Ansiedad

La ansiedad del héroe

La ansiedad del héroe

«En la antípoda del héroe no habita el fracasado, sino la persona corriente, que sufre, padece y tropieza. Es lo que somos la mayoría: personas incapaces de tirar el último penalti»

Una fatiga crónica y mucha incomprensión, así es vivir con lupus

Una fatiga crónica y mucha incomprensión, así es vivir con lupus

Provoca una fatiga crónica, dolor en las articulaciones y problemas en la piel y en ocasiones afecta al funcionamiento de los riñones, el corazón, el cerebro y los vasos sanguíneos. A menudo, afecta a la vida social y a las actividades cotidianas de los cinco millones de personas que lo sufren. Sin embargo, el lupus es una enfermedad desconocida para el 51% de la población. Además, un 41% de los que sí conocen el lupus no son capaces de nombrar ningún síntoma de esta enfermedad que no tiene cura.

La edad de la ansiedad

La edad de la ansiedad

En 1948, el poeta inglés W. H. Auden publicó un largo poema titulado The Age of Anxiety, que le valió el premio Pulitzer. El mundo salía de una guerra mundial y se abocaba a la Guerra Fría, con Europa dividida en dos mitades. La inicial era de la ansiedad fue una época de inquietud ante el creciente poder del comunismo y la amenaza real de un conflicto atómico entre la URSS y los Estados Unidos.

Diego Figuera, un psiquiatra contra la sobremedicalización de la salud mental

Diego Figuera, un psiquiatra contra la sobremedicalización de la salud mental

Diego Figuera Álvarez –como todos nosotros– está marcado inevitablemente por la huella del padre, que hizo lo posible por que el pequeño renunciara al deseo inamovible de ser psicólogo. Su padre, que no solo fue un cirujano cardiovascular de prestigio internacional, sino que fundó el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, inventó decenas de utensilios médicos y mereció obituarios laudatorios en todos los periódicos del país, fracasó por partida doble en el esfuerzo de orientar las trayectorias de sus hijos: de los cuatro que tuvo, dos le salieron del gremio. “Mi padre quería que yo fuera arquitecto”, sonríe. “Pero siempre quise ser psicólogo”.

El síndrome de Ulises, cuando la soledad y el miedo se apoderan del migrante

El síndrome de Ulises, cuando la soledad y el miedo se apoderan del migrante

Fátima tiene 12 años. Vivía en Siria. Un día, yendo al colegio, fue testigo de cómo una bomba caía sobre sus amigos, que caminaban delante. La guerra le obligó a ella y a su familia a trasladarse al Líbano. Durante un año, debido al miedo y a la ansiedad, se encerró en su casa. No quería ir al colegio o hablar con otra gente porque pensaba que, si salía a la calle, le pasaría lo mismo. Tampoco quería conocer a otros niños para evitar que vieran su deformación en los pies. Necesitó un año de apoyo social para salir y relacionarse de nuevo.

El vanguardista dispositivo que lucha contra la depresión conectándose con nuestro cerebro

El vanguardista dispositivo que lucha contra la depresión conectándose con nuestro cerebro

La depresión arrastra a demasiadas personas en todo el mundo. Los datos abruman: en el mundo hay más de 322 millones de personas que la sufren, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellos, 2,5 millones los encontramos en España, lo que representa a cinco de cada 100 personas. Además, a nivel internacional hay 788.000 suicidios registrados. Está claro que con las soluciones médicas al alcance, si bien ayudan a reducir el impacto de la depresión, no la eliminan por completo. Es por esta razón que los investigadores buscan nuevas fórmulas para erradicarla. La última de ellas se ha basado en la estimulación del nervio vago.

¿Estamos desperdiciando el potencial de las drogas psicodélicas para curar enfermedades?

¿Estamos desperdiciando el potencial de las drogas psicodélicas para curar enfermedades?

El interés por las drogas psicodélicas como herramienta para tratar enfermedades psicológicas creció como la espuma en los años 50. De hecho, como informa la revista Futurity, en Estados Unidos se produjeron más de un millar de estudios durante ese periodo. La esperanza de los científicos consistía en comprobar la supuesta efectividad de estos psicoactivos en la lucha contra la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático y algunas adicciones. Sin embargo, todo se frenó en los años 60 y 70. Las posiciones más conservadoras atacaron el fenómeno, generalmente vinculado al hecho ocioso que tenía su consumo en ciertas dosis –recuerden la revolución hippy–, y echaron definitivamente por tierra el trabajo de los años anteriores en 1971, después de una convención de las Naciones Unidas.

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