Vivendi y Slim pedirán un sillón en el consejo de Prisa tras la salida de Rosauro Varo
La elección del sustituto del todavía vicepresidente del consejo de administración podría marcar la lucha por el control del editor de ‘El País’
Joseph Oughourlian, presidente del consejo de administración de Prisa. | Europa Press
El grupo de medios Vivendi y el magnate mexicano, Carlos Slim, pedirán un asiento en el consejo de administración de Prisa aprovechando la salida de Rosauro Varo, que esta misma semana comunicó su renuncia para asumir la vicepresidencia de Movistar+. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes cercanas al proceso, los franceses y el mayor accionista de FCC quieren tener una participación acorde con su peso en el capital, que les debe un sillón a cada uno si se respetan los actuales parámetros de gobernanza.
Sin embargo, la realidad es un poco más compleja. No está claro que el presidente del Prisa, Joseph Oughourlian, ceda ante estas peticiones de grupos que no están conformes con su gestión en los dos últimos años, lo que podría hacer saltar por los aires la paz accionarial alcanzada en diciembre de 2020 con la salida de Javier Monzón como primer ejecutivo.
Por encima de todo está la disputa por el control de Prisa que —como ya informó este medio— se desarrolla en tres bandos diferenciados: el propio Oughourlian y Amber Capital; Vivendi; y el Banco Santander junto con Slim y los históricos rebeldes a la gestión del franco-armenio. Una guerra que ahora se ha precipitado tras la convocatoria de elecciones y la posibilidad cierta de que Alberto Núñez Feijóo sea el nuevo inquilino de Moncloa, a quien todos quieren agradar para intentar tener su apoyo de cara a un escenario sin Pedro Sánchez.
Consejo de Prisa
En esta batalla es clave la composición del consejo de administración, y la salida de Rosauro Varo hace saltar por los aires el statu quo que había mantenido Oughourlian los últimos dos años. De hecho, el presidente de Prisa hizo una última jugada para reforzar su poder al nombrar a dos nuevos consejeros la semana pasada, pasando de 15 a 16 los miembros en el máximo órgano de representación de la compañía. Se designó a Fernando Carrillo como consejero nominal e Isabel Sánchez como independiente.
El primero es el hombre fuerte de Prisa en Latinoamérica y muy cercano a Oughourlian, por lo que se da por descontado que su nombramiento es un claro movimiento defensivo. El problema es que el dueño de Amber no esperaba una renuncia de Varo solo días después de la recomposición a su medida del consejo, por lo que esta salida le ha pillado por sorpresa y le obliga a buscar soluciones de emergencia ante las prisas del resto de los accionistas.
La fecha clave será el 28 de junio, cuando se celebrará la Junta General de Accionistas de Prisa. En ese momento, Oughourlian prevé que se oficialicen los cambios aprobados la semana pasada en el consejo de administración, pero parece que todo se torcerá en las próximas semanas. Varo dejará el consejo de Prisa de manera inminente lo que obligará a buscarle un sustituto probablemente a partir del consejo ordinario que se celebre en un par de semanas.
Vivendi sube al 11,8%
En próximas fechas, tanto Vivendi como Slim pedirán un consejero cada uno, lo que trastoca radicalmente la actual composición. Para dar entrada a estos dos nuevos consejeros se requiere además la renuncia de uno de los actuales cinco independientes, lo que podría impactar en las normas de gobernanza que se requieren a las cotizadas.
Vivendi subió a un 11,8% del capital tras la última conversión del acciones y Slim lo hizo hasta un 7%. Este porcentaje permite a los primeros tener hasta dos consejeros y al mexicano estrenarse en el consejo. Los franceses ya tienen a un representante (Carmen Fernández de Alarcón, nombrada en mayo de 2021), pero optan a otro para reforzar su peso en el consejo de cara a buscar más participación y el control de la compañía cuando sea posible.
En el caso del empresario mexicano, ya tiene el 7% que le da derecho a tener un consejero en cualquier empresa cotizada si es que así lo desea. El anterior antecedente lo tenemos precisamente en Prisa donde a través de una Junta Extraordinaria realizada en septiembre del pasado año se designó a Andrés Varela como consejero, en su calidad de representante de Global Alconaba que en mayo adquirió el 7,1% del grupo a Telefónica.
Movimientos de Amber
Durante los últimos dos años, Oughourlian ha ido configurando el consejo de administración de Prisa a su medida tras forzar la destitución del hasta entonces presidente, Javier Monzón. Un directivo que contaba con el favor por el Banco Santander, los accionistas mexicanos Carlos Fernández, Roberto Alcántara y los hijos de Jesús de Polanco. Por su parte, Amber logró el apoyo del Gobierno, de Telefónica y posteriormente de Vivendi.
Se nombró precisamente a Rosauro Varo en la vicepresidencia como representante de Telefónica y a Javier Santiso. Posteriormente, ya en junio de 2022, se forzó la salida de Roberto Alcántara para hacer sitio a Andrés Varela y luego renunció el jeque Al-Thani por motivos personales, para ser sustituido por Pilar Gil, actual directora financiera del grupo.
No obstante, ahora la situación se complica con la salida de Rosauro Varo. Hasta la fecha el nuevo consejero de Movisar+ había sido fiel a la hoja de ruta de Oughourlian, pero tras su salida el núcleo de control se desequilibra. Está claro que el presidente de Prisa intentará sustituirle en la vicepresidencia por alguien afín, quizás por el recién designado Fernando Carrillo, pero el resto de los consejeros y el capital no se lo pondrá fácil. Vivendi quiere otro consejero y Slim también, con el objetivo de reforzarse de cara al escenario post elecciones.
Prisa y el nuevo Gobierno
De momento, el primer objetivo es conseguir esta representación en el consejo y no se descarta que si esto no se consigue en los próximos consejos, se pueda forzar algún tipo de cambio en la Junta de Accionistas de finales de este mes. Aunque es probable que finalmente no se llegue a este nivel de hostilidades, lo que sí está claro es que la entrada de estos dos nuevos consejeros pondrá en serio riesgo el actual núcleo de gestión de Prisa, muy fragmentado tras la ruptura de Amber con Vivendi.
En medio de todo este escenario están las elecciones generales que se han adelantado al próximo 23 de julio, casi un mes después de la Junta de Accionistas. Los tres bandos quieren reunirse con el PP y el propio Alberto Núñez Feijóo para buscar apoyos en un escenario posterior a las elecciones.
Todo vale en la lucha por el control de Prisa, una batalla en la que todos dan por descontado que habrá cambio de presidente de Gobierno y que se acabará el tutelaje editorial de Miguel Barroso y el control político de Pedro Sánchez. Un poder ejercido a través del decreto antiopas que ha bloqueado la entrada de inversores ideológicamente más alejados del Gobierno como Vivendi y Mediaset. Es así como la nueva etapa con Feijóo también abriría la puerta a la entrada de nuevos socios que puedan reforzar a quienes se terminen quedando con el control del grupo.
