Un empresario venezolano pidió ayuda a Koldo García por una estafa de Víctor de Aldama
Los investigadores no han podido precisar la identidad de la persona que se entrevistó con el asesor de Ábalos
Koldo García y Víctor de Aldama. | Ilustración de Alejandra Svriz
La trama conocía los tejemanejes de Víctor de Aldama. El propio Koldo García informó a Juan Carlos Cueto, presunto cerebro de la red, de que un empresario de Venezuela quería «agredir» al presidente de Zamora CF porque «le había estafado y robado». La información aparece en uno de los autos del caso al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Los investigadores no han podido precisar la identidad de la persona que se entrevistó con el asesor del exministro José Luis Ábalos en compañía de un amigo suyo «de los verdes», que podría ser el guardia civil Rubén Villalba, destinado en el país latinoamericano.
La Guardia Civil interceptó el pasado 19 de septiembre una llamada en la que Koldo y Cueto charlan de Aldama. El asesor de Ábalos explica a su interlocutor que le dijo que «había que moverse que en estos momentos estaba el susodicho en Miami». Los investigadores han constatado que el presidente del Zamora CF se encontraba en esos momentos en Estados Unidos.
Koldo García prosigue y cuenta a Cueto que un empresario de Venezuela le ha pedido ayuda para un tema que no especifica. Esa persona, además querría «agredir» a Aldama porque le habría «estafado y robado». El asesor de Ábalos afirma que se lo contó el propio interesado durante una reunión en persona a la que habría acudido con un amigo suyo «de los verdes» que «se va ahora para allá» (en alusión al país latinoamericano) cinco años y que a él le había abierto «un par de puertas».
Los socios de Aldama
De la conversación se desprende que ese amigo puede ser Rubén Villalba, el guardia civil detenido el pasado 3 de marzo en el aeropuerto de Barajas con casi 5.000 euros repartidos en 1.724 billetes de distinta cuantía. Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) a la que ha accedido este diario acredita que el agente viajó a Caracas el 4 de octubre del año pasado junto a Ignacio Díaz Tapia, uno de los socios de Aldama, uno de los presuntos cabecillas del entramado que obtuvo nueve contratos públicos para la compra de mascarillas por valor de 53 millones de euros.
Cuando Koldo comenta a Cueto lo que le había dicho el empresario venezolano sobre Aldama, le asegura que intentó echar una mano a su presunto socio, respondiéndole: «A mí me resolvió los problemas que tenía para poder ejecutar y traer lo que yo necesitaba de fuera». Los investigadores deducen de esa revelación que el asesor de Ábalos podría referirse a la intermediación del presidente del Zamora CF en la compra de las mascarillas cuya adquisición se investiga.
«El hecho de que Cueto se dirija a Koldo tras mantener un encuentro con Aldama implicaría que este se encuentra en un escalón superior de decisión y que la inspección de la Agencia Tributaria (AEAT) sería una preocupación compartida», destaca la Guardia Civil en sus informes.
Los investigadores han acreditado que Koldo estuvo reunido en Venezuela con Díaz Tapia, lo que a su entender evidencia un vínculo directo con Aldama a través de terceros de su confianza que podrían estar actuando en su representación. No obstante, no han podido averiguar la identidad del empresario venezolano al que se refiere el antiguo colaborador del exministro de Transportes.
Empresario y espía
En otra llamada intervenida por la Guardia Civil, una trabajadora de Cueto pregunta al empresario en qué punto de enemistad estamos con «los señores estos», en referencia a Aldama y uno de sus socios. Una conversación que lleva a pensar que la persona a la que se refiere Koldo podría ser Jorge Brizuela Guevara, El venezolano, un empresario vinculado a los servicios secretos de Nicolás Maduro que se ha movido como pez en el agua en España.
Brizuela es responsable de Pronalab, un laboratorio especializado en PCR con varias sedes en Latinoamérica y una pieza clave para el blanqueo del dinero procedente de las mordidas de la trama Koldo, que tiene a Aldama entre sus socios y en la que aparece vinculado Díaz Tapia desde 2022. La Guardia Civil sostiene que una de sus trabajadoras, Aranzazu Granell, Arancha, era la encargada de contar el dinero en efectivo que llegaba a la República Dominicana.
