“La democracia requiere un sentimiento básico de solidaridad, la idea de que más allá de nuestras diferencias estamos en esto juntos. Crecemos o nos hundimos juntos”, dijo el mandatario. En su visión, “todos nosotros, independientemente del partido político, tenemos que lanzarnos a la tarea de reconstruir nuestras instituciones democráticas”, y tratar de “reducir la corrosiva influencia del dinero en nuestra política”.
Además, en su discurso, frente a unas 18.000 personas, lanzó un ataque frontal contra el Partido Republicano en general y Donald Trump en particular, aunque sin citar a nadie por su nombre. “El cambio solo se produce cuando la gente normal se involucra”.
Por otro lado tampoco faltaron los elogios a su mujer, Michelle, y a sus dos hijas, Malia y Sasha. “Michelle LaVaughn Robinson, hija del lado sur, durante los últimos 25 años no solo has sido mi esposa y madre de mis hijas, has sido mi mejor amiga”, dijo Obama a la primera dama, que estaba sentada frente a él vestida de negro.