Dimite otra gerente sanitaria de Ayuso en plena guerra por la reapertura de las urgencias
La gerente adjunta de Asistencia Sanitaria, Nuria Fernández de Cano, deja el cargo dos semanas después de que lo hiciera la encargada de Atención Primaria
Isabel Díaz Ayuso durante una visita al Gregorio Marañón este miércoles. | Alberto Ortega (Europa Press)
Nuevo terremoto en la Sanidad pública madrileña. La gerente adjunta de Asistencia Sanitaria, Nuria Fernández de Cano, ha dimitido este jueves, en plena guerra por la reapertura de las urgencias extrahospitalarias. La número dos del departamento encargado de velar por la Atención Primaria en la región que preside Isabel Díaz Ayuso abandona el cargo apenas dos semanas después de que lo hiciera su máxima responsable, Sonia Martínez Machuca, y sin aclarar los motivos, confirman fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE.
Fernández de Cano, médica de profesión y con una larga trayectoria en la gestión sanitaria, ha presentado su dimisión a primera hora de este jueves en la Consejería de Sanidad. Lo hace en un momento delicado para el Gobierno regional, acusado por los sindicatos y la oposición de sembrar «el caos» con su «chapuza» de reabrir 80 centros sanitarios cerrados hace dos años con la mitad de los profesionales que tenían antes de la pandemia.
La dimitida era responsable de las direcciones asistenciales, encargadas de gestionar los centros de salud de la región. De hecho, su departamento fue el responsable de dotar de personal a los nuevos puntos sanitarios con los voluntarios con los que Ayuso pretendía cubrir las plantillas. El plan ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para el Gobierno regional, ya que los sindicatos denuncian que muchos centros no disponían de equipos sanitarios completos.
La gestión de Ayuso
«La nefasta gestión sanitaria de Ayuso es insoportable hasta para los suyos», ha escrito Alejandra Jacinto, portavoz de Podemos, en Twitter. La presidenta madrileña acusa a la izquierda de azuzar a los trabajadores para boicotear los puntos de urgencias extrahospitalarias, que volvieron a estar activos el 27 de octubre. «Lo que nadie entiende es que haya habido un 60% de bajas sobrevenidas», reprochó Ayuso.
El vicepresidente regional, Enrique Ossorio, aseguró el miércoles que «más del 90% de los centros han contado con el personal sanitario». «Una chapuza. Y después de la chapuza vino el caos», ha criticado Mónica García, líder de Más Madrid. Reprocha que el Gobierno de Ayuso acusara a los sanitarios de vagos. «Les pone en la diana hasta el punto de que ha habido agresiones físicas a sanitarios». Su partido ha registrado este jueves una denuncia ante la Dirección General de Inspección, Ordenación y Estrategia Hospitalaria por el caos en la reapertura de las urgencias.
En los primeros cinco días, los centros atendieron a casi 11.000 pacientes. Muchos de ellos se quejaron de que faltaba personal (médicos, enfermeros o celadores). El sábado, primer día en el que los turnos se cubrieron con voluntarios, el 16,4% de los centros no abrió y hubo déficit de trabajadores en un 72,2%, según los sindicatos. Varios responsables de la consejería se comprometieron a subsanar «a la mayor brevedad posible» la situación en una reunión celebrada el lunes.
Una labor que ya no le corresponderá a Fernández de Cano, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense. Especialista en Medicina Familiar, ha sido directora del Centro Sanitario Daroca, Subdirectora General de Continuidad Asistencial de la Consejería de Sanidad y Jefa de la Unidad de Continuidad Asistencial de la Comunidad de Madrid.
La dimitida, con la que este diario no ha podido contactar, sigue la estela que dejó hace dos semanas Sonia Martínez Machuca. La gerente de Atención Primaria abandonó el cargo el 17 de octubre, días antes de la huelga con la que amenazaron los sindicatos y que finalmente fue suspendida. Solo el sindicato médico Amyts mantiene la convocatoria, aunque para el 7 de noviembre.
Mayor carga asistencial
Fuentes gubernamentales sostienen que Martínez Machuca, que llevaba dos años en el puesto, presentó su renuncia «por motivos médicos y personales» y que, cuando lo hizo, ya se encontraba de baja por dicho motivo. Su hueco lo ocupa ahora Almudena Quintana Morgado, que fue nombrada nueva gerente de Atención Primaria pese a las criticas de la oposición por su procedencia del ámbito privado.
Las renuncias de Martínez Machuca y Fernández de Cano tienen lugar en plena remodelación de los servicios de urgencias extrahospitalarias. Tras dos años cerrados, los 80 puntos abrieron el pasado 27 de octubre como centros sanitarios 24 horas y con mayor carga asistencial. La plantilla se estima en 13.600 profesionales, lo que los sindicatos y los partidos de la oposición critican por ser la mitad de la que contaban antes de la pandemia. El Gobierno regional los derivó entonces a los hospitales para fortalecer el servicio.
No son las únicas bajas que ha tenido la Sanidad madrileña en los últimos años. Martínez Machuca fue nombrada en octubre de 2020 para sustituir a Marta Sánchez-Celaya, que se marchó después de aprobar un plan para realizar reformas estructurales en el servicio sanitario. Aquella maniobra sirvió para abortar una convocatoria de huelga. Unos meses antes, en mayo, había renunciado la directora de Salud Pública, Yolanda Fuentes.
El baile de nombres se ha convertido en una constante desde este verano, cuando la Consejería de Sanidad inició una profunda remodelación. Se marcharon Jesús Vázquez, director general de Asistencia Sanitaria, y el viceconsejero Antonio Zapatero, que fue promocionado al equipo de Sanidad del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo. La Comunidad de Madrid cesó a Pablo Busca, gerente del Summa 112; José Soto, gerente del Clínico San Carlos; y Joseba Barroeta, gerente del Gregorio Marañón.
