nombre indica: el coche del pueblo. Se llamará ID.2all, será fabricado en Martorell, y el plan es que cueste menos de 25.000 euros, para una autonomía de unos 450 kilómetros.
La marca lo presenta como «un Polo por fuera, un Golf por dentro», esto es, tamaño reducido para ahorrar en peso y materiales, pero con espacio suficiente para que muchas pequeñas familias y parejas puedan moverse con facilidad por entornos urbanos y desplazamientos de tipo medio. Será, de facto, el sustituto del Golf por capacidad, posibilidades de uso, y por ocupar el segmento de mercado que por características le pertenece.
Eléctricos populares
Tras el doloroso y bastante bien bandeado Dieselgate, Volkswagen inició su entrada en el espacio libre de humos con su gama ID. El año pasado vendieron nada menos que 330.000 eléctricos bajo estas siglas, y llevan más de 600.000 desde que comenzaron a utilizar la plataforma MEB. El segundo grupo automotriz a nivel global, con 7,86 millones de coches vendidos en 2022, necesitaba con urgencia un producto así.
Su gama ID es más que correcta, pero sus modelos arrancan, con el ID.3, en los 43.494 euros en su configuración básica, una cifra que los aleja del cliente tipo que pudiera acercarse a un vehículo de estas características. Si cumplen con la promesa anunciada, el precio del modelo de acceso será casi la mitad del más barato de los que tienen hoy en su catálogo. Estos 25.000 euros parecen ser el eje sobre el que pivotan otros modelos similares que aparecerán en uno o dos años, como el esperado Renault 5, cuyos responsables anunciaron justo al mismo precio.
Este ID.2all está llamado a colarse en un espacio entre los actuales Polo y Golf de combustión, y los conductores de ambas mecánicas quedarían satisfechos con las funcionalidades, potencia, espacio y características generales de este nuevo modelo. Su diseño parece dar un paso atrás, y resulta más cercano a los actuales Polo y Audi A1, y menos a los monovolumineros ID.3, ID.4 e ID.5. Sus medidas son de 4,05 metros de longitud, 1,81 de anchura, 1,53 de altura, y cuenta con un maletero de 490 litros. Es dos dedos más corto que un Polo, quince centímetros más pequeño que un Golf, y tres centímetros más ancho que la última iteración de este último.
De momento, el coche es un prototipo no funcional, pero la marca asegura que los cambios en el modelo final serán escasos con respecto al presentado. Su configuración es de motor de tracción delantera, con una potencia de 226 caballos (166 kW) y alimentado por una batería de unos 50 kWh, aunque no se ha precisado aún. La idea es que pueda cubrir distancia homologadas superiores a los 400, siempre y cuando, de acuerdo con una batería de ese tamaño, que consiga contener su consumo por debajo de los 15 kWh. Admitirá cargas rápidas de hasta el 80 % en unos veinte minutos en corriente continua.
Valor industrial del ID.2all
Este coche será, junto al futuro ID.1 y algunos modelos igualmente eléctricos de Cupra, los que se construyan en la planta de Martorell, en Barcelona. Todos ellos utilizarán la citada plataforma MEB, así como el rumoreado Seat Acandra y el Skoda Elroq. En Seat quieren alcanzar la cifra de 500.000 coches construidos en 2025 gracias a esta base constructiva común específicamente diseñada para vehículos pequeños, ya sean urbanos o SUVs. Se habla de un posible ID.2X que con toda probabilidad iría a la factoría de Landaben, en Navarra, y un ID.1 que se espera se pudiera poner a la venta por menos de 19.000 euros, pero es un proyecto que necesita recorrer mucho camino.
Una de las claves y por las que la factoría de Martorell debe mostrarse agradecida a su aparición es que está basado en la plataforma MEB. Esta estructura básica es la que usará el modelo de Cupra, el espectacular Raval, que sustituya con alma deportiva al popular Ibiza. Estos dos coches llegarán casi de la mano al mercado comercial en 2025. En la marca creen que no serán competidores, sino que se complementarán con funcionalidades alternativas a pesar de unas dimensiones y características mecánicas afines. El ID.4all es uno de los modelos con los que se reinicia la planta de Martorell para convertirse en una fábrica de coches netamente eléctricos.
En caso de ser ese el futuro, la realidad es que además han de fabricar los modelos de Seat Ibiza, Arona, León, el Cupra Formentor y el Audi A1, todos ellos de combustión o con algunas motorizaciones híbridas. Este último modelo, el pequeño de Audi, tiene dedicada en exclusiva una de las líneas de producción, y lo más posible que sea esta la que pase a ser ‘electrificada’. Todos ellos dependerán en gran medida de las baterías que se fabriquen en la nueva factoría de Sagunto.
Los eléctricos comienzan a crecer hacia abajo, y a las marcas y autoridades europeas les aterra la invasión de coches baratos de origen chino. Modelos como este son la respuesta lógica de sus contrapartes del viejo continente. Con ello pretenden alcanzar volúmenes de ventas razonables que puedan sustituir su largo dominio en estos segmentos donde, al menos de momento, no han sido capaces de ofrecer modelos apetecibles. De manera paradigmática uno fue el Seat Mii eléctrico, que llegó demasiado pronto.
Cuando el público comenzó a ser consciente de sus valores, dejó de fabricarse, y ocurrió algo inesperado: empezaron a ofrecer por ellos más dinero de los que costaron nuevos… porque no había. Volkswagen, y también el resto de fabricantes europeos, necesitan recuperar el que fuera su espacio natural, y lograr un número de ventas de eléctricos para hacer crecer su penetración de los coches de cero emisiones. Por ello este ID.2all se ha hecho esperar, pero tienen a la mano lo que está llamado a ser su primer superventas de la era eléctrica. Con el primer eléctrico barato de Volkswagen, puede que recuperen el título de ‘el coche eléctrico del pueblo’, porque hasta ahora, era cosa de solo unos pocos. Promete.
