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Economía

Ana Botín traspasa a su hijo mayor una de sus firmas patrimoniales de fincas agrícolas

La presidenta del Santander cede Inversora Oquendo a Felipe Morenés, dando así un nuevo paso para que la nueva generación de la familia controle la fortuna

Ana Botín traspasa a su hijo mayor una de sus firmas patrimoniales de fincas agrícolas

El hijo de Ana Botín, Felipe Morenés, junto a su madre. | EFE

La presidenta del Santander, Ana Botín, ha traspasado a su hijo mayor, Felipe Morenés, una de sus sociedades patrimoniales, Inversora Oquendo. La banquera ha dejado de ser socia de esta firma, dedicada a la gestión inmobiliaria y de fincas agrícolas, y su progenitor se ha convertido en accionista único, según ha podido saber THE OBJECTIVE.

Hasta principios de este mes de enero, Ana Botín era dueña mayoritaria de Oquendo a través del holding Pérgamo Inversiones, al ostentar un 93,8% del capital. El otro 6,18% estaba en manos de otro socio minoritario, de acuerdo con la información del registro de datos de Insight View.

La firma traspasada contaba con un patrimonio de 19,1 millones de euros a finales de 2021, fecha de los últimos datos disponibles. Un valor prácticamente idéntico al que Pérgamo ha reducido su capital social recientemente. Con ello, esta instrumental de Ana Botín ha rebajado un 90% sus recursos propios, hasta los 2,3 millones.

El paso dado por la presidenta del Santander es un nuevo movimiento en la saga familiar cántabra para que la nueva generación empiece a tomar el control de la fortuna, tal y como publicó este periódico. El año pasado una de la sobrinas de Ana Botín, Tatiana Shin, se convirtió en administradora única Nueva Azil, sociedad que forma parte del pacto de sindicación de accionistas de la familia en el banco cántabro. Esta compañía posee 9,132 millones de títulos del Santander, cuyo valor actual asciende a unos 28,5 millones de euros, además de otros activos, entre ellos inmobiliarios.

El primogénito de Ana Botín, especialista en inversiones inmobiliarias

Felipe Morenés cuenta con una trayectoria profesional amplia, especializada en el mundo inmobiliario y la banca de inversión. Fue durante años uno de los máximos responsables en nuestro país del fondo Lone Star. Tras su salida, emprendió un proyecto personal junto a su socio Juan Pepa para invertir en ladrillo y otros negocios.

El hijo mayor de Ana Botín lidera junto a Pepa el vehículo empresarial Stoneshield Capital, que desde hace un año tiene el 18,5% de la promotora Neinor, compañía de la que es consejero dominical. A partir de ahora, Felipe Morenés tendrá que dedicar parte de su tiempo a la gestión de la firma patrimonial de la familia cedida por su madre. Una sociedad que en la primavera pasada reforzó su capital de 2,69 a 8,87 millones de euros.

Inversora Oquendo, cuyo domicilio social está en una de las viviendas que dispone Ana Botín en el céntrico barrio madrileño El Viso, tiene entre sus activos varias participaciones en diferentes compañías que controlan propiedades rústicas y urbanas. Entre estas se encuentra Navas de los Corchos, que es propietaria de la explotación agrícola del mismo nombre.

Precisamente, desde hace poco tiempo, Oquendo y otro de los vehículos patrimoniales de Ana Botín, Cronje, tienen constituida una comunidad de bienes sobre esta finca ubicada en Córdoba, por la que comparten su administración y su cuenta de resultados. Así Cronje, firma que es titular de la mayor parte de las acciones que la banquera tiene en el Santander (una participación del 0,13%), tiene una sexta parte de esta explotación agrícola.

La patrimonial que ha pasado a ostentar Felipe Morenés además tiene en su balance, según la memoria anual de 2021, Akein Inversiones. Esta posee y administra fincas rústicas y urbanas por un valor de apenas 103.000 euros tras estar deteriorada su tasación con provisiones de siete millones. Asimismo, la compañía cedida por Ana Botín a su primogénito dispone de Inmoskye Asesores Inmobiliarios, con un valor contable residual.

Oquendo, que registra pérdidas operativas de 113.000 euros, tiene otorgado un crédito a Cortijo de Suerte Alta de 1,2 millones de euros, por lo que obtiene ingresos. La amortización de esta deuda está prevista para 2026 y el precio está fijado en el euribor más un diferencial de un 1,75%.

Ana Botín sigue siendo dueña de distintas compañías tras la cesión a su primogénito. Algunas de ellas están englobadas en Pérgamo. Este holding, además de ser titular de la totalidad de Cronje, ostenta Kyhecho y Kibaoni. Solo con las acciones que posee del Santander, la fortuna de la banquera alcanza los 70 millones de euros.

La presidenta del grupo cántabro tiene tres hijos, fruto de su matrimonio con el aristócrata Felipe Morenés. Además de Felipe, están Pablo y Javier, que viven fuera de España. Los dos han seguido los pasos de la estirpe familiar al trabajar para entidades internacionales, uno como banquero para ricos y otro como analista.

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