Pastillas para adelgazar de venta libre: por qué algunas funcionan para perder peso y otras no
Hay determinadas pastillas que sí pueden ayudarnos a adelgazar unos kilos, y debemos saber por qué y cuáles son
Una doctora.
Con la vuelta a la rutina vuelven también los propósitos y deseos del curso nuevo. Y uno de los más repetidos es el de adelgazar. Al respecto, aunque ya sabemos que para perder peso hay que comer sano, menos cantidad y hacer ejercicio, hay pastillas y suplementos que nos pueden echar una mano y hacer que nuestro adelgazamiento sea más llevadero y efectivo.
Obviamente, estas pastillas no van a hacer milagros, pero sí pueden ser un buen apoyo si los tomamos correctamente. Ojo, hablamos de suplementos de venta libre, no de medicamentos para adelgazar, los cuales deben ser recetados por un médico.
En cuanto al tema que nos ocupa, al tratarse de pastillas de venta libre, hay muchas en el mercado, pero solamente algunas funcionan. Veamos cuáles y por qué.
¿Cómo funcionan las pastillas para adelgazar?
«Las pastillas para perder peso son productos diseñados para ayudar a controlar el peso al favorecer la quema de grasa, reducir el apetito o mejorar el metabolismo», asegura la doctora Mary Sabat a Sports Ilustrated.
Cuando las pastillas para adelgazar tienen ciertos ingredientes y se combinan con una buena dieta y un buen entrenamiento, pueden contribuir a la pérdida de peso, ya que:
- Reducen el apetito: se ha demostrado que los ingredientes para bajar de peso, como la cafeína, suprimen el apetito, lo que ayuda a disminuir la ingesta calórica general a lo largo del día.
- Bloquean la absorción de grasas: ciertos ingredientes, como la garcinia cambogia, pueden ayudar a prevenir o retrasar la absorción de grasa de los alimentos que se consumen.
- Impulsan la respuesta metabólica: el té verde y algunos otros ingredientes para bajar de peso pueden ayudar a aumentar la tasa metabólica, lo que hace que el cuerpo queme más calorías de las que normalmente haría, incluso en reposo.
- Aumentan la oxidación de grasas: algunas pastillas para adelgazar, como el extracto de pimienta de cayena, usan capsaicinoides para aumentar potencialmente la capacidad del cuerpo para quemar grasa, especialmente durante la práctica de ejercicio.
¿Por qué algunas funcionan y otras no? El secreto está en los compuestos
Los ingredientes o compuestos de una pastilla para adelgazar pueden hacer que esta funciona o que no lo haga. Así, si vas a comprar algunas, lo mejor es que pidas asesoramiento profesional tu médico o nutricionista.
Y también es recomendable que te fijes en si los suplementos que vas a adquirir llevan alguno de estos compuestos, pues de ser así esas pastillas sí que funcionarían para perder peso (siempre y cuando lo acompañes de una dieta y ejercicio, claro):
- Capsaicinoides: actúan aumentando la capacidad del cuerpo para producir calor (termogénesis) y apoyando el proceso natural de quema de grasa.
- Nopal: este superalimento es bueno para adelgazar porque es un alimento que promueve la saciedad gracias a su contenido en fibra. «Además, su consumo permite absorber más rápidamente la grasa abdominal y los azúcares, siendo eficaz para perder peso», detallan desde Mayo Clinic.
- Picolinato de cromo: es un mineral que mejora la función de la insulina y potencialmente podría mejorar el metabolismo, reducir los antojos y promover la pérdida de grasa.
- Cafeína: puede contribuir a la pérdida de peso al suprimir el apetito, aumentar la quema de grasa y dar a la persona más energía.
- Espirulina: estudios científicos han demostrado que el consumo del alga espirulina, sumado a una alimentación y estilo de vida saludable, puede favorecer la pérdida de peso al actuar como inhibidora del apetito y ayudar a controlar la saciedad gracias a que es rica en fenilalanina, un aminoácido precursor de la hormona colecistoquinina, que determina el nivel de saciedad en el estómago.
- Guaraná: este arbusto nativo del Amazonas, conocido por sus semillas de la fruta ricas en cafeína, tiene poder adelgazante y antifatiga. Su consumo facilita la pérdida de peso como parte de una dieta para adelgazar luchando contra el exceso de peso.
- L-Carnitina: este derivado de aminoácido ayuda a perder peso transportando grasas a las células para usarlas como energía, evitando el almacenamiento de nueva grasa.
- Chitosán: es una fibra que se obtiene del caparazón de algunos crustáceos. Cuando la ingerimos, forma una película en el intestino que impide la absorción de grasas, las cuales serán eliminadas como desecho intestinal de forma natural.
- Fucus: un estudio de la Universidad Federal de Río Grande del Norte halló que inhibe la síntesis y la acumulación de grasa corporal.
- Extracto de té verde: numerosos estudios han demostrado que ayuda a quemar grasa, sobre todo la del área del vientre.
- Extracto de garcinia cambogia: esra planta, originaria de Asia, Australia, el sur de África y la Polinesia, contiene ácido hidroxicítrico (HCA), que puede ayudarnos a adelgazar y a mantener un peso saludable, tal y como lo determinó una revisión de 2011 que analizó 12 estudios y descubrió que causaba una pérdida de peso de aproximadamente 0,8 kilos durante varias semanas.
Cómo tomar pastillas para adelgazar
No sirve de nada que sigas comiendo mal y que tomes suplementos naturales para adelgazar, ya que nada hace milagros. Pero si consigues mejorar tus hábitos y si además a eso le añades el consumo de algunos de los citados, puedes notar los resultados.
Obviamente, siempre debes consultar con un médico o nutricionista antes de elegir uno, y siempre has de seguir los consejos de consumo de los propios fabricantes. Asimismo, has de leer bien la letra pequeña y mirar bien los efectos secundarios.
Y si te sobra mucho peso, quizá puedas plantearte recurrir a medicamentos. Eso sí, solo tu médico puede determinar si eres o no apto para ello, y para concluirlo se basará, principalmente, en estos dos criterios:
- Tu índice de masa corporal (IMC) es superior a 30.
- Tu IMC es superior a 27 y tienes un problema médico grave relacionado con la obesidad, como diabetes o hipertensión arterial.
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los Estados Unidos (NHLBI), el sobrepeso se define como un IMC de más de 25; y se considera que una persona es obesa si su IMC es superior a 30.
Y si tu IMC es superior a 27 o 30, tu médico deberá analizar tus antecedentes y problemas de salud para determinar qué fármaco te conviene. Una vez seleccionado uno, deberá hablarte de los pros y los contras de los medicamentos para adelgazar y en especial del que él ha seleccionado para ti.
Es importante tener en cuenta que, aunque uno cumpla los requisitos de IMC para poder optar a ellos, los medicamentos para adelgazar no son para todos. Por ejemplo, no deben usarse si estás tratando de quedar embarazada, estás embarazada o estás amamantando, entre otros muchos casos.
Los medicamentos para adelgazar que se venden son con receta y son aprobados para su uso a largo plazo (más de 12 semanas) producen una pérdida de peso significativa en comparación con el placebo. Eso sí, hay que combinarlos con dieta y ejercicio, además de con cambios positivos en el estilo de vida.
Con respecto a los fármacos para el tratamiento de la obesidad, hay de dos tipos: los que actúan directamente sobre los neurotransmisores y los que lo hacen sobre las hormonas gastrointestinales. En España hay diversos medicamentos para adelgazar y ninguno lo incluye la Seguridad Social. Los más comunes, detalla la nutricionista Natalia Cuéllar, son los siguientes:
- Mysimba (naltrexona y brupropion): este fármaco actúa a nivel cerebral inhibiendo la saciedad generando una reducción en la ingesta de comida sin generar dependencia.
- Xenical (Orlistat): bloquea la absorción intestinal de grasa y de colesterol, inhibiendo la lipasa pancreática y gástrica, reduciendo así la cantidad de calorías que se ingieren.
- Saxenda (Liraglutida): actúa a nivel de los receptores GLP-1 y disminuye la ingesta de comida porque retrasa el vaciamiento gástrico, reduciendo no solo el peso sino el riesgo de padecer prediabetes.
- Ozempic (semaglutida): es un nuevo análogo del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1). Reduce no sólo los niveles de glucosa sino también de peso corporal en valores bastante elevados.
