MyTO

Europa no es consciente de cuánto debe gastar en Defensa

«La integridad territorial de Europa requiere un incremento urgente de las inversiones en Defensa. Es el precio que los países deben pagar por la seguridad»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz

  • Madrid, 1990. Economista, analista financiero y profesor universitario. Más de 10 años de experiencia en proyectos de energía, banca, infraestructuras y agroalimentación. Formador del Instituto de Bolsas y Mercados Españoles e investigador de la Fundación de Estudios Financieros.

El último discurso de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y las reiteradas advertencias del Alto Representante para la Política Exterior Josep Borrell apenas levantan algunos titulares señalando la magnitud del reto en materia de seguridad y defensa. De nuevo, cuatro años después volvemos a tener encima de la mesa la amenaza de que si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca podría reducir la contribución de Estados Unidos a la OTAN si el resto de los países del bloque atlántico no aumentan sus gastos hasta el reglamentario 2% del PIB.

Ni la guerra contra Rusia por la ocupación parcial de Ucrania (de nuevo financiada la intervención antirrusa en su gran mayoría por Estados Unidos) ni otros conflictos aflorados o en ciernes relativamente cercanos a la UE han hecho despertar a los europeos del enorme reto que tenemos por delante.

Esta situación crea una tensión cada vez mayor para la Unión Europea, que se ve altamente amenazada por los conflictos en la proximidad de sus fronteras, un panorama que se agudizaría de perderse el apoyo tanto económico, como militar de EEUU en materia de Defensa. Para alcanzar la cifra objetivo del 2% establecida por la OTAN, la Unión Europea está obligada a invertir 342.605 millones de euros en Defensa hasta 2030, medido a precios constantes de 2015. Pero actualmente la cifra asciende al 1,74% del PIB, con lo cual hasta llegar al 2% faltan 38.128 millones de euros.

Cierto es que la amenaza que compartían los candidatos republicano y demócrata en 2016 no se ha llegado a materializar. Pero ahora, las presiones a las que está sometido el actual presidente demócrata Joe Biden por parte del público para reducir e incluso detener la financiación de la OTAN son mucho mayores que entonces. También es cierto que el entorno internacional no apunta a una reducción de gastos militares sino todo lo contrario. Del último análisis de las Naciones Unidas sobre gastos militares se desprende que la tendencia mundial es hacia el incremento de los presupuestos, tal como reflejan potencias de la talla de Japón o China. Y, en este escenario, una de las zonas clave para garantizar la seguridad mundial es el Viejo Continente. 

Varios países miembros de la UE ya han comenzado a expandir su gasto en Defensa. Concretamente, a la luz de los datos publicados por el SIPRI (Centro Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo), en 2023 se produjo un aumento del gasto de un 13% en Europa Central (fundamentalmente, Alemania, Austria y Polonia), como consecuencia del estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia.

«La OTAN funciona gracias a EEUU, que destina 743.259 millones de dólares anuales, más del doble que el resto de miembros»

En cualquier caso, sea Trump presidente o lo sea de nuevo Biden, la Unión Europea está obligada a desarrollar un plan de contingencia, el cual debe recoger el aumento de la inversión en seguridad y defensa, dado que es excesivamente dependiente de EEUU en materia de medios de inteligencia, logística, y despliegue. Dotarse de carros de combate, barcos o aviones no merecería la pena si no existe una dirección que decida. La inversión conjunta debería destinarse a la dotación de infraestructuras militares, y más allá de la modernización del equipamiento, uno de los puntos esenciales es el desarrollo de redes de telecomunicaciones e inteligencia cibernética.

Hoy en día, la OTAN funciona gracias al liderazgo de EEUU que destina 743.259 millones de dólares anuales constantes de 2015, más del doble que el resto de los 27 países miembros, reforzando el tutelaje que en cierta medida ejercen los norteamericanos desde 1945. Un porcentaje significativo de los miembros del bloque ni siquiera contribuye a la financiación en la medida en que les correspondería por su peso dentro de la organización. Así, mientras que EEUU gasta el 3,61% de su PIB, España no alcanza ni el 2% objetivo. España dedica actualmente el 1,26% de su PIB a Defensa. Para llegar al 2% tendría que invertir 10.600 millones de euros adicionales corrientes hasta 2030, cifra que probablemente sea mayor porque las inversiones previstas en los Presupuestos Generales del Estado para 2023 apenas han empezado a ejecutarse.

Desde 2016 ha aumentado el número de países que sí alcanzan el 2% (Grecia, Polonia, Estonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia, Francia, Hungría, Letonia, Finlandia y Reino Unido, que tras el Brexit ha dejado de ser miembro de la UE). Pero aún faltan países muy relevantes que incumplen sistemáticamente sus compromisos como Alemania e Italia. 

En suma, la integridad territorial de Europa requiere un incremento urgente de las inversiones en Defensa. Tal y como subrayaba Malcolm Knight, es el «dividendo» o precio que los países deben pagar por la paz y la seguridad, en el marco de un mundo globalizado y de una estrategia común hacia la que se encamina la UE. En este sentido, no son pocas las voces que reclaman una independencia cada vez mayor de EE UU y un plan ajeno a lo que se pueda acordar en el seno de la Alianza Atlántica.

5 comentarios
  1. Ciudadano_Keith

    Ya tenemos la parte logística medio resuelta con el artículo. Ahora viene lo bueno. ¿En quién tienen pensado que se vaya al frente a pegar tiros?

    ¿Yo?, ¿que vaya yo a jugarme el tipo mientras que está la peña de los intelectuales viendo el combate por YouTube? Va a ser que no. Que vayan primero los diputados (todos) y ya con los santos óleos en la frente nos jugaremos a los chinos quién los reemplaza.

  2. SUASORIAE

    – Finalmente, el gasto en defensa debe incluir los avances tecnológicos como satélites y el avance en el uso de las redes y la tecnología por la inteligencia militar. Es decir, implica invertir también en investigación y entrenamiento. Y una diplomacia profesional y sensata… que también es parte de la defensa.

    (PD: lo siento por quien haga de moderador… sorry)

  3. SUASORIAE

    A ver: segundo intento… elaborado… porque no entiendo la supresión…

    – Almacenar y producir armamento de última generación tiene principalmente una función DISUASORIA. Toda función disuasoria se basa en que induce en el potencial atacante la impresión de que es un hecho probable o al menos posible su uso en caso de necesidad. PERO si el supuesto atacante da por hecho que NUNCA van a usar dicho armamento, entonces, la disuasión es nula.

    – De ahí la objeción, desde un punto de vista estratégico a restringir el armamento útil a Ucrania y que necesita para ganar la guerra (nuestra guerra, nos guste o no), como los famosos misiles alemanes…

    – La separación de UK ha sido, como ya sabía Putin, un golpe en el aspecto defensivo para Europa. Habitualmente (solo hay que mirar las acciones mas recientes) son los que más y mejor gastan en defensa y la usan activamente cuando se consideran amenazados. Si hubiéramos esperado a que Europa o España defendieran sus intereses comerciales en el Mar Rojo… puede que estuvieran todavía… reunidos.

    – Debería ser evidente que Israel es clave para la defensa de Occidente ya que las amenazas de ambos son básicamente las mismas…

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