THE OBJECTIVE
Beatriz Talegon

La paciencia ciudadana también se acaba

Los vecinos y vecinas de Burgos nunca han sido conocidos por su violencia. Algo debe estar pasando cuando la gente trabajadora, como es la de Gamonal, sale a la calle con tanta fuerza.

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La paciencia ciudadana también se acaba

Los vecinos y vecinas de Burgos nunca han sido conocidos por su violencia. Algo debe estar pasando cuando la gente trabajadora, como es la de Gamonal, sale a la calle con tanta fuerza.

Los vecinos y vecinas de Burgos nunca han sido conocidos por su violencia. Algo debe estar pasando cuando la gente trabajadora, como es la de Gamonal, sale a la calle  con tanta fuerza. 

Los medios de comunicación no facilitan una información heterogénea que nos haga entender qué está pasando en Burgos. Todos tratan de algún modo de justificar que las protestas que están teniendo lugar estos días tienen que ver con la modificación de una calle, la creación de un parking subterráneo que supondrá un derroche de millones según entienden muchos vecinos de la zona.

Cuesta entender que lo que comenzó siendo una manifestación pacífica, a día de hoy cuente ya con detenidos, represiones violentas por parte de la policía y una llegada masiva de anitidisturbios de otros lugares. No paran de llegar mensajes privados y a través de las redes sociales mediante los cuales burgaleses y burgalesas piden solidaridad y ayuda con las detenciones y abusos que están sufriendo. Todo muy desproporcionado si solamente nos centramos en el acontecimiento de la modificación de la calle Victoria. 

En los últimos años he conocido Burgos. Me une un cariño especial a Gamonal por mi amistad con uno de sus mejores embajadores, Diego Galaz. Aunque no conozoco a todos los que allí viven sé bien que es un barrio obrero, de gente que ha trabajado duro para tener lo que tiene. Que se sienten muy orgullosos de su tierra y que el barrio se respira y se siente vivo es una realidad. Y si los de Gamonal se quejan, permítanme que ponga en ellos casi toda mi confianza. 

Decía el alcalde de Burgos en un comunicado, que estas revueltas encierran algo más que es difícil de ver (sin especificar a qué se refiere). Me alegró ver que reconociera que había algo más allá de la remodelación del dichoso bulevar. Aunque dudo que estuviera pesando en lo mismo que yo. Dudo que se haya pasado el alcalde por el Patillas a escuchar lo que piensan de él y su gestión los que por allí se toman algo. Porque eso es lo que yo creo que está detrás de la revuleta: la ciudadanía está cansada de que le tomen el pelo, de que no escuchen a los vecinos de un barrio a la hora de «invertir dinero» en lo que realmente necesitan. Los de Gamonal querían mejoras en el alumbrado público, en la biblioteca municipal. Eso lo llevan diciendo mucho tiempo y parece ser que esto del parking ha sido la gota que colmó el vaso. 

No es que me alegre de los altercados violentos que han protagonizado algunos. No. Pero sí me alegro de que se vayan dando cuenta los caciques de que gobernar de espaldas a la ciudadanía (por mucho que hayan ganado unas elecciones) tiene sus límites en la paciencia de la gente. Y no se arregla con antidisturbios, sino con más democracia y gobernando para los vecinos y vecinas y no para empresas constructoras  a costa del dinero de todos. 

 

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