Un informe de la UE pide destinar más recursos y leyes al bienestar de los peces de acuicultura
Encargado por la Comisión Europea, el estudio apunta a medidas como un sistema de sacrificio más humano
La UE comienza a estudiar las medidas necesarias para el bienestar de los peces de acuicultura. | César Ortiz (Europa Press)
Un estudio solicitado por el Comité de Pesca de la Comisión Europea y presentado esta semana concluye que es necesario dedicar más recursos a investigar las formas y leyes más adecuadas para garantizar el bienestar de los peces de acuicultura.
El informe investiga el bienestar de las principales especies criadas en la Unión Europea y busca los puntos donde falta conocimiento, así como las necesidades de estos animales y los métodos más efectivos para garantizar su bienestar. Su objetivo es recomendar a la Comisión Europea ciertas políticas y medidas para avanzar hacia una nueva legislación en este ámbito, como ya ha ocurrido con los distintos sectores ganaderos, que esperan la propuesta legislativa referente a su producción este mismo año.
Aunque, como explican a THE OBJECTIVE desde la industria de la acuicultura, el proceso está aún en una fase inicial -nada en comparación con las propuestas concretas que ya se plantean en la ganadería– las recomendaciones del informe suponen un primer paso hacia la creación de una normativa que cubra aspectos específicos como el transporte o el sacrificio de estos animales.
Las recomendaciones del estudio, presentado por el Departamento Temático de Políticas Estructurales y de Cohesión, se centran en el apoyo a la investigación en este campo para lograr determinar las necesidades de las diferentes especies, el desarrollo de «métodos humanos de sacrificio», la formación de veterinarios y trabajadores del sector y algunos cambios concretos en la Directiva 98/58/CE, relativa a la protección de los animales en las explotaciones ganaderas.
Unos avances que, desde el punto de vista de la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), a diferencia de otros sectores, consideran necesarios, según explica a este periódico su gerente, Javier Ojeda. «Creo que poco a poco vamos avanzando y aunque vamos con unos años de demora en comparación con los animales terrestres, en la nueva remesa de reglamentos y directivas que se están trabajando ahora en Bruselas estarán los peces, por supuesto», dice este experto en acuicultura.
Más formación y recursos para investigar nuevas técnicas
«Se necesita una serie de acciones para salvaguardar el bienestar de los peces de acuicultura en el territorio de la UE», dicen las conclusiones del informe que, afirman los autores, «puede proveer una base sólida para un diálogo estructural entre las instituciones de la Unión Europea».
Uno de los puntos en los que más incide el estudio es en la necesidad de formar tanto a los trabajadores del sector como a los veterinarios para que conozcan y entiendan las técnicas y medidas «y certificar que el personal responsable es competente, bien formado y tiene las cualidades apropiadas para los requerimientos técnicos del sistema de producción».
También hace especial hincapié en la necesidad de apoyar con más recursos la investigación sobre diferentes aspectos, como el análisis del comportamiento de los peces en el espacio estudiado y la identificación de las necesidades de cada especie en las diferentes fases de la producción, especialmente durante el desarrollo temprano y la recolección.
Una investigación que debe incluir la creación de herramientas tecnológicas y el desarrollo de sistemas de puntuación para poder evaluar los diferentes sistemas y asegurar que se cumplen los estándares establecidos.
Además, el informe propone un cambio en la directiva que actualmente regula la protección de los animales en la ganadería e incluir modificaciones que especifiquen las medidas para evitar el sufrimiento en las operaciones de pesca e incluir los últimos avances científicos, así como establecer mecanismos de auditoría e incorporar a la ley un anexo con requisitos específicos por especies.
Como conclusión, resume que lo más importante sería crear indicadores de bienestar, sistemas de puntuación y actividades de formación, además de una actualización del marco normativo y un mayor apoyo a la investigación en este campo.
«El bienestar conduce a una mayor calidad del pescado»
Desde Apromar apuntan que, por el momento, están de acuerdo con el sentido que están tomando las propuestas legislativas que se están haciendo para el sector de la acuicultura. «Todo lo que ganamos en bienestar de los peces lo ganamos en calidad del producto final», afirma en una conversación con este periódico el gerente de la asociación.
Considera que es necesaria una normativa más específica, especialmente en lo referente al transporte de estos animales y los procedimientos para el sacrificio, con más detalle que la normativa actual. «El problema que hemos visto estos últimos años es que si se introducían estos cambios, no se convertían bien en obligaciones legales», dice Ojeda.
Explica que la dificultad de crear estas normas en acuicultura es mayor que en la ganadería debido al medio en el que ocurre: «Hay que tener en cuenta que el agua es un medio complejo en el que trabajar, no es lo mismo hacer algunas operaciones en seco que en agua».
Por eso han pedido que se tuviera en cuenta a la hora de elaborar las propuestas que se estudiara el proceso «de forma holística» y atendiendo también a la seguridad de los trabajadores y el producto final «y, por supuesto, que haya una economía que lo haga viable», dice Ojeda.
En cuanto a si las modificaciones supondrían un perjuicio económico para el sector, como aseguran desde la ganadería que ocurrirá si se aprueba lo propuesto en su ámbito, Ojeda afirma que, por el momento, «lo que vemos es todo lo contrario». «La salud de los peces es uno de los factores que más incide en el coste del pescado, si no crece bien o no progresa correctamente, eso supone mayores costes. Si les damos un ambiente y un trato que es beneficioso a su bienestar, al final tienen mejor salud y menos gasto», afirma.
Tiene en cuenta que el proceso está en una fase inicial, muy lejana a la de otros sectores como el avícola o el porcino, pero cree que esto es una ventaja, pues «nos permite llegar en una mejor posición, en un momento en el que todos entendemos que es importante».
