THE OBJECTIVE
Economía

Miguel Barroso arrebata el control de 'El País' a Oughourlian agitando el fantasma de Vivendi

La mayor influencia del asesor de Pedro Sánchez en el diario escenifica la ruptura entre el presidente y el primer directivo del grupo Prisa

Miguel Barroso arrebata el control de ‘El País’ a Oughourlian agitando el fantasma de Vivendi

Joseph Oughourlian.

Miguel Barroso ha tomado completamente las riendas del diario El País apartando a todos los directivos de Prisa que han intentando influir en la línea editorial del periódico. El secretario de Estado de Comunicación de José Luis Rodríguez Zapatero actúa desde hace algunos meses como el editor exclusivo de la cabecera sacando de la ecuación incluso al presidente de la compañía, Joseph Oughourlian, y al consejero delegado de Prisa Media, Carlos Núñez, que han quedado relegados a un absoluto segundo plano.

Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, Barroso -que ha cumplido este mes dos años como consejero de Prisa y veinte meses como director editorial in pectore tras el nombramiento de Pepa Bueno como directora de la cabecera-, ha logrado incluso hacerse con el favor de una parte importante de la redacción y de mandos intermedios, gracias a que ha agitado el fantasma del desembarco de Vivendi como principal accionista de Prisa, lo que precipitaría un giro a la derecha en El País.

Un escenario en el que el principal beneficiado es Pedro Sánchez, que ha completado el asalto definitivo a El País a las puertas de las dos elecciones más importantes de la legislatura, pero que también ejemplifica perfectamente el divorcio entre Barroso y el principal accionista de la compañía, Amber Capital. El asesor áulico del presidente ha volado todos los puentes con Oughourlian, pese a ser su representante ante el consejo de administración, lo que además confirma la fractura entre Pedro Sánchez y el fundador del fondo de inversión.

Miguel Barroso, en una imagen de archivo.
Miguel Barroso, en una imagen de archivo (Agencias).

Entrada de Vivendi

La toma de control de Prisa por parte de Amber nunca hubiera sido posible sin el apoyo de Moncloa, ni tampoco el asalto de la SEPI a Indra se hubiese podido realizar sin el apoyo del franco armenio. Sin embargo, tras el sucesivo rechazo del Gobierno a la entrada de Vivendi -el único salvavidas posible para la crítica situación financiera de Prisa- el empresario ha intentado buscar apoyos fuera del Ejecutivo renegando se su pasado sanchista.

Una situación que ha aprovechado Barroso para consolidar su poder dentro del grupo y del diario. Las fuentes con las que ha hablado este diario indican que su control es total en todos los aspectos de la cabecera. Paradójicamente, Oughourlian ha asumido esta situación y ha cedido a cualquier intento de querer influir editorialmente a la espera de que Sánchez pierda las elecciones en diciembre y pueda prescindir de Barroso y dar entrada a Vivendi. Núñez en cambio, se ha refugiado en el control financiero y comercial del periódico.

Es así como el directivo no solo dirige con puño de hierro la línea editorial de El País hasta convertirla en una prolongación de la propaganda de Moncloa, sino que además elabora editoriales y envía mensajes a los redactores para que construyan informaciones y enfoques a su medida. Unas presiones que han ido a más en las últimas semanas a medida que los nervios en el Gobierno van aumentando y se pone en riesgo la reelección de Sánchez en diciembre.

Directrices de Barroso

Uno de los ejemplos más evidentes fue la cobertura del caso Ferrovial. Desde el primer minuto Barroso se puso al frente de la crisis y encargó una serie de reportajes que confirmaron la tesis de Moncloa, acusando a la compañía de antipatriota, de beneficiarse de contratos públicos y de no tener razones de peso para trasladar su sede a Países Bajos. Un acoso y derribo a Rafael del Pino y a la constructora que duró semanas.

Pero no es lo único. Las directrices de Barroso (y de Moncloa) afectan a la cobertura que ha hecho el diario sobre la crisis sanitaria poniendo el foco solo en Madrid y las comunidades gobernadas por el Partido Popular y obviando totalmente lo que pasa en Valencia, Asturias o el resto de España. El diario también se ha volcado en apoyar la agenda ideológica de Sánchez y más recientemente en apoyar sin fisuras la reforma de las pensiones de Jose Luis Escrivá.

La tesis de Barroso -y así se lo transmite a los altos mandos del periódico- es que si Pedro Sánchez pierde las elecciones de diciembre, automáticamente Vivendi se hará con el control de Prisa y forzarán un cambio drástico de línea editorial. Un nuevo periódico al servicio de la derecha, y de un Alberto Núñez Feijóo reforzado, acabando con una historia de inspiración progresista. De esta manera, muchos mandos medios ven en el control del emisario de Moncloa como un «mal menor».

Llegada de Feijóo

La realidad indica que Oughourlian lleva más de un año intentando vender la mayoría de Prisa a Vivendi y a la familia Bolloré, pero hasta la fecha Moncloa lo ha impedido alargando hasta finales de 2024 el decreto antiopas. Una herramienta que obliga a que todos los inversores extranjeros cuenten con el plácet del Gobierno para entrar en sectores estratégicos.

Mientras este escudo esté en vigor -mientras Sánchez siga gobernando- los franceses no podrán desembarcar. Por ello, el grupo lanzó un bono convertible que le permitirá a Vivendi hacerse con el control cuando se levante el veto, prohibición que el propio Feijóo ha dicho que retirará una vez que gane las elecciones. De esta manera, el temor en ciertos sectores de El País es real , lo que les lleva a avalar los movimientos de Barroso a cambio de mantener el diario en manos progresistas.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D