El cambio climático mermará el oxígeno de los océanos hasta un 4% este siglo
Según un estudio, la pérdida de oxígeno oceánico está estrechamente relacionada con las emisiones de gases de efecto invernadero
El inventario mundial de oxígeno del océano ha disminuido un 2% entre 1960 y 2010 y se prevé que para el año 2100 esa cantidad se reduzca entre un 3 y un 4% adicional a causa del calentamiento global, con efectos dramáticos sobre los hábitats y las economías costeras que dependen de ellos. Así se desprende del informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en ingles) «La desoxigenación de los océanos: un problema de todos», presentado este sábado en la XXV Conferencia de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático[contexto id=»381816″] (COP25).
Según el estudio, la pérdida de oxígeno oceánico está estrechamente relacionada con el calentamiento y la acidificación de los océanos causados por el aumento de dióxido de carbono (CO2), a su vez consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y de la llamada fertilización de los océanos. La mayor parte del exceso de calor retenido por la Tierra es absorbida por los océanos, lo que inhibe la difusión del oxígeno de la superficie a las profundidades, y el aumento de nutrientes que llegan a través de los ríos promueve la proliferación de algas y el consiguiente aumento de la demanda de oxígeno, ha explicado Dan Laffoley, del programa de Ciencia y Conservación marina de la IUCN.
Según el informe, el promedio mundial de desoxigenación esconde unos cambios locales que podrían ser más severos en latitudes medias o altas y así, algunas simulaciones de modelos océanicos proyectan para el año 2100 una disminución del stock de oxígeno de los océanos de hasta un 7 por ciento en un escenario sin cambios. El estudio ha identificado más de 900 zonas costeras y mares semicerrados en todo el mundo objeto de los efectos de la eutrofización (enriquecimiento excesivo de las aguas con nutrientes o materia orgánica). De ellas, más de 700 tienen problemas de hipoxia (falta de oxígeno) -en la década de los 60 eran 45- y el volumen de aguas completamente agotadas de oxígeno se ha cuadruplicado, según el informe.
Los investigadores señalan que la combinación de la hipoxia inducida por la eutrofización se puede revertir si se adoptan las medidas necesarias, pero la hipoxia causada por el calentamiento del planeta es más difícil de combatir. Por eso, urgen a acometer un «esfuerzo drástico» de reducción de las emisiones de GEI para atenuar el índice de disminución del oxígeno de los océanos del mundo o desoxigenación, un nuevo problema de importancia mundial aún desconocido, ha subrayado la profesora Lisa Levin, del Scripps Institution of Oceanography. Porque, más allá de los daños provocados por acciones humanas como la sobrepesca, la contaminación, la destrucción de hábitats o los plásticos, no existe una variable ambiental de tal importancia ecológica para los ecosistemas marinos que haya cambiado tan drásticamente en tan poco tiempo a consecuencia de las actividades humanas como el oxígeno disuelto, ha señalado John Baxter, experto en Áreas Protegidas de la IUCN.
Según Baxter, aunque se conocen las causas, no se presta atención a las consecuencias que a largo plazo este fenómeno tendrá para la salud humana, la economía y la sociedad, como la pérdida de biodiversidad, cambios en la distribución de las especies, desplazamiento o reducción de los recursos pesqueros y cambios en los ciclos biogeoquímicos.
El informe apunta al océano como una de las fuentes de oxígeno para la atmósfera, aun cuando este representa solo un 0,6% del de la atmósfera.