Sánchez logra una breve reunión con el Ibex en Davos con Galán y Del Pino y sin Botín
La presidenta del Banco Santander se ha acercado antes de saludar al presidente ya que tenía un acto a la misma hora
Finalmente Pedro Sánchez ha conseguido una breve reunión con los principales líderes del Ibex en Davos a la que también han asistido los díscolos Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, con quienes el Gobierno se ha enfrentado duramente en el último año. Según la información distribuida por Moncloa el encuentro se ha desarrollado «en un ambiente de cordialidad», aunque la realidad es que la reunión fue extremadamente breve y apenas dio tiempo para que los asistentes intercambiaran opiniones.
«Entre la docena de asistentes, se encontraban Ignacio Sánchez Galán y Rafael del Pino. Por su parte, Ana Botín se ha acercado antes a saludar al presidente porque tenían un acto a la misma hora», ha comunicado el Ejecutivo en unas breves líneas. Este diario había confirmado la asistencia del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete; la del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz; y la del presidente del BBVA, Carlos Torres. También acudieron Francisco Reynés, de Naturgy; José Manuel Entrecanales, de Acciona; José Luis Blanco, de Nordex; y Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa.
Este encuentro había generado gran revuelo por los recientes enfrentamientos entre el Gobierno y los grandes empresarios del Ibex. El propio Pedro Sánchez lleva un año culpando a las empresas de enriquecerse con la crisis económica y en este periodo se han enviado mensajes contrarios al sector como la puesta en marcha de los impuestos extraordinarios a energética y banca, las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o los movimientos para forzar la vuelta de las empresas a Cataluña.
Galán y Del Pino
Sin embargo, hubo poco espacio para el debate y para intercambiar opiniones ya que el encuentro fue breve y prácticamente no se dio la palabra a los empresarios. Solo Del Pino pudo realizar algún breve comentario que no fue replicado por Sánchez, según se puede apreciar en un vídeo de veinte segundos distribuido por Moncloa en el que se ven caras de tensión e incomodidad entre los asistentes del Ibex.
Moncloa indicó en su comunicado que Sánchez fue recibido «entre aplausos» al entrar a la sala, aunque no especifica de quién. A la reunión también asistieron el ministro de Economía, Carlos Cuerpo; el de Transición Digital, José Luis Escrivá; el de Exteriores, José Manuel Albares; y el director de la Oficina Económica, Manuel de la Rocha. La brevedad del encuentro fue justificada por los problemas para hacer cuadrar las agendas de todos los asistentes.
No obstante, el encuentro ha servido para que el Gobierno lo vendiese como un triunfo y la prueba de que la reconciliación con el Ibex es posible. Como había adelantado este diario el principal objetivo era lograr que los empresarios críticos asistiesen a la reunión, lo que se consiguió con la presencia de Galán -que el año pasado se ausentó y que lleva meses enfrentado con el Ejecutivo- y de Del Pino, que fue duramente criticado por Moncloa tras anunciar su cambio de sede social a Países Bajos. Sin embargo, las fuentes consultadas indican que la reconciliación con el sector sigue todavía muy lejana.
Mensajes al Ibex
Este reunión se produjo minutos después de que Sánchez realizase su intervención oficial en el Foro Económico Mundial de Davos donde ha pedido a los empresarios que actúen de forma responsable, piensen a largo plazo y «no se dejen arrastrar»»» por los «medios de comunicación y partidos políticos radicales» que se benefician al vender polarización y están obsesionados con presentar al Ejecutivo como rival sistémico. Un ataque velado a los medios que no ha gustado en el mundo empresarial del Ibex.
«España es un paraíso para aquellas empresas que quieran prosperar a través de la innovación, el talento, la energía limpia y barata, la estabilidad institucional e infraestructuras de primera línea. Para las empresas que quieran enriquecerse creando valor real y pagando un nivel justo de impuestos. Damos la bienvenida con los brazos abiertos a esas empresas», ha señalado. Según Sánchez, las empresas son esenciales para el crecimiento y el bienestar de un país, son las que crean empleo, innovación y contribuyen a la coherencia territorial, pero ha remarcado que eso «no ocurre en vacío».
«Las empresas y los empresarios son el producto de la democracia, el producto de un orden internacional basado en reglas y de un Estado de Bienestar que apoya a las clases medias y trabajadoras, que garantiza la paz social y garantiza niveles adecuados de capital humano y de prosperidad», ha recordado, tras advertir de que sin estos pilares, sus modelos de negocio colapsarían «como castillos de naipes».