Hay que ver lo poco que sabemos sobre Islandia: las canciones de Björk, las celebraciones vikingas de su selección de fútbol, sus prisiones llenas de banqueros. Qué poco sabemos, más bien nada, sobre cómo desayunan, cómo visten, ¿se enamoran igual? Entrevistar a un autor islandés como Bergsveinn Birgisson, quien en realidad vive en Noruega pero ambienta esta novela suya –Para Helga (Lumen)– entre la Islandia rural y la urbana, es una oportunidad para resolver algunos misterios. Sin embargo, obviamos la topografía por completo y nos zambullimos en cuestiones más porosas.