El punto A, la zona erógena más desconocida de la mujer: lo que has de saber para llegar ahí
Aunque la mayoría conoce el punto G, el A también tiene su interés. Hoy te contamos cómo puedes llegar a él
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De tamaño pequeño, con esta sujeción extra los vibradores magnéticos prometen un placer silencioso y discreto en cualquier lugar
Tanto si se busca una masturbación centrada en el pene, como si se quiere explorar otras zonas erógenas, hay productos para todos los gustos y bolsillos
El primer vibrador con tecnología de aire para este punto cambia la forma de estimular una zona que se suele dejar de lado en las relaciones sexuales
Las apariencias engañan. Por el escaparate, la tienda de la hija de un rabino en Tel Aviv parece una boutique de ropa cara pero una vez que se cruza la puerta, el cliente se topa con vibradores, consoladores y consejos kosher. Chana Boteach, de cabello largo, pendientes de aro y piercings en las orejas, es hija de un polémico rabino estadounidense.
La empresa ha acumulado un total de 3,4 millones de dólares para lanzar su vibrador al mercado
En la búsqueda del placer sexual los juguetes sexuales favoritos son: el masajeador de clítoris, lubricantes, vibradores y estimulantes.
La startup de tecnología de sexo Lora DiCarpo ganó un premio a la innovación en robótica de la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA), la organización que produce el CES –la mayor feria tecnológica del mundo
Una de las organizadoras de la protesta, Jessica Jin, comenta en el New York Times su opinión sobre la ley que permite a los estudiantes llevar armas de fuego: «Estas leyes no protegen a nadie. El campus no los quiere. Es absurdo. Por lo tanto, pensé, tenemos que luchar lo absurdo con algo absurdo». Durante la manifestación, agentes de la policía observaban el desarrollo de las protestas, más perplejos que alarmados. La ley de Texas contiene una norma que prohibe mostrar juguetes sexuales en público, lo que hacía de la iniciativa un gesto potencialmente ilegal, pero no se llevaron a cabo arrestos y el acto se vivió en un contexto pacífico. Las fotos y vídeos de los estudiantes mostrando enormes vibradores y juguetes eróticos han inundando la prensa, ejemplificando décadas después de los 60, el mítico lema «haz el amor y no la guerra» de forma más que explícita.
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