Begoña Gómez acudió a una reunión en Rusia con ministros africanos como «primera dama»
La esposa del presidente del Gobierno ocupó un lugar destacado en una cita en la que solo había políticos africanos
Ocurrió el 10 de septiembre del 2019, en la víspera de la 23º Asamblea General de la Organización Mundial de Turismo (OMT) en San Petersburgo. Según la información exclusiva a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, asistió a la reunión de la comisión de ministros africanos organizada por la OMT en calidad de «primera dama de España». Así le presentó el secretario general de la OMT, Zurab Pololikasvili, en el interior del Palacio Táuride, donde se congregaron los miembros de la Comisión Regional para África de la actual división de la ONU para el Turismo.
Las fotografías a las que ha tenido acceso este periódico ponen en evidencia la presencia de Begoña Gómez en un selecto grupo al que sólo asisten las autoridades africanas junto al secretario general de la OMT, organizador del evento, y al que no asistió ninguna otra empresa privada además de la entonces directora del IE African Center. Según fuentes presenciales, su aparición llamó la atención a muchos de los presentes que se extrañaron por la invitación a la mujer del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la gratitud con la que anunció su presencia el secretario general «a la primera dama de España».
Un «lobby de lujo»
La sorpresa venía por la naturaleza de un encuentro al que «teóricamente asisten sólo ministros y el secretario general, así como las delegaciones africanas» y en la que se percibió como «un lujo» que invitaran a Begoña Gómez «a una reunión al máximo nivel, siendo representante de una empresa privada y no de una institución pública». En una de las instantáneas a las que ha tenido acceso este diario, aparece la esposa del presidente en primera fila de una de las salas del Palacio Táuride. Una posición prominente tratándose de la directora del IE African center, puesto al que había accedido apenas un año antes, en agosto del 2018, y que le sirvió para hacer «lobby empresarial», según denuncian las citadas fuentes consultadas.
La exministra Maroto, «de palmera»
Begoña Gómez fue una de las invitadas a la 23ª Asamblea General de la OMT y participó al día siguiente en el encuentro en el plenario en San Petersburgo, al que asistió como entidad privada y no fue integrada en la delegación española, formada por la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, y su equipo, que asistió «de palmera a la alfombra roja» para la mujer de Pedro Sánchez. Junto a ella, participaron también el entonces consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, y Víctor Gonzalo de Aldama, como «asesor de Globalia», según consta en el listado de asistentes al cónclave. En representación del holding empresarial de los Hidalgo, asistió también Lisandro Menu Marque y los dos representantes de Wakalua, Luis María Ureta y Leticia Lauffer. El primero de ellos fue uno de los responsables de realizar una ponencia presentación como uno de los ponentes del evento.
Como adelantó THE OBJECTIVE, Begoña Gómez, Hidalgo y Aldama mantuvieron su primera reunión privada tras la conferencia de la OMT en San Petersburgo, que tuvo lugar en el hotel en el que se alojaban ambos. En este encuentro, la mujer del presidente del gobierno le solicitó ayudas de patrocinio para el IE African Center, e Hidalgo le solicitó también ayuda por parte del Gobierno para conseguir subsanar una deuda de una empresa filial de Globalia, Autocares de Levante S.L, que estaba bloqueando un proyecto de rehabilitación de pueblos bonitos en el que su padre, Pepe Hidalgo, había invertido parte de su patrimonio. Una deuda de 717.000 euros que se subsanó apenas dos meses después de este encuentro y que, según fuentes de Globalia consultadas por este periódico, se hizo gracias a una aportación de capital de 1.200.000 euros.
Reunión con Hidalgo
Begoña Gómez viajó hasta la ciudad rusa en un vuelo de línea regular. Javier Hidalgo y Aldama lo hicieron en un vuelo privado. En un primer momento, se barajó la posibilidad de que la mujer de Pedro Sánchez fuese en el avión privado del entonces CEO de Globalia. Sin embargo, según fuentes conocedoras del viaje, por «precaución» decidieron trasladarse a San Petersburgo por separado. El encuentro se produjo el 11 de septiembre en el hotel en el que los tres se hospedaron. A medianoche, Begoña acudió a la sala en la que se encontraba Hidalgo, donde también estaba Aldama. Según ha podido saber este periódico, la esposa del presidente del Gobierno ordenó a los escoltas que le acompañaban que se retirasen.
En dicha reunión, Hidalgo pidió a la mujer del presidente del Gobierno que le ayudara con una deuda que tenía Globalia en el negocio del transporte por autobuses, que estaba bloqueando un proyecto que el presidente de la compañía, Juan José Hidalgo, quería acometer antes de la pandemia para rehabilitar pueblos sostenibles y recuperar oficios tradicionales. Un proyecto en el que había puesto a su disposición, como aval, todo su patrimonio personal, según fuentes conocedoras de la operación. La deuda referida responde a las pérdidas que una de las filiales de la compañía, Globalia Autocares Levante SL, tenía tras haber intentado operar la concesión de la ruta entre Alicante y Cartagena (Murcia) desde el año 2017. Concesión que sigue en vigor, ya que se adjudicó por un periodo de diez años.
Las citadas fuentes confirman que en dicho encuentro Gómez también mostró interés en que la compañía Globalia, que se quejaba de tener «una mano negra» que impedía sacar adelante determinados proyectos, pudiera actuar a cambio ayudando al IE African Center, que dirigía Begoña Gómez desde agosto de 2018. La petición de Javier Hidalgo a la mujer del presidente del Gobierno se produjo apenas tres meses antes de que se retratara públicamente a Javier Hidalgo y Begoña Gómez en unos premios de startups de la empresa Wakalua, filial de Globalia creada ad hoc para estrechar lazos con la mujer del presidente, como adelantó este diario.
