Erdogan abarata la opa de BBVA sobre el turco Garanti en 450 millones en solo una semana
El desplome de la lira a mínimos históricos reduce a 1.800 millones el coste de la operación de compra del 50% del capital que no posee
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha abaratado en solo una semana la oferta pública de adquisición de acciones (opa) de BBVA sobre el 50% del capital que no posee del banco otomano Garanti en casi un 20%. Esta es la caída que ha experimentado la lira turca frente al euro desde el lunes pasado, cuando el grupo español informó de su decisión de tomar la totalidad del capital de su filial. A día de hoy, tras el desplome de la moneda, tendrá que desembolsar unos 1.800 millones para hacerse con el control absoluto, frente a los 2.250 millones del anuncio, es decir, 450 millones menos.
Este es el lado positivo de la nueva aventura turca de BBVA, que se traducirá en un menor coste en el corte plazo. El único al que los directivos de la entidad española se pueden agarrar después de siete jornadas aciagas, en las que han tenido que sortear todo tipo de críticas y valoraciones negativas de los inversores por haber realizado esta apuesta tan arriesgada. Apuesta que, según señalan fuentes oficiales del banco a THE OBJECTIVE, se mantiene intacta a pesar de lo sucedido estos días, en los que ha quedado más que claro que Erdogan va a seguir reduciendo los tipos de interés a pesar de que el país sufre una inflación desbocada, del 20%.
Lo ocurrido a lo largo de esta semana pone de manifiesto que él es quien decide la política monetaria, no el Banco Central de Turquía, y que no está dispuesto a elevar el precio del dinero, como fija el manual monetario, para estabilizar la economía. Se espera que en diciembre el organismo disminuya de nuevo los tipos, después de que el jueves los recortara en 100 puntos básicos, hasta el 15%.
Injerencias en la politica monetaria
Con estas injerencias, que van contra la lógica económica, la lira se esta hundiendo a mínimos nunca vistos y a una velocidad que no se venía desde el verano de 2018, cuando Turquía comenzó a estar en el centro de las preocupaciones por su debilidad. Entonces, su crisis llegó a contagiar a otros mercados emergentes. Este martes la divisa se cambiaba a solo 0,07 euros, un nivel sin precedentes.
Pese a las dudas sobre la evolución del país del Bósforo, BBVA lo tiene claro y confía en su recuperación en el medio y largo plazo. Por eso, tiene previsto adquirir el 50% de su filial que aún no controla de Garanti y elevar a cerca de 9.000 millones el dinero invertido. Con ello espera duplicar el retorno que obtiene de esta filial, hasta los 1.200 millones anuales, y que el turco represente el 25% de los resultados totales, tanto como España en estos momentos.
Objetivos en el aire
Estas esperanzas penden de un hilo en estos momentos y podrían no cumplirse los objetivos previstos, porque más allá de que BBVA tenga protegidos la mayor parte (el 70%) de las ganancias de Garanti con coberturas para una devaluación de la lira, la bajada de los tipos de interés está causando una fuga de capitales extranjeros en Turquía y una subida de la morosidad en los préstamos (que no son pocos) en divisas internacionales, además de una disminución de los márgenes operativos del sistema financiero por su actividad tradicional.
En su plan a tres años, recientemente anunciado, BBVA prevé que Garanti sea la filial que más incremente los ingresos cada ejercicio, aunque en euros constantes, y su coste de riesgo (indicador que sirve para medir las provisiones necesarias por insolvencias) baje de los 170 a 150 puntos básicos en todo el periodo.
Los expertos ponen en entredicho que se pueda conseguir, sobre todo después de la deriva del país, y solo entienden la aventura del grupo que preside Carlos Torres como una forma de optimizar su capital sobrante (más de 2.200 millones descontada la opa sobre el turco) y de reducir el coste medio por cada acción de Garanti. BBVA adquirió el 50% que posee en la actualidad cuando la lira valía hasta siete veces más y cotizaba a 0,49 euros. Porque nada de los expuesto, como el potencial de crecimiento de la economía (3,5% de promedio) o la baja bancarización con una población relativamente joven, hacen pensar a los analistas que los pronósticos hechos por el banco vayan a lograrse. Todo lo contrario: lo que opinan es que BBVA ha incrementado su riesgo con esta opa.