Las eléctricas temen que sus beneficios sean utilizados como arma en el 'superaño' electoral
Los resultados que presenten próximamente las grandes compañías pueden servir como argumento por algunos partidos para lograr votos
Imagen de un tendido eléctrico. | Europa Press
Los resultados anuales que irán presentando las eléctricas en las próximas semanas tendrán una doble cara para las energéticas. Por un lado, si los beneficios que se presentan siguen con la dinámica previa de los meses pasados, y son positivos, las grandes compañías podrán congratularse por su buen año 2022. Sin embargo -y como reconocen fuentes del sector a este periódico- también tendrán un lado negativo: servirán como arma política para los partidos del Gobierno, que usarán durante el superaño electoral que hay por delante: de las autonómicas a las generales.
Un escenario que puede dañar de nuevo la imagen de las compañías eléctricas y, por ende, su reputación. En los últimos meses, muchas de las eléctricas españolas han lanzado suculentas ofertas de gas y luz para atraer clientes. Si 2022 se había convertido para las energéticas en un año complejo por situarse en la mira continua de los ataques de Moncloa debido a los beneficios extraordinarios de las compañías en plena guerra en Ucrania, 2023 parece que no será un año diferente. Dos años, 2022 y 2023, en los que supuestamente las eléctricas tendrán que pagar el impuesto aprobado por el Ejecutivo.
Los meses que hay por delante se avecinan calientes. Por un lado, las energéticas se enfrentan al uso político de sus beneficios por parte de los partidos que se juegan los votos en cada punto del territorio español y, por otro, se dará, en principio, la guerra legal que llevan preparando las energéticas tras la aprobación del tributo contra las compañías eléctricas. Una herramienta que ha generado una gran discusión legal por el nombre oficial que recibió por parte del Gobierno: prestación patrimonial.
Hasta septiembre, las energéticas fueron publicando los beneficios que llevaban hasta el momento. Destaca algunas eléctricas como Iberdrola, que obtuvo un beneficio neto de 3.104 millones de euros en los primeros nueve meses. Según aseguró se debió a los «buenos resultados internacionales (principalmente en Estados Unidos -con Avangrid- y Brasil, con Neoenergia), así como un incremento del 14 % en las inversiones, hasta los 7.600 millones de euros.
Entre las otras grandes compañías se encuentra Naturgy, que publicó también sus resultados en los tres primeros trimestres. Según informó la compañía, obtuvo entonces un beneficio neto de 1.061 millones de euros, lo que representó un incremento del 36,6% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Por otro lado, el Ebitda (beneficios antes de intereses e impuestos) de la energética presidida por Francisco Reynés se situó en los 3.502 millones de euros a septiembre, con un incremento del 36,8%. «Se da en un entorno de persistente alta volatilidad en los mercados energéticos internacionales y en un momento de elevada incertidumbre regulatoria», apuntó la compañía. Además, otras eléctricas -como Acciona- ya avanzaron el pasado mes de noviembre que sus beneficios antes de impuestos aumentarían en 2022.
Superaño electoral
«El problema no solo es la guerra en Ucrania, sino las vertientes energéticas y financieras, que son las que están quebrando y generando esta crisis social», aseguró ayer la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. Un partido que se caracteriza por ser uno de los principales apoyos del Gobierno en esta legislatura. Este año hay en juego tres grandes citas en las urnas. Por un lado, elecciones autonómicas (excepto en Castilla y León, Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía), municipales y generales. Unos meses agitados en los que las eléctricas estarán presentes en cada mitin.
Aunque las cuentas anuales de las grandes energéticas aún se desconocen, todo indica a que estas serán buenas para los intereses de las eléctricas debido a los últimos resultados publicados (hasta el mes de septiembre) y a los primeros resultados que se están conociendo de algunas comercializadoras, que ya han desvelado sus cuentas anuales congratulándose del éxito.
