África, un punto ciego humanitario: las 10 crisis olvidadas más importantes del mundo
En 2019, más de 51 millones de personas vivieron en alguno de los diez principales países en crisis alimentaria crónica silenciados. Nadie habla de ellos
En 2019, más de 51 millones de personas vivieron en alguno de los diez principales países en crisis alimentaria crónica silenciados. Nadie habla de ellos
Las autoridades de la diócesis de Bangassou descartan que detrás de su muerte haya razones políticas
Rusia ha pedido permiso el martes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para empezar a suministrar la próxima semana armas y munición a las Fuerzas Armadas de la República Centroafricana, según la agencia AFP. Esta iniciativa ha suscitado una preocupación en Francia, que ha cuestionado el plan ruso, según ha revelado una fuente del Consejo de Seguridad que se ha mantenido en el anonimato.
El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE), órgano adscrito al Tribunal de Justicia Europeo, ha confirmado este jueves la decisión del Consejo de la UE de inmovilizar capitales a la empresa centroafricana Badica y a su filial belga Kardiam por saltarse la prohibición de comerciar con «diamantes de sangre», informa Efe.
Al menos 77 personas murieron en un accidente de carretera ocurrido el martes en República Centroafricana entre Bambari e Ippy, en el centro del país, según ha informado hoy una fuente del hospital de Bambari.
Tan sencillo como encender tu teléfono, como enviar un WhatsApp, como postear en tu muro de Facebook. Desde que la República Centroafricana sufrió un golpe de Estado en 2013, el país vive sumido en la guerra, dividido y con los dos bandos financiándose de la misma manera: vendiendo diamantes de sangre. Ahora, un informe de la ONG Global Witness pone de manifiesto la gravedad de una crisis que ha desplazado a casi un millón de personas, algo más del 20% de la población total.
Una nueva ola de violencia en República Centroafricana ha dejado al menos 26 muertos en Bangasou (sureste del país), que se suman a las al menos 36 personas y los seis Cascos Azules muertos la semana pasada, según ha informado el martes la ONU en un primer balance de la situación.
Al menos 137 personas han muerto en la prefectura de Basse-kotto, en el sur de la República Centroafricana (RCA), en enfrentamientos entre milicias esta semana, informan medios locales que citan datos de la Cruz Roja. Rebeldes de la Unión para la Paz en Centroáfrica (UPC) y miembros de la milicia anti-Balaka protagonizaron el martes y el miércoles duros combates que obligaron a unas 3.000 personas a refugiarse en una iglesia católica de la zona. Algunos vecinos huyeron de sus casas y cruzaron la frontera para refugiarse en la vecina República Democrática del Congo (RDC). Según la Cruz Roja, la mayoría de víctimas son civiles.
La retirada del Programa Mundial de Alimentos por motivos de seguridad tendrá un impacto en alrededor de 120.000 personas que dependen de estos suministros. Esta salida de los trabajadores humanitarios se produce después de que una serie de incidentes en los últimos días pusieran al personal de la ONU en peligro. Desde septiembre, se registraron más de 16 violaciones de seguridad. En el último mes, Kaga Bandero ha sido duramente golpeada por una serie de ataques por parte de grupos armados. Centenares de viviendas han sido arrasadas y tres centros de acogida para desplazados internos ha sido atacados, obligando a los civiles a buscar refugio en la base de Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MINUSCA) en la zona. En las últimas cuatro semanas 65 personas han muerto debido a la violencia extrema. La semana pasada 25 ciudadanos fueron asesinados en dos días en la ciudad de Bambari, y a principios de mes, 40 civiles fueron asesinados cuando rebeldes del Seleka atacaron la ciudad Kaga Bandero. Militares de la ONU repelieron el ataque causando la muerte de 12 combatientes.
Vladimir Monteiro, un portavoz de la MINUSCA, ha negado que los disparos que han provocado las víctimas sean de Cascos Azules. Asegura que los militares únicamente intervinieron para desmantelar las barricadas levantadas por los manifestantes, algunos de los cuales iban armados. «Las tropas hicieron disparos de advertencia y utilizaron gas lacrimógeno», señala. Por su parte, la Red de Periodistas por los Derechos Humanos de República Centroafricana (RJDH, por sus siglas en francés), informa de la versión contraria apoyándose en el testimonio de varios participantes en la manifestación. «Soldados del cuerpo especial de la ONU han disparado sobre la población del barrio de Sango, que enseñaba sus manos desnudas de forma pacífica», recoge.
“El conflicto armado es la causa principal del hambre y la desnutrición en muchos de estos países” ha dicho Bärbel Dieckmann, presidenta de la organización Welthungerhilfe, que ha añadido que el “hambre cero” solo será posible si se incrementan los compromisos políticos para resolver y prevenir conflictos.
El informe avisa además de que, de seguir a este ritmo, no se conseguirán los objetivos propuestos por el Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para la eliminación del hambre en 2030. Aunque el hambre en países en vías de desarrollo se ha reducido en un 29 por ciento desde el año 2000, todavía hay “795 millones de personas condenadas a enfrentarse al hambre todos los días de su vida”, como ha declarado Dominic MacSorley, director de Concern Worldwide, que continúa diciendo que esto es “simplemente inaceptable, es inmoral y vergonzoso”.
Este ataque llega en un momento en el que el país busca emerger de años de inestabilidad y violencia religiosa entre combatientes del Seleka y sus rivales anti-balaka, milicias cristianas, que han sembrando el pánico, sobre todo en la capital, con grandes enfrentamientos inter-religiosos o de guerra civil en el país. La misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, MINUSCA, tiene desplegadas tropas en el área después de que se hayan confirmado los choques y ha informado de la misión en un comunicado: «MINUSCA lamenta la pérdida de vidas humanas que se han registrado y denuncia los ataques contra la comunidad humanitaria y el personal de Naciones Unidas».
«Lo que vi fue cráneos y huesos. No podría decir quién era quién, pero sabía que eran ellos debido a la ropa y a algunas joyas,» ha informado un testigo de la exhumación, quien asegura que fueron asesinados en una base militar cerca del campo en el que fueron enterrados. En septiembre de 2013, una misión de las Naciones Unidas se hizo cargo de las fuerzas de la Unión Africana. Desde entonces, la ONU se ha visto obligada a cesar de su trabajo y enviar de vuelta a sus países a varios soldados acusados de homicidio. «Hasta ahora no ha habido rendición de cuentas ni se ha abierto ningún proceso judicial», ha indicado Lewis Mudge, investigador de la División de África de Human Rights Watch –HRW–. Por su parte, funcionarios militares congoleños aseguran estar investigando los asesinatos, sin embargo, Unión Africana a derivado el caso a la ONU.
En los últimos meses las misiones de paz de la ONU se han visto salpicadas por varios escándalos de abusos a mujeres y menores. El más reciente ha tenido lugar tan solo hace una semana en Sudán del Sur, donde, según testigos, decenas de mujeres y niñas fueron violadas por soldados de Sudán del Sur en las puertas de un campamento de la ONU.
A principios del mes de julio, dos nuevas denuncias por abuso sexual a menores también en República Centroafricana se sumaban a toda una ristra de casos denunciados durante los últimos años.
Los abusos habrían tenido lugar en mayo en la prefectura de Kemo, pero Naciones Unidas no ha dado más detalles, como por ejemplo, si se trata de violaciones, o si, como ha ocurrido en otras ocasiones, se han provocado embarazos con estos nuevos casos. Tampoco se ha revelado la nacionalidad de los soldados implicados, aunque sí han asegurado que se procederá a alertar a los ejércitos de sus países.
Sólo en la prefectura de Kemo, la organización ha realizado más de cien entrevistas vinculadas con posibles víctimas de abusos de parte de tropas de paz, muchos de ellos en 2014 y 2015. Las últimas denuncias de las que se tiene constancia, se dieron a conocer el pasado mes de marzo, que fueron calificadas por el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, de «alarmantes». En esa ocasión se trataron de denuncias por explotación sexual cometidos en la excolonia francesa, en las que se investigaba si un mando militar francés forzó a cuatro niñas a mantener relaciones con un perro a cambio de dinero.
«El equipo fue obligado a salir de los coches y en el suelo, ellos fueron despojados de sus pertenencias personales y medicamentos. En el curso del incidente, que duró más de 40 minutos, uno de los conductores fue muerto a tiros», ha señalado la organización en un comunicado. La jefa de la misión de MSF en República Centroafricana, Michelle Chouinard, ha considerado «absolutamente inaceptable» que se atacase a personal médico «cuando volvía de proporcionar cuidados vitales» a personas necesitadas. De esta forma, la ONG se ha visto obligada a suspender sus actividades en la zona a la espera de recibir garantías de seguridad, tanto para su personal como para sus actividades. «Los trabajadores humanitarios deberían estar protegidos», ha recordado Chouinard. Además, MSF ha reclamado una investigación por los hechos del miércoles y que los responsables rindan cuentas ante la Justicia.
Entre sus visitas, un campo de refugiados desplazados por el conflicto interreligioso donde ha pedido «una gran paz». Posteriormente, ha acudido a un encuentro con comunidades evangélicas en Bangui, donde ha instado a «progresar juntos en el camino de la unidad». Por la tarde, Francisco ha celebrado una misa en la catedral de Bangui, donde ha procedido a la apertura de su puerta santa, en lo que fue el inicio del Jubileo del Año de la Misericordia.
Tiene el poder de congelar ese momento que el tiempo convertirá en historia. Es capaz de captar nuestra atención, de seducir a nuestra retina inmortilizando la barbarie de la forma más sutil, más hermosa. El arma con la que combaten los reporteros de guerra dispara sus objetivos dando en el blanco de la conciencia colectiva. Todo ello gracias a sus cámaras: los proyectiles que apuntan sobre las portadas de los diarios de medio mundo. A veces, su trabajo se convierte en una obra de arte que pinta los escenarios bélicos más sorprendentes. He aquí una muestra.
Una de las secuencias más impactantes de La Lista de Schindler muestra a una niña judía que vaga perdida con su abrigo rojo entre la multitud en blanco y negro camino del campo de concentración.
Los espectadores, entusiasmados, rodean a los dos protagonistas del espectáculo. Uno de los dos, el más débil, agotado, acorralado, apaleado, apenas puede moverse.
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