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'La sociedad de la nieve', de J.A. Bayona, arrasa en los Goya con doce premios

‘20.000 especies de abejas’ tuvo que contentarse con tres de las 15 candidaturas a las que aspiraba

‘La sociedad de la nieve’, de J.A. Bayona, arrasa en los Goya con doce premios

El director de 'La sociedad de la nieve', J.A. Bayona. | Chema Moya (EFE)

La sociedad de la nieve, la película de J.A. Bayona sobre el accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en la cordillera de los Andes en 1972, ha arrasado este sábado en la gala de la 38ª edición de los Goya con doce galardones, solo uno menos de los que aspiraba. Su gran rival de la noche, 20.000 especies de abejas, se tuvo que contentar con solo tres premios, entre ellos el de Mejor Dirección Novel para una emocionada Estibaliz Urresola.

Los premios de interpretación fueron para David Verdaguer (Saben aquell), Mejor Actor Protagonista; Malena Alterio (Que nadie duerma), Mejor Actriz Protagonista; José Coronado (Cerrar los ojos), Mejor Actor de Reparto; y Ane Gabarain (20.000 especies de abejas), Mejor Actriz de Reparto.

Con casi todo el pescado vendido en lo cinematográfico, la única tensión de la gala de los Goya estuvo marcada, como por otra parte es habitual, por las reivindicaciones políticas y sociales. Tal vez la más sonada de ellas fue la última de la noche, cuando Pedro Almodóvar se dirigió sin nombrarlo al vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo (Vox), que había llamado «señoritos» a los trabajadores del cine español por las subvenciones que reciben. El director de Volver afirmó que «el dinero que los cineastas recibimos como anticipo lo devuelven con creces al Estado, además de crear miles de puestos de trabajo».

La carga ideológica de la gala estuvo presente desde el inicio con el alegato de los presentadores, Ana Belén y los Javis —Javier Ambrossi y Javier Calvo— que cargaron contra la violencia sexual tras el supuesto caso de agresión protagonizado por el cineasta Carlos Vermut. «Desde aquí queremos decir a las víctimas de violencia sexual que no están solas y que su testimonio es admirable y muy valiente. Que su valor para denunciar consiga que estas palabras se transformen en hechos. Aquí en el cine también se acabó», señalaron al inicio de la gala. «Es urgente que todos exijamos certezas de igualdad y eso pasa por condenar todos los abusos y la violencia sexual», añadió Ana Belén.

La reivindicación feminista se selló de una forma menos obvia con la concesión del Goya Internacional a Sigourney Weaver, una de las grandes damas del cine estadounidense de las últimas décadas. El reconocimiento se lo entregó J.A. Bayona: ya que su película se llevó casi todos los premios no estaba de más ayudar a repartir alguno.

Por su parte, la cantante catalana Rigoberta Bandini, ganadora esta noche de su primer Goya a Mejor Canción Original, dedicó su galardón a las personas del colectivo LGTBI que han tenido que «esconder su manera de ser». «Nunca más vulnerarán vuestros derechos», clamó Paula Ribó, el nombre real de la artista, quien fue reconocida por la canción ‘Yo solo quiero amor’, de la película ‘Te estoy amando locamente’. La artista relató que compuso la canción pensando en sus «amigos y familiares del colectivo que en el patio del cole tuvieron que esconder su manera de ser» al ser llamados, despectivamente «bolleras o maricones».

Otro de los temas recurrentes fue el conflicto palestino-israelí. La actriz Alba Flores (La casa de papel), encargada de entregar uno de los galardones pidió «paz para Palestina, por favor». Más allá fue Estibaliz Urresola, directora de 20.000 especies de abejas, que calificó de «genocidio» los ataques israelíes sobre Gaza.

También hubo menciones para la nueva Argentina de Javier Milei. Roberto Canessa, ganador del premio a Mejor Actor Revelación en la película de Bayona y originario del país sudamericano, pidió apoyo en el «momento delicado» que vive Argentina y exigió «que no se manche la cultura». También avisó sobre Milei el presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez-Leite.

Desde el otro lado del Charco, también el actor Gael García Bernal se acercó al micrófono para denunciar la «emergencia climática» que vive el planeta. El intérprete fue el encargado de entregarle el premio a Mejor Película Iberoamericana a La memoria infinita.

Los sucesivos discursos proclamas apenas fueron chispazos que no consiguieron encender una gala larga y previsible. Durante su transcurso se honró a Juan Mariné (Goya de Honor), a Pedro Almodóvar (por los 25 años de Todo sobre mi madre) y a la desaparecida Concha Velasco.

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