THE OBJECTIVE
EL BLOG DE LUCÍA ETXEBARRIA

Cine, neurociencia y psicología social: '20.000 especies de abejas'

«La película incluye diferentes historias, conflictos, personajes y metáforas, de manera que justo cuando empiezas a estar absorta en una historia y un punto de vista, la película salta a otro»

Cine, neurociencia y psicología social: ‘20.000 especies de abejas’

Cartel 20.000 especies de abejas

La imagen de la colmena debe ser una de las metáforas más trabajadoras de la cultura española.

En la novela modernista de Camilo José Cela, que se llama, precisamente, La colmena (1950), la colmena representa la ciudad pujante y herida de Madrid tras la Guerra Civil Española. En la obra maestra cinematográfica de Víctor Eríce El espíritu de la colmena (1973), la colmena representa el orden, la obediencia y la insularidad de la clase media bajo Franco. Pero en 20.000 especies de abejas (2023), las abejas zumban con un significado tremendamente diferente, representando la diversidad, la maleabilidad, la libertad y la medicina.

La película incluye diferentes historias, conflictos, personajes y metáforas, de manera que justo cuando empiezas a estar absorta en una historia y un punto de vista, la película salta a otro. Finalmente, un personaje desaparece y hay una búsqueda, un momento que recuerda, de nuevo, al clásico de Víctor Erice. En El espíritu de la colmena, ambientada en la España de los años 40, una niña de la edad de Coco (el/la protagonista de 20.000 especies de abejas) queda obsesionada y traumatizada por la película Frankenstein, mientras su padre, anciano y desmoralizado, se desconecta del mundo y atiende sus colmenas. Allí, las abejas representaban el conformismo y la inhumanidad del régimen de Franco. Qué diferencia pueden marcar unas cuantas décadas: si en la película de Erice la colmena representaba la uniformidad y la sumisión, en la película de Urresola Solaguren las abejas son criaturas libres, mágicas y místicas.

Pero hay otros hilos conductores que enlazan a las dos películas: la elegancia formal, el naturalismo y el paisaje como elemento imprescindible a la hora de crear metáforas. También las actuaciones naturalistas, que transmiten al espectador la sensación de que los actores están improvisando. Algo que es prácticamente necesario cuando trabajas con niños.

Tanto las actrices protagonista de El espíritu de la colmena (Ana Torrent e Isabel Tellería ) como las actrices protagonistas (Sofía Otero) de 20.000 especies de abejas tienen una profundidad en la mirada y un encanto que las convierte en magnéticas. Son dos actrices que lo dicen todo con los ojos. Son miradas en clave: calientan como el sol de verano, y susurran como las abejas. Son miradas que buscan otra mirada: la mirada del espectador que se convierta en su cómplice.

Estibaliz Urresola Solaguren no ha creado un drama candente, sino un retrato naturalista sobre una familia numerosa, no muy diferente del drama rural Alcarrás (2022) de Carla Simón, ganador del Oso de Oro de la Berlinale, La película de Urresola también se puede comparar con una lista reciente de historias parecidas sobre preadolescentes que experimentan un problema con su género: como L’immensità (2022) de Emanuele Crialese, Girl (2018) de Lukas Dhont y el documental Little Girl (2020) de Sébastien Lifshitz.

«La película no hace apología del uso de los bloqueadores de pubertad y ni siquiera los menciona, pero existe una forma sutil de hacer o sugerir apología sin hacerla de forma directa»

La película no hace apología del uso de los bloqueadores de pubertad y ni siquiera los menciona, pero existe una forma sutil de hacer o sugerir apología sin hacerla de forma directa. La película transcurre en un retiro rural e idílico en verano y no conocemos al entorno en el que ese niño se mueve. Te hacen pensar que simplemente de la noche a la mañana el niño se ha identificado como niña y nadie sabe si ha podido existir un contagio social, por ejemplo, o si el niño ha acudido a una de esas charlas de Naizen en las que se les convence a los niños de que el pelo largo es de niñas y el pelo corto de niños. No sabemos si el niño sencillamente se siente niña porque se identifica con gustos que en su entorno se consideran «de niñas» (como las muñecas, el pelo largo o el color rosa).

Por lo tanto si bien es cierto que la película no hace ningún una apología directa de las transiciones médico-farmacéuticas en menores tampoco indaga en las razones últimas de la aparición de la disforia de género. De esa manera, no es de extrañar que todas las críticas que he leído sobre la película la consideren una película que ha tomado partido. Que ha tomado partido a favor de la teoría de que existe una identidad de género innata y natural incuestionable, y que no se puede discutir que esa identidad exista, so pena de acusación de transfobia y de la inmediata linchamiento en la plaza mediáticas y pérdida de prestigio y de trabajos que dicha acusación acarrea.

Las acusaciones de transfobia suponen la nueva caza de brujas políticas. Solo equivalente a la acusación de comunista durante el macartismo. De la misma manera que un guionista acusado de comunista en los años 50 no podía volver a trabajar, una guionista sobre la que pesé una asociación de transfobia también se queda inmediatamente sin trabajo. Si lo sabré yo

Como hipótesis voy a plantear lo siguiente

Ahora sabemos que en varios países de Europa y en numerosos estados de Estados Unidos se ha prohibido el tratamiento farmacológico para menores con bloqueadores de pubertad. Si bien esta película en ningún momento hace una defensa de los bloqueadores de pubertad sí que la hace de la identidad de género como algo innato y no susceptible de contagio social, con lo cual se podría decir que hace una apología sutil de dichos tratamientos.

Si en un futuro se revela que el uso de bloqueadores de pubertad se convierte en un escándalo tan grande como los de la talidomida o la oxicodona, ¿podrá decir la directora que no tenía ni idea de las consecuencias de su película, tal y como lo dijo en su día Leni Riefenstahl? ¿O que no sabía nada del tema, tal y como declararon en juicio los médicos que prescribían oxicodona?

Vayamos por partes

Leni Riefenstahl, ¿es inocente el arte?

El triunfo de la voluntad (el título proviene del propio Hitler) es una obra de arte. Esta magistral fantasmagoría, que utilizó en su momento nuevas técnicas de filmación y ángulos de cámara inusuales, y cuyo resultado final supuso meses de edición en la sala de montaje, es, a nivel formal, una obra maestra. Susan Sontag catalogó a la película El triunfo de la voluntad de «Fascismo fascinante».

Pero también resulta ser una película de propaganda, perfectamente ejecutada, que dura casi dos horas, y que promoverá el mensaje político más importante del partido: los vínculos entre el Führer y su «Volk» (pueblo). Hasta tal punto que en 1945, tras el final de la guerra, los aliados victoriosos prohibirán su exhibición pública.

Cuando el gobierno de Estados Unidos encargó al director Frank Capra que hiciera lo que se convirtió en la serie de películas de propaganda Por qué luchamos en la Segunda Guerra Mundial,  Capra proyectó a un grupo escogido de militares una copia de El triunfo de la voluntad que había sido confiscada por la oficina de Aduanas de Estados Unidos. Cuando sometió la película a un análisis minucioso, lo que vio lo sorprendió: la capacidad de las propias películas para reclutar y dirigir emociones masivas para propósitos ficticios podría fácilmente transformarse en propósitos políticos, incluso violentos.

«¿Es El Triunfo de la Voluntad una película espeluznante? ¿Es una obra maestra del arte del documentalista?»

En parte debido a Leni Riefenstahl, sostenemos ahora la aterradora confirmación de nuestra creencia axiomática en el peligroso poder de los medios de comunicación. El triunfo de la voluntad, al igual que El nacimiento de una nación, presenta el gran enigma del arte: ¿puede el arte ser moralmente reprobable y, sin embargo, «grande»? Riefenstahl fue encarcelada por los aliados después de la guerra y luego liberada, en parte porque nadie pudo contestar a la pregunta y no hubo manera de determinar si una película podía ser un instrumento de guerra. Riefenstahl se mostró inflexible, Insistió siempre en que a ella le habían preocupado cuestiones de forma, no políticas.

Riefenstahl siempre sostuvo que ella no era una cineasta política y que su película no era propaganda sino un registro documental del rally de Nuremberg. Mantuvo que había estado involucrada en un ejercicio técnico para documentar el evento y que no tenía interés ni simpatía por las opiniones políticas del Partido Nacional. Socialistas ¿Es El Triunfo de la Voluntad una película espeluznante? ¿Es una obra maestra del arte del documentalista? ¿Es un respaldo siniestro a una doctrina de asesinato en masa? Juzguen por ustedes mismos aquí.

El caso de la oxycodona

En 1991 la empresa Purdue, propiedad de la familia Sackler, empezó por comercializar de forma agresiva y engañosa opioides (OxyContin en particular) a los médicos que los recetaban. En 2023 el estado de Kentucky presentó una demanda contra la empresa y responsabilizó directamente a Purdue de la crisis de los opioides en Estados Unidos. Una pandemia que actualmente se lleva por delante a diario a 140 personas en ese país. 140 muertos diarios.

La historia se explica así:

La empresa comercializó un opioide (Oxycontin = Oxycodona) convenciendo a los médicos, a partir de una agresiva campaña de marketing, de que dicho opioide sintético no era adictivo. La campaña iba promocionada con el eslogan «el derecho al bienestar». De modo y manera que muchos médicos que se negaban a recetar oxicodona a sus pacientes se encontraban con que los pacientes amenazaban con demandarles por negarles su derecho a no sufrir dolor.

La Comisión Conjunta de Estados Unido también enmarcó el manejo del dolor como una cuestión de derechos del paciente. Se estipuló que «el control inadecuado de un síntoma subjetivo» daría lugar a sanciones. En cristiano: si un médico se negaba a recetar lo que el cliente le requería, se le sancionaría. El caso es que los médicos se veían obligados a recetar oxycofona si no se querían enfrentar a sanciones o a la inhabilitación.

Tal vez lo más importante de la estrategia de promoción de la oxicodona era aquello de lo que no se informaba a los médicos. Entre los vacíos de información estaba el hecho de que los opioides no se recomiendan para el dolor crónico; que los pacientes que no tienen experiencia con los opioides no deben recibir opioides de liberación prolongada; y que los opioides siempre son adictivos. Siempre.

En gran parte de su campaña promocional (en folletos y cintas de audio para médicos y pacientes y en su sitio web «Partners Against Pain»), Purdue afirmó que el riesgo de adicción al OxyContin era extremadamente pequeño.

Purdue capacitó a sus representantes de ventas para transmitir el mensaje de que el riesgo de adicción era «menos del uno por ciento». Distribuyeron una guía en la que se afirmaba: «Algunos médicos tienen preocupaciones inexactas y exageradas sobre la adicción, la tolerancia y el riesgo de muerte. Esta actitud prevalece a pesar de que no hay evidencia de que la adicción sea un problema importante cuando a las personas se les administran opioides para controlar el dolor».

«Ya entre 1999 y 2008, el número de muertes por sobredosis, así como la venta y el abuso de analgésicos aumentaron considerablemente»

Se recetaba oxicodona para cualquier dolor, desde una bursitis a un hombro congelado. Pero la oxicodona era tremendamente adictiva, de forma que cuando los pacientes ya no tenían receta tenían que recurrir al mercado negro para encontrar cualquier otro opioide que les calmara el síndrome de abstinencia. El mercado de heroína que se había frenado por falta de demanda volvió a remontar con inaudito ímpetu. Y se pusieron de moda, siguiendo la estela de la oxicodona, otros opioides sintéticos como el fentanilo. Si en mi barrio la calle Buenavista y todas las inmediaciones del Parque del Casino están llenas de yonkis se lo debemos al final a la familia Sackler, los dueños de Purdue. Pero no solo a ellos: De 2006 a 2012 las compañías farmacéuticas de EE.UU. colocaron en el mercado más de 76 mil millones de analgésicos que contienen opioides. 

Ya entre 1999 y 2008, el número de muertes por sobredosis, así como la venta y el abuso de analgésicos aumentaron considerablemente. Desde 2015, se contabilizan más fallecimientos por opiodes en los Estados Unidos que por accidentes automovilísticos y armas. La sobredosis de drogas es la principal causa de muerte entre los menores de 50 años en Estados Unidos. Uno de cada tres fallecidos en esa franja de edad murió por consumo de opides​ Y por eso ha disminuidos esperanza de vida en Estados Unidos en los últimos años..

Ojo: Estamos en 2023. La oxicodona se ha confirmado como responsable primera, la originaria, de la crisis de los opiodes. Pero han tenido que pasar 30 años. Sin embargo, en 2021, los Sackler fueron absueltos permanentemente de toda la responsabilidad en la crisis de los opiodes

Los bloqueadores de pubertad, ¿la nueva oxycodona?

La disforia de genero es un síntoma, no una enfermedad. Se dice que un paciente presenta disforia de género cuando no siente contento con su propio sexo y desea que se refieran a él como una persona de otro sexo. Hace diez años muy pocos menores se presentaban en consulta con disforia de género.

La recomendación era la de establecer un tratamiento de espera atenta y de indagación. Escuchar lo que el niño contara e intentar indagar en las relaciones finales de ésa disforia. Que podían ser muchas. En algunos casos se trataba de un TEA, un trastorno del espectro autista.

Hay que remarcar que el autismo no es lo que la mayor parte de la gente piensa que es. El público en general identifica autismo con autismo profundo. La gran mayoría de las personas que están en el espectro autista llevan vidas normales, pero se pueden llegar a sentir muy incómodas con su propio sexo. La disforia es un síntoma como tantos otros,

 De las niñas que están en el espectro autista se dice que «vuelan por debajo del radar» porque casi nunca se les diagnostica, ya que los test están pensados para niños, y en muchas ocasiones descubren su condición ya de adultas, cuando tienen un hijo en el espectro que ha sido diagnosticado, y al psiquiatra psicólogo o neuropsicólogo se le ocurrió hacer una prueba a la madre.

Otras razones para que aprezca la disforia de género pueden ser haber sufrido a un abuso sexual, a un acoso, haber sufrido maltrato, haber crecido en un ambiente extremadamente sexista, o haber estado expuesto a contagio social. En un 10% de los casos, esta disforia no va a desaparecer  en la edad adulta y se entiende como trastorno de la identidad de género

Pero el 90% de los casos de disforia de género en niños y adolescentes se resuelven solos si no hay intervención médica, y la disforia desaparecerá al inicio de la edad adulta. Repito que un 10% de los menores que presentan disforía seguírán manteniendo la disforia de la edad adulta. En esos casos se recomendaba la medicalización, para intentar adecuar el aspecto del cuerpo de esa persona al género sentido.

Pero hasta hace 10 años la medicalización y la transición médico quirúrgica se recomendaba solo en adultos. Y solo cuando la disforia se mantenía ya que se consideraba a la intervención con bloqueadores de pubertad y hormonación cruzada un tratamiento muy agresivo y que ponía en riesgo la salud del paciente.

Exactamente de la misma manera que en 1991 no se le suministraban propia opioides a un paciente. A no ser que sufriera una enfermedad terminal, y se considerara que puesto que no había forma de salvar su vida era mejor proporcionar un tratamiento contra el dolor por agresivo y peligroso que éste fuera

En los últimos años ha habido un aumento global en el número de menores de edadremitidos a clínicas de género. No existe una base científica confiable para el diagnóstico de personas transgénero, ni investigaciones a largo plazo sobre los resultados de los tratamientos. Iniciar a los niños en el camino de una medicalización con efectos irreversibles para toda la vida supone un experimento sin precedentes

En el Reino Unido la clínica Tavistock se vio obligada a cerrar cuando se destapó el escándalo de que ofrecían tratamientos médico farmacéuticos a menores de edad, sin haber hecho una indagación previa. Y tras que Keira Bell, una ex paciente, les demandara y les ganara.

Sin embargo, la ley española prohíbe a los psicólogos o psiquiatras hacer terapias de espera o indagación porque las consideran terapias de conversión. De la misma manera que un médico americano se enfrentaba a una sanción o a la inhabilitación por negarse a recetar opioides un psicólogo o un psiquiatra español puede enfrentarse a sanciones o inhabilitaciones por ofrecer terapia no afirmativa a menores es decir, por intentar indagar en las causas profundas de las disforia. ¿Ven ahora la relación?

Esto conlleva que actualmente casi todos los psicólogos y psiquiatras españoles se nieguen a tratar a niños con disforia si no es para embarcarles en un tratamiento afirmativo que finalmente les lleve a la transición médico quirúrgica. Esto supone que, por le,y menores autistas, menores que han sido acosados o maltratados o abusados sexualmente, y otros casos de menores en los que la disforia es un síntoma y no una condición en sí no recibirán el tratamiento que psiquiátrico o psicológico que en realidad necesitan.

Esto es, se prohíbe por ley un planteamiento prudente. Se prohíbe por ley una terapia psicológica que escruche a los menores y les que permita madurar antes de tomar decisiones irreversibles. La hormonación cruzada y el bloqueo de pubertad son tratamientos experimentales y no se conoce su resultado a largo plazo, algo que admitió la propia directora de Transit en una entrevista. Actualmente, por ley, está prohibido que un psiquiatra psicólogo o cualquier otro profesional intente la terapia de indagación cuando se presenta un niño con disforia de género.

Si llega a la consulta una niña que dice que en realidad es un niño simplemente hay que reafirmarla en lo que dice. Esto supone que la niña entrará en lo que se llama la cinta transportadora. Que se le remitirá a un tratamiento con bloqueadores de la pubertad que puede iniciarse en España a los 12 años. Este tratamiento se comercializa con el nombre de Luprón y los efectos secundarios están detallados aquí.

«El bloqueo de la pubertad puede dejar secuelas permanentes e irreversibles, entre ellas infertilidad, osteoporosis, aumento de peso o acné»

El tratamiento es irreversible muy en particular para las niñas. Durante años se marquetinizó este tratamiento (originalmente utilizado para pacientes de cáncer y para castrar a violadores sexuales) diciendo que no dejaba secuelas. Pero eso es falso

De nuevo, la relación:

  • La oxicodona se marquetinizó asegurando que no era adictiva.
  • Los bloqueadores de pubertad se marquetinizaron asegurando que no eran de efectos irreversibles.

Las dos afirmaciones eran falsas.

Actualmente Mermaids, la ONG del Reino Unido que promocionó esta idea, esta sometida a una investigación y su CEO ha tenido que dimitir. ¿Es hora de retirar su condición de organización benéfica? Mermaid había recibido 600.000 euros del arte del Gobierno Británico. El Gobierno retiró estos fondos en el 2022.

El bloqueo de la pubertad puede dejar secuelas permanentes e irreversibles, entre ellas infertilidad, osteoporosis, aumento de peso, acné, problemas cardiovasculares, alteraciones en la presión arterial fracturas por debilitamiento óseo y atrofia genital. (Lo cual impide mantener relaciones sexuales completas y en muchas ocasiones miccionar sin dolor). En las niñas puede suponer tener una voz masculina para el resto de su vida así como no desarrollarse. también pueden presentarse. Y, lo más peligroso, hay un alto riesgo de brote tumoral. De cáncer. De muerte.

El bloqueo de pubertad se consigue creando una disfunción hipotalámica para que el hipotálamo no pueda segregar hormonas. Pero las disfunciones hipotalámicas conllevan siempre: Cambios en el apetito, aumento o pérdida de peso, dficultad para dormir, deshidratación, micción frecuente y dolorosa, fluctuaciones en la temperatura corporal… Una disfunción hipotalámica puede crear también un agravamiento la depresión y la ansiedad precisamente porque altera el sueño. También crea fatiga debilidad y pérdida de interés en las actividades. 

Cuando se bloquea la pubertad en muchas ocasiones (en la gran mayoría) el resultado es que el o la paciente va a necesitar terapia de reemplazo hormonal el resto de su vida, Un tratamiento de hormonación cruzada supone entre 200 y 300 euros al mes que actualmente paga la Seguridad Social. Para el resto de la vida. Es decir un paciente dependiente de hormonas supone un gasto de 2400 euros al año durante ochenta años. el beneficio para la industria farmacéutica es obvio.

La película no nos muestra lo que sucede con Coco –Aitor-Lucía cuando acabe el verano pero entendemos que en cuanto tenga once años, le remitirán a una unidad de género que le prescribirá un bloqueador de la pubertad. Aitor- Lucía- Coco forma parte de un experimento a gran escala, pues esta es la primera generación a la que se le prescribe estos tratamientos. No sabemos dónde estará dentro de 30 años.

Hoy, en base a los datos de los que dispongo mi impresión es que dentro de 30 años el escándalo de los bloqueadores de pubertad será equiparable al escándalo de la oxycodona o el escándalo de la talidomida. Tendremos que esperar 30 años para saber cómo se ve a ojos futuros esta película de las 20000 especies de abejas. Estas por ver si yo me convierto en el nuevo Dalton Trumbo (un guionista represaliado durante el macartismo) y dentro de 30 años se me ve como una pionera, o si dentro de 30 años se me sigue viendo como una malvada tránsfoba que luchó contra los derechos de las personas trans. También será el tiempo el que hable de 20000 especies de abejas.

Yo solo puedo decir aquí y ahora que tanto esta película como El triunfo de la voluntad me parecen películas fílmicamente impecables pero que no puedo sustraerme a la carga de profundidad ideológica que conllevan.

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