Las películas españolas dirigidas por mujeres crecen un 64% gracias al aumento de ayudas

La industria cinematográfica en general y la española en particular no atraviesan su mejor momento, al menos en lo que a recaudación se refiere. No obstante, hay una variable en el sector audiovisual patrio que no para de crecer en los últimos años, el cada vez mayor protagonismo de las mujeres.

Así lo muestran los datos recogidos en la Estadística de Cinematografía: Producción, Exhibición, Distribución y Fomento, publicada por el Ministerio de Cultura. El informe muestra que el número de películas dirigidas por mujeres se ha disparado un 124% desde 2017, de 33 a 74. De 2021 a 2022 el incremento ha sido del 64%. Además, el número de guiones con firma femenina ha crecido prácticamente en paralelo, pasando de los 31 de 2017 a los 69 de 2022, un avance del 122%.

De igual manera, los guiones escritos al alimón entre hombres y mujeres también han aumentado un 81% desde 2017 (y un 25% en el último año), hasta los 60 libretos. En resumen, las direcciones o los guiones con participación femenina se han más que duplicado en los últimos años.

Eso sí, en términos proporcionales, la situación está lejos de ser paritaria: del total de películas españolas estrenadas en 2022, las mujeres sólo dirigieron o codirigieron el 25,5%.

Las subvenciones ayudan

Al margen del innegable talento de muchas directoras y guionistas españolas, cabe apuntar a que uno de los motivos de este espectacular crecimiento en el número de producciones realizadas o escritas por mujeres tiene que ver con las subvenciones públicas.

Esas ayudas se han incrementado de modo particular en esta legislatura, por ejemplo cuando en 2020 el Gobierno aumentó del 50% al 75% el límite de subvenciones a películas dirigidas exclusivamente por mujeres. De esta forma, estas producciones podían sufragar con dinero público hasta las tres cuartas partes de su presupuesto.

No es la única partida que el Ejecutivo ha dedicado a este fin. Sin ir más lejos, el año pasado el Ministerio de Cultura concedió una subvención a la producción de largometrajes que rozaba los 20 millones de euros. De la dotación total, el 40% estaba reservada a las películas dirigidas por mujeres.

Éxitos con sello femenino

El caldo de cultivo propicio que estas ayudas públicas han creado ha permitido que florezca el talento de las cineastas españolas, que en los últimos años han estrenado películas de notable calidad, algunas de ellas muy premiadas internacionalmente. Es el caso de Alcarràs (2022), dirigida por Carla Simón y ganadora del Oso de Oro del Festival de Berlín, que cuenta la lucha de una familia de agricultores por continuar con su forma de vida. De la misma realizadora es Verano 1993 (2017), ganadora de tres premios Goya, un retrato de la orfandad a través de los ojos de una niña de seis años.

Otro ejemplo reciente es el de Cinco lobitos (2022), dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, en la que se relatan las dificultades de una madre primeriza y el papel del resto de la familia, la pareja y los abuelos, en el cuidado de la nueva criatura. La cineasta vizcaína se llevó el Goya a la mejor dirección novel y cosechó un buen puñado de galardones.

Por su parte, Pilar Palomero irrumpió con fuerza en 2020, con su primer largometraje, Las niñas, una mirada a la adolescencia entre las compañeras de un colegio de monjas. Además del Goya a mejor dirección novel, la película de Palomero se llevó los de mejor guion original y mejor dirección de fotografía.

Otra realizadora que ganó el Goya a mejor directora novel fue Belén Funes por La hija de un ladrón (2019). La película cuenta la historia de Sara, una joven de 22 años que vive precariamente pero que pondrá todo de su parte para sacar a su hermano pequeño adelante.