La buena puntería de María Gainza
«La relación que Gainza parece mantener con el arte es muy natural, y bastante horizontal»
«La relación que Gainza parece mantener con el arte es muy natural, y bastante horizontal»
La novela del escritor, ‘Garravento. La garra al viento’, ha llevado a varios poetas a componer versos sobre sus personajes
El autor explora este concepto en su última obra gráfica
«No hay nada más sencillo que saber quiénes eran los buenos críticos del pasado, pero no por si “acertaban” o no en sus juicios, sino por su modo de acertar»
«¿Por qué no podríamos sentirnos tentados de inferir y extraer el sentido de nuestra vida a través de la expresión literaria de una experiencia ajena?»
«Las fotocopias más cutres y más infestadas de errores y chapuzas serán siempre mejores que el archivo informático más pulcro y mejor maquetado»
«Los críticos, en fin, somos esos ingenuos que tratamos de que el listón de las cosas permanezca todo el tiempo posible en una altura decente»
60 años después del suicido de la genial poeta norteamericana, se publica la edición española de su última biografía, finalista del Pullitzer
«La gente que merece la pena acepta las objeciones que les haces o saben comprender el acallamiento al que, piadosamente, sometes sus obras maestras»
El escritor y periodista Basilio Baltasar presenta su nuevo libro, una refinada antología de ensayos publicada por KRK Ediciones
«En España un libro es alabado incondicionalmente o resulta completamente indiferente. No hay término medio. En este país no existen las reseñas negativas»
Hojeé ‘El hombre que caminó a la Luna’ y me leí esa primera página y quise más. La precisión de la prosa es admirable
«Las bibliotecas serán una inversión ruinosa, pero vienen a ser la expresión física de nuestra solitaria vida mental»
«Hay que buscar una crítica que dé placer, se enrede con palabras de muchos y colabore con la lectura de otros tantos, pero que no nazca para consolar, nunca»
«Si sabemos que la poesía es tan constitutiva de todo lo que somos y lo que hacemos, ¿cómo no nos hemos esforzado por explicarlo un poco mejor?»
«La obra de Rachel Cusk se apoya en una intuición: cuando embellecemos la verdad, se vuelve mentira»»»
George Steiner es probablemente el último gran representante de un tipo de figura intelectual que ya difícilmente tiene verdaderos continuadores
«El mundillo literario puede tener su gracia, pero es otra cosa. Lo mejor del autor está en sus libros»
Jorge Freire nos deleita con sus mejores críticas literarias cada dos sábados en nuestro espacio cultural Geórgicas
El artista canadiense de origen judío no solo es objeto de estudio en cuanto a su creación musical y literaria. La búsqueda espiritual que llevo a cabo durante toda su vida y su visión sobre la feminidad despiertan el interés de los ensayistas.
En una de sus novelas, Julian Barnes se burlaba de las coincidencias un tanto inverosímiles que poblaban la gran saga de Anthony Powell, “Una danza para la música del tiempo” –escrita entre 1951 y 1975-, en la que los personajes –muchísimos, casi quinientos- se encontraban fortuitamente a lo largo de los años en fiestas de debutantes y en cantinas militares y en hoteles solitarios y en congresos de literatura celebrados en Venecia. Y para ello, Barnes se inventaba la historia de doce comensales que coincidían en una cena y que al poco rato descubrían que todos ellos acababan de empezar a leer “Una danza para la música del tiempo”.
El título de este artículo procede de un poema de Elvira Daudet. El verso en cuestión reza: «Mas no temas, los bárbaros no vienen / ya están aquí, sois vosotros». Lo descubrí al leer Paraíso imperfecto, la tercera novela de Juan Laborda Barceló, en cuyo frontis figura. No dejé de darle vueltas. Cuando, meses después, leí el gran ensayo de Laborda En guerra con los berberiscos, abrigué la intuición de que estos, los berberiscos, que vivían extramuros de los límites fronterizos del imperio español, representaban el mismo papel que aquellos que en la antigua Roma habrían recibido el nombre de bárbaros.
Su periódico local quería suprimir la crítica literaria para reducir gastos, pero el escritor Stephen King ha logrado, con unos pocos tuits, salvar la sección amenazada, una victoria para el literato en la lucha por la supervivencia que sostienen muchos medios estadounidenses golpeados por la crisis. La historia comenzó el viernes cuando Stephen King, maestro de la literatura de terror y fantástica, anunció que The Portland Press Herald, uno de los principales diarios de Maine, donde él vive, iba a eliminar la sección dominical dedicada a los libros que tienen alguna relación con este pequeño estado fronterizo de Canadá.
Tiene los talones mordidos por la muerte, que le lleva persiguiendo desde niño. Mientras los hijos de los otros jugaban a la pelota, el pequeño Juan Cruz (Puerto de la Cruz, 1948) descansaba en la cama vencido por el asma, jugaba a escribir cartas e imaginaba romances. En aquellos tiempos, su madre abría la puerta a las mujeres con maridos en Venezuela para que el niño les escribiera cartas. Todas comenzaban igual: “Querido fulano, me alegro de que al recibo de esta mi carta te encuentres bien de salud. Nosotros por aquí bien, gracias a Dios”. Las cartas y la radio eran sus distracciones. Su familia malvivía por su enfermedad, sus hermanos trabajaban durante el día y se mantenían en vela la noche entera porque sus ataques de asma eran terribles. Su madre no hacía otra cosa que pensar en el pequeño.
Tiene los talones mordidos por la muerte, que le lleva persiguiendo desde niño. Mientras los hijos de los otros jugaban a la pelota, el pequeño Juan Cruz (Puerto de la Cruz, 1948) descansaba en la cama vencido por el asma, jugaba a escribir cartas e imaginaba romances. En aquellos tiempos, su madre abría la puerta a las mujeres con maridos en Venezuela para que el niño les escribiera cartas. Todas comenzaban igual: “Querido fulano, me alegro de que al recibo de esta mi carta te encuentres bien de salud. Nosotros por aquí bien, gracias a Dios”. Las cartas y la radio eran sus distracciones. Su familia malvivía por su enfermedad, sus hermanos trabajaban durante el día y se mantenían en vela la noche entera porque sus ataques de asma eran terribles. Su madre no hacía otra cosa que pensar en el pequeño.
‘Cómo acabar con la escritura de las mujeres’ es un irreverente y exhaustivo ensayo en el que Joana Russ examina las fuerzas que sistemáticamente impiden el reconocimiento del trabajo creativo de las mujeres.
Vuelve Rupi Kaur con ‘El sol y sus flores’, libro que debutó en inglés en el número 1 de la lista de best sellers de ficción de bolsillo de The New York Times.
Heather logra ser un libro lo suficientemente entretenido como para llegar hasta el final, el debut literario del autor de una de las series más exitosas de los últimos tiempos no tiene comparaciones con sus creaciones precedentes.
Resulta que los designios de la “crítica literaria”, y mira que odio recurrir a esta etiqueta entrecomillada, son tan inescrutables que incluso cuando uno pensaba que el ruido había terminado todavía queda espacio para intuir alguna nuez inesperada. Me explico. Días ha escribí un artículo de opinión, y recalco el término “opinión” por si la constante aparición de la primera persona del singular no bastara para aclararlo, en el que enumeraba diez libros que yo consideraba sobrevalorados. El texto causó algo de revuelo por atacar a figuras de la literatura universal de la talla de Lorca o de Neruda. Es obvio que siempre han existido ídolos que sólo dan pie a la contemplación y no a la crítica, y obviarlo me costó no pocos aullidos y alguna que otra caricia. Cuando este ruido, clásico en el foro en el que se mueven las letras hoy, hubo cesado, llegó hasta mí una crítica a dicho texto firmada por don Camilo José Cela Conde.
Ruiz Zafón regresa por última vez a esta biblioteca imaginaria y brumosa a la cual acudió hace más de una década un niño de diez años aferrado a un lomo con premoniciones malditas.
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