Tras una mejoría pasajera, el ex jefe de Estado cayó en un «coma profundo» el 26 de diciembre, después de un «episodio agudo» cuya naturaleza no fue desvelada. Fundador del Partido Socialista portugués, ministro de Relaciones Exteriores, dos veces jefe de gobierno, presidente de la República de 1986 a 1996 y eurodiputado, Soares fue un personaje imprescindible de la democracia portuguesa.
«Nunca me he considerado especial. Soy alguien normal», manifestó Soares en una entrevista publicada en febrero de 2015. Abogado de formación, se inició pronto en política como opositor a la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar. Su papel fue particularmente importante al día siguiente de la Revolución de los Claveles de 1974, un golpe de Estado militar que puso fin a 48 años de dictadura y a trece años de guerras coloniales. Artífice de la adhesión de Portugal a la UE, en 1986, denunció, 25 años después, la falta de solidaridad de los grandes países europeos que, según él, habían «olvidado el proyecto de los padres fundadores» para dejarse guiar por un «capitalismo salvaje».
Su última aparición en público fue en septiembre, con ocasión de un homenaje dedicado a su esposa, la actriz y filántropa Maria Barroso. Casados en 1949, la pareja tuvo dos hijos, uno de los cuales Joao Soares fue alcalde de Lisboa y ministro de Cultura.