¿Por qué siempre estoy cansado si duermo bien? Las causas de fatiga más comunes
Los médicos son conscientes de que la sensación de fatiga puede responder a muchos factores, y algunos son bastante graves
La mayoría de las veces la fatiga nos está queriendo decir algo. Aunque es normal sentirnos cansados de vez en cuando o por temporadas, cuando esta sensación se alarga y perpetúa en el tiempo es porque algo puede ir mal en nuestro cuerpo.
Pero ¿el qué? Los médicos son conscientes de que la sensación de fatiga puede responder a muchos factores, y algunos son bastante graves, por lo que solo se podrá determinar con exactitud a través de análisis y visitas al especialista.
Sin embargo, sí que hay una serie de causas comunes al cansancio y la fatiga, y son estas:
Anemia
La anemia aparece cuando no tenemos suficientes glóbulos rojos para llevar oxígeno a todos los puntos del cuerpo. «Menos oxígeno significa menos energía y más fatiga, por eso la anemia se encuentra entre las causas más comunes de fatiga crónica», explica el Dr. Fisher en Health.
La forma más común de anemia ocurre cuando tenemos un déficit de hierro, lo que, a su vez, podría ser el resultado de una cirugía, enfermedades crónicas o deficiencias vitamínicas. Una simple prueba puede verificar si padecemos o no anemia, y el tratamiento dependerá de la causa de la falta de glóbulos rojos.
Problemas de tiroides
La tiroides es una glándula ubicada en el cuello, arriba de la clavícula. Es una de las glándulas endocrinas que producen hormonas. Las hormonas tiroideas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo, como la velocidad con la que se queman calorías y los latidos del corazón.
Los problemas tiroideos, recogen desde Medicineplus, incluyen:
- Bocio: agrandamiento de la tiroides.
- Hipertiroidismo: cuando la tiroides produce más hormona tiroidea de lo que su cuerpo necesita.
- Hipotiroidismo: cuando la tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
- Cáncer de tiroides.
- Nódulos: bultos en la tiroides.
- Tiroiditis: hinchazón de la tiroides.
Todos estos procesos roban energía al cuerpo y su capacidad de crearla.
Enfermedad celiaca
La enfermedad celiaca es de tipo digestiva, daña el intestino delgado y altera la absorción de las vitaminas, minerales y demás nutrientes que contienen los alimentos. Los pacientes con esta enfermedad no toleran el gluten, que se encuentra en los cereales (trigo, cebada, centeno).
Padecer celiaquía puede conducir no solo a la fatiga, sino también a la anemia, a la diarrea y a la pérdida de peso. El único tratamiento posible en este caso es evitar los alimentos que contienen gluten e ingerir el resto (frutas y verduras, pescado y carne, legumbres, arroz, patatas, quinoa…).
Fibromialgia
La fatiga no es el síntoma más pronunciado de la fibromialgia, pero es uno de los más importantes, junto con la mala calidad del sueño y los problemas de memoria y de estado de ánimo.
Hasta hoy no se sabe exactamente por qué se produce la fibromialgia, pero los expertos creen que puede ser causada por cambios en la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor.
Aunque no existe una cura, los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas, así como el ejercicio y la relajación.
Apnea del sueño
La apnea del sueño se produce cuando nuestras vías respiratorias se cierran y dejamos de respirar repetidamente durante la noche, lo que causa fatiga al no poder descansar bien.
Esta afección más común en personas con sobrepeso y, al igual que la obesidad, aumenta el riesgo de presión arterial alta, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad grave y de larga duración que afecta a muchos sistemas del cuerpo. A menudo, el síndrome puede dificultar el realizar actividades normales o incluso imposibilita poder salir de la cama.
Es un cansancio que dura al menos seis meses, que empeora con el esfuerzo mental o físico, y que no mejora por mucho que descanses. Es más común en mujeres de 45 años. Nadie está seguro de qué causa el síndrome de fatiga crónica y, por lo general, se diagnostica descartando otras afecciones.
Depresión
La fatiga debida a la depresión es más que una simple falta de energía durante el día, pues también implica apatía, problemas para concentrarse y recordar, y sentirse abrumado y desmotivado. Eso puede convertirse en un círculo vicioso, con la depresión alimentando la fatiga, que a su vez alimenta la depresión.
Aunque algunos antidepresivos pueden mejorar la situación, otros pueden empeorarla, así que es prudente ir informando al psiquiatra de los efectos que sentimos.
Ciertos hábitos de estilo de vida
Muchas veces creemos que hacemos todo bien pero, cuando nos paramos a pensar un poco, nos percatamos de que no es así. ¿Seguro que descansas lo suficiente? ¿Haces ejercicio al menos tres veces por semana? ¿Nutres a tu cuerpo con todas las vitaminas y proteínas necesarias? ¿Pasas demasiado tiempo trabajando o frente al ordenador y no tienes apenas tiempo libre?
Obviamente, si sientes fatiga durante meses, ve al médico, pero antes convendría que hicieras introspección (sincera) sobre tus hábitos de vida, pues a veces es tan simple como cambiarlos.