Un experto de la NASA apuesta por las fincas verticales para suplir alimentos en Latinoamérica
Estos cultivos reducen el uso del agua en un 85%, el tiempo de cosecha en un 50%, y permiten eliminar el uso de químicos en las plantas
El aumento de la población y el deterioro de las zonas de cultivo, obligará que la agricultura controlada como las fincas verticales, sea una solución para proveer alimentos en las ciudades de Latinoamérica. Así lo ha asegurado el experto en cultivos espaciales de la NASA Gary Stutte que señala que los beneficios de estos nuevos cultivos se reflejan en la reducción de agua en un 85%, el uso de pequeños espacios, el tiempo de cosecha reducido en un 50%, la eliminación en químicos en las plantas, menos mano de obra y la no paralización de producir en el año.
Además, una producción en fincas verticales de 1.000 metros es equivalente a 60 hectáreas cultivadas de forma tradicional, o a cinco hectáreas en invernaderos. Además, especifica que el retorno de la inversión de la primera se logra obtener en 36 meses, mientras que los cultivos en tierra tardan en recuperarse en siete años.
«En Latinoamérica están varias de las ciudades más grandes del mundo, el agua escasea y las tierras son cada vez menos disponibles para cultivar, por ello, para que estas urbes tengan la capacidad de producir más alimentos y puedan exportar dependerá de la tecnología de la agricultura de ambiente controlado», ha especificado Stutte a la agencia Efe.
El experto de la NASA defiende que es necesario que los países implementen nuevas tecnologías, debido a que las técnicas de agricultura ambiental controlada como las fincas verticales, la producción en invernadero y la agricultura interior se está desarrollando en todo el mundo, sobre todo para áreas urbanas.
Actualmente en Latinoamérica, el 81% de la gente vive en ciudades según un estudio de Población del Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU. «En los próximos 30 años habrá más de tres billones de habitantes adicionales en el planeta que habrá que alimentar, y la agricultura transformará la forma en que producimos alimentos para las próximas poblaciones. Estos no son números abstractos, y no habrá otros caminos si no brindamos las respuestas adecuadas».
Para Stutte, Panamá es el país con mayor potencial para proveer de la tecnología y conocimiento en cultivos en ambientes controlados a las demás naciones de la región, que buscan también dominar la creación de alimentos frescos.