El presunto yihadista detenido en Alemania se suicida en su celda
Al parecer, ha acabado con su vida por ahorcamiento, pero se desconoce cómo pudo hacerlo, dado que estaba bajo vigilancia permanente. Albakr se convirtió el pasado fin de semana en la persona más buscada de Alemania. Tras hallar en la vivienda que tenía alquilada en la ciudad de Chammitz 1,5 kilogramos de triperóxido de triacetona, peróxiacetiona (TATP), sustancia altamente explosiva, la policía puso en marcha un dispositivo de búsqueda y captura. Su imagen aparecía en todas las cadenas de televisión, periódicos y redes sociales. Así es como Mohammed, refugiado sirio de 36 años, quien ofreció a Albakr alojamiento en su hogar sin todavía saber de quien se trataba, descubrió que estaba alojando a un terrorista del Estado Islámico. Sin dudarlo, decidió actuar para ayudar al país que le ha acogido. Con cables alargadores lo ató de pies y manos y llamó a las autoridades. “Estoy tan agradecido a Alemania por habernos acogido. No podíamos permitir que hiciera algo a los alemanes”, asegura el refugiado, que narra que dejó su país huyendo del Estado Islámico.
HANDOUT
A primera hora del lunes la policía detenía a Jaber Albakr, supuesto terrorista islamista sospechoso de preparar un ataque con bomba. Durante la noche del miércoles, Albakr, de nacionalidad siria y de 22 años, ha sido hallado muerto en su celda. Joerg Herold, portavoz del Ministerio de Justicia, ha indicado que se quitó la vida en algún momento de la noche.
Al parecer, ha acabado con su vida por ahorcamiento, pero se desconoce cómo pudo hacerlo, dado que estaba bajo vigilancia permanente. Albakr se convirtió el pasado fin de semana en la persona más buscada de Alemania. Tras hallar en la vivienda que tenía alquilada en la ciudad de Chammitz 1,5 kilogramos de triperóxido de triacetona, peróxiacetiona (TATP), sustancia altamente explosiva, la policía puso en marcha un dispositivo de búsqueda y captura. Su imagen aparecía en todas las cadenas de televisión, periódicos y redes sociales. Así es como Mohammed, refugiado sirio de 36 años, quien ofreció a Albakr alojamiento en su hogar sin todavía saber de quien se trataba, descubrió que estaba alojando a un terrorista del Estado Islámico. Sin dudarlo, decidió actuar para ayudar al país que le ha acogido. Con cables alargadores lo ató de pies y manos y llamó a las autoridades. “Estoy tan agradecido a Alemania por habernos acogido. No podíamos permitir que hiciera algo a los alemanes”, asegura el refugiado, que narra que dejó su país huyendo del Estado Islámico.
