El Gobierno da por superada la crisis en Argelia sin entregar todavía las ayudas a las empresas
Se comprometió en junio a dar subvenciones a las compañías afectadas por el bloqueo a los productos españoles
El Gobierno ha transmitido a través de sus resortes mediáticos que la crisis diplomática y comercial con Argelia está en vías de resolverse, después de 20 meses de desencuentros por el giro de Pedro Sánchez en la histórica posición neutral de España por el Sáhara Occidental. No obstante, las fuentes empresariales consultadas por THE OBJECTIVE indican que pocas cosas han mejorado desde el punto de vista económico, y lo que es peor, todavía no se han entregado las esperadas ayudas a compañías afectadas por el boicot comercial del país africano.
Esta semana la patronal argelina, formada por empresas públicas dependientes del Estado, recibió al embajador español en Argel, Fernando Morán, y comunicó su apoyo a las empresas españolas de manera pública. Un hecho que se suma a que en noviembre volvió el embajador de Argel a Madrid, algo que fue interpretado por algunos medios como una puerta abierta para normalizar las relaciones económicas entre ambos países.
Sin embargo, las empresas consultadas por este diario indican que esta mejora no se ha dejado sentir todavía en el ámbito comercial y que hasta la fecha no se ha producido ningún impacto económico que ratifique estas aparentes buenas intenciones diplomáticas. Desde el Ejecutivo defienden que estamos en un proceso y que se están dando pasos en la buena dirección.
Exportaciones a Argelia
Las cifras publicadas por la Secretaría de Estado y Comercio indican que entre junio de 2022 y septiembre de 2023 (último dato disponible), las compañías españolas han dejado de exportar 1.748 millones de euros a Argelia, dinero que han dejado de ingresar en sus cuentas y que a algunas, en especial pymes, les ha hecho entrar en una situación «dramática» y con muchos problemas para seguir funcionando.
Hasta que existen registros no hay ninguna cifra que confirme que la situación -al menos económica- está mejorando. En 2022, las exportaciones a Argelia cayeron un 46% (unos 800 millones menos), mientras que las importaciones se dispararon un 59% debido a la compra de gas por la crisis energética. En total, el déficit comercial con Argel se más que duplicó hasta los 6.575 millones de euros.
El veto comercial de Argelia se activó en junio del año pasado tras las declaraciones de Pedro Sánchez ante el Congreso de los Diputados, ratificando el contenido de la carta enviada a Marruecos meses antes y donde apoyaba la solución de Rabat al conflicto del Sáhara Occidental. Esto supone que el impacto solamente afectó a la mitad de 2022 ya que en los meses anteriores las cifras de intercambios fueron mayoritariamente positivas.
Mejora en septiembre
Pero en 2023 la evolución ha sido mucho peor. Las exportaciones apenas han llegado a los 167 millones de euros, un 83% menos que lo registrado en igual fecha del año pasado. En cuanto a las importaciones también han caído (por una menor demanda de gas) hasta los 4.540 millones, un 47% menos. El déficit es ya de 4.373 millones cuando falta todavía incluir los últimos tres meses del año.
Un panorama desolador que no parece haber mejorado demasiado en los últimos tres meses. En julio la caída de las exportaciones fue del 0,4% y en agosto un 9,1%. En septiembre la mejora fue del 9,1%, con 28 millones de envíos, cifras en cualquier caso están muy alejadas de los datos anteriores a la crisis. Desde que estallara el boicot en junio de 2022 los envíos fueron de 68 millones y desde julio de ese año (14 meses después) no se han vuelto a superar los 28 millones mensuales.
Fuentes empresariales advierten que será casi imposible llegar a las cifras previas a la crisis cuando se ingresó una media de 170 millones al mes, aunque confían en que tarde o temprano se comience a regularizar la situación. En cualquier caso, advierten de que las prometidas ayudas del Gobierno siguen sin llegar, paradójicamente cuando ya se está hablando de que la crisis se ha resuelto.
Exportadores a Argelia
El Gobierno anunció en junio que repartiría ayudas directas de hasta 200.000 euros para empresarios afectados por la crisis con Argelia «con el objetivo de financiar buena parte del coste que hayan soportado«. En principio, se iban a aprobar antes de las elecciones del 23 de julio, pero casi seis meses después siguen sin concederse. Desde septiembre el Ejecutivo ya cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea, pero hasta la fecha las ayudas siguen entrampadas en procedimientos técnico-administrativos varios.
Desde ICEX se empezó a realizar hace varios meses una campaña de telemarketing en la que a las empresas se les ofrecía un diagnóstico potencial de internacionalización para otros países, así como servicios de ICEX adecuados al resultado de ese diagnóstico, en particular aquellos orientados a la diversificación de mercados de destino.
Por otro lado, desde el Ministerio de Industria se indica que todas las empresas afectadas por el bloqueo argelino que hacían uso para sus exportaciones de los servicios de seguro de Cesce han cobrado íntegramente la cantidad asegurada y no han sufrido quebranto económico alguno respecto a contenedores retenidos o no cobrados.
Avales de Cesce
Adicionalmente, Cesce cuenta con una línea para operaciones de avales y circulante dirigida a pymes y no cotizadas, denominada «línea de Fianzas para pymes y empresas no cotizadas en proceso de internacionalización», aprobada en 2013 y que ha experimentado sucesivas ampliaciones y modificaciones. Esta línea permite utilizar criterios flexibles a la hora de valorar el riesgo de crédito de, entre otras empresas españolas, aquellas cuyo balance se encuentra desequilibrado.
En este contexto, se incluye en la línea a aquellas empresas cuyo balance se haya visto afectado negativamente por el conflicto con Argelia, dándoles un tratamiento especial en cuanto a la prioridad en el estudio de las operaciones. El Gobierno también dice que para la mayor parte de las pymes, Argelia era su principal mercado de exportación, pero no de facturación y que algunas han buscado mercados alternativos, pero la mayoría se está centrando en el mercado español.