¿Tan peligroso es TikTok?
Montana se convierte en el primer Estado de Estados Unidos que prohíbe la aplicación y suscita dudas sobre la base jurídica de la decisión
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Una nueva era se abre para las redes sociales tras la decisión del estado de Montana de prohibir TikTok. Constituye un paso cualitativo en el debate sobre la regulación de todas las redes -no sólo la china-, que hasta ahora gozaban de casi total impunidad por falta de regulación, y sobre cómo esos límites legales pueden afectar a la libertad de expresión.
La decisión de Montana es la más drástica en el acoso del Gobierno de Washington a la red, pero no la primera. El Gobierno federal y más de la mitad de los estados ya habían prohibido a sus funcionarios utilizar la aplicación en los dispositivos de la administración. Incluso el propio presidente Biden ha lanzado un ultimátum a la empresa Byte Dance, propietaria de TikTok: o vende las acciones que la vinculan con Pekín o cierra el acceso a la red en todo el país.
Siguiendo los pasos de Estados Unidos, la Unión Europea también prohibió el pasado mes de marzo a sus funcionarios que tuvieran instalada la aplicación de TikTok en los dispositivos que emplean para trabajar, incluido el teléfono móvil. De hecho, en Europa ya se habían detectado casos de difusión de desinformación a través de la red y de espionaje a periodistas. La empresa china se defendió alegando que los responsables de esas malas prácticas ya habían sido despedidos.
La justificación de todas estas medidas es la amenaza que supone para la seguridad nacional por su dependencia de China, y más ahora en plena tensión entre potencias por la guerra en Ucrania. Pero no la única. Cuando el consejero delegado de TikTok, Sou Zi Chew, compareció en el Congreso de Estados Unidos, los legisladores también se interesaron por cómo la red social puede afectar a la salud mental de los jóvenes. Impacto, por cierto, del que tampoco están libres otras redes como Instagram.
El gobernador de Montana, el republicano Gregg Gianforte, al anunciar la prohibición no se limitó a TikTok. También mencionó otras redes que podían hacer peligrar la seguridad, entre ellas WeChat, cuya matriz tiene su sede en China, y Telegram Messenger, fundada en Rusia. Lo que hace pensar que la medida del estado de Montana puede ser un precedente peligroso para otras redes sociales. Baste recordar el cierre de la cuenta de Donald Trump en Twitter; el caso Cambridge Analytica, la empresa obtuvo indebidamente datos de hasta 87 millones de perfiles de Facebook; o la intromisión de Rusia, a través de las redes, en el referéndum del Brexit y en otros procesos electorales en Occidente.
«La decisión de Montana es la más drástica en el acoso del Gobierno de Washington a la red»
Las grandes redes sociales, de momento, han permanecido calladas. Al fin y al cabo, tendrían un competidor menos, pero seguro que toman buena nota del precedente. Sí que se han dejado oír otras voces, como la de la empresa NetChoice, un conglomerado comercial que asegura «trabajar para que Internet sea seguro para la libertad de empresa y para la libertad de expresión». No se trata de una compañía cualquiera, que cuenta entre sus miembros con marcas tan significativas como Google, Twitter o Meta.
Entre las reacciones más contundentes contra la prohibición en Montana, se encuentra precisamente la del vicepresidente y consejero delegado de NetChoice, Carl Szabo, quien calificó la medida de inconstitucional. «Se trata de una clara violación de la Constitución -ha afirmado en un comunicado- que impide al Gobierno bloquear el acceso de los estadounidenses a expresarse on line a través de sitios web o aplicaciones».
La prohibición de TikTok no sólo afecta a los miles de usuarios de Montana, sino también a los cien millones en Estados Unidos y a los más de mil millones en todo el mundo, en su mayoría jóvenes. Además, tiene implicaciones para un gran número de empresas para las que la red constituye una fuente de ingresos para sus negocios. Aquí mismo, en España, hemos asistido en los últimos meses a una proliferación de medios que han abierto cuentas en TikTok para dirigirse al público más joven.
Según una información de la CNN, recogida por este diario, un grupo de creadores de contenido del «Estado del tesoro» –conocido así por su riqueza en plata y oro- ya han presentado una demanda por delito contra la libertad de expresión. «No se puede prohibir TikTok, como tampoco se puede prohibir el Wall Street Journal, debido a quién es su propietario o a las ideas que publica», han proclamado.
Se inicia ahora una encarnizada batalla judicial sobre un eterno dilema: En caso de colisión, ¿qué derecho prevalece? ¿La seguridad nacional o la libertad de expresión? Esperemos que la disputa sirva, por supuesto, para garantizar la seguridad, pero también para que las redes, como ya ocurre con los medios tradicionales, estén sometidas al imperio de la ley. En apariencia, Montana -escenario de tantos legendarios westerns– está geográfica y culturalmente muy lejos, pero en este mundo globalizado ya no hay distancias ni barreras.
