«Hemos realizado los cambios necesarios en nuestras tripulaciones para adaptarnos a las (nuevas) exigencias» de la administración Trump, agregó Emirates, cuyos empleados son originarios de varios países, incluidos los afectados por el decreto de Trump. La compañía subrayó que «sigue realizando, como está previsto, sus vuelos regulares a Estados Unidos» y que «ninguno de sus tripulantes se ha visto, hasta ahora, afectado» por el nuevo reglamento.
Trump firmó el viernes un polémico decreto que prohíbe durante tres meses la entrada en Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana: Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Se exceptúan las personas en poder de visas diplomáticas y oficiales y aquellas que trabajan para organismos internacionales.