'Suicide Squad: Kill The Justice League': un frenesí en el que los héroes son los malos
Un brillante apartado gráfico y unas cinematográficas transiciones nos introducen en esta aventura por capítulos
Una escena del videojuego. | Rocksteady
Metrópolis, la megaciudad en donde se juntan todos los superhéroes dentro de un maravilloso museo interactivo como homenaje a la Liga de la Justicia —esos maravillosos seres que salvan el mundo una y otra vez de cualquier tipo de amenaza— ha sido atacada. Pero esta vez el enemigo es mucho más poderoso de lo que podíamos imaginar. Así arranca la trama Suicide Squad: Kill The Justice League, cuando un ente extraterrestre llamado Brainiac en forma de gigantesca nave calavera con tentáculos mecánicos, ha llegado a la ciudad de la misma y sorprendente manera que llegaron las amenazantes maquinarias bélicas en La guerra de los mundos (que por cierto también tendrá videojuego), para someter a la población y apoderarse del planeta.
Mientras la mitad de la población se ha convertido en estatuas de arena destruibles tras una simple toba, la otra mitad ha sido abducida convirtiéndose en una especie alienígena con ganas de destrucción. Pero eso no es lo peor: Superman, Linterna Verde, Flash y el mismísimo Batman, también se ha convertido en nuestros más peligrosos enemigos, solo se ha salvado de la abducción un superhéroe que se encuentra entre la espada y la pared, Wonder Woman. Ni que decir tiene que Metrópolis está en peligro y solo la jefa de operaciones militares, una individua mal encarada a cargo de todo un ejército humano llamada Amanda Waller, podrá oponer resistencia al invasor si es que toma la decisión adecuada, que no es fácil ante semejante amenaza.
Así que dicho y hecho, qué mejor que ir a la prisión de Arkham y reclutar a los más peligrosos criminales para ponerles en primera línea de fuego. Quién les iba a decir a Harley Quinn, Capitan Boomerang, Deadshot y King Shark —el gigante tiburón humano—, que saldrían de su reclusión para hacer lo que más les gusta, sembrar el caos enfrentándose a las tropas de Brainiac y así salvar a la población. Y por si tuviesen la brillante idea de escapar escaqueándose del plan, Waller les ha implantado en el cerebro un mecanismo que puede hacer explotar por control remoto. Todo controlado a pesar de que los cuatro reclusos intentarán que se les extraiga sin éxito, amenazando al doctor Happersen, un científico con un tremendo parecido a Jorge Javier Vázquez.
El juego empieza en una postapocalíptica Metrópolis repleta de destrucción a través de la que aprenderemos los movimientos esenciales de cada uno de los cuatro protagonistas, para llevar a cada uno de ellos hacia un punto de encuentro antes de empezar la aventura. Es muy importante que aprendamos cómo se mueven pues cada uno lo hace de forma diferente y es esencial subir y bajar de las alturas lo más rápidamente posible mientras acometemos frenéticas batallas que nos vamos a encontrar a lo largo de la historia.
Así, Harley Quinn dispone de un gancho como el que usa Batman en la trilogía de Arkham, los geniales juegos de la desarrolladora de este Suicide Squad, Rocksteady. Además, tiene un dron en forma de murciélago que le sirve para colgarse y balancearse mientras surca los cielos. El capitán Boomerang, como no podía ser de otra manera, dispone de un boomerang que le ayuda a transportarse allí donde sea lanzado a la velocidad de la luz. Deadshoot está armado con una mochila propulsora con la que vuela en cualquier dirección y King Shark tiene una asombrosa facilidad para efectuar enormes saltos también en cualquier dirección.
Gráficos brillantes y animaciones divertidas
Un brillante apartado gráfico y unas cinematográficas transiciones nos introducen en esta aventura por capítulos manejando el personaje que deseemos en cualquier momento con solo dar un click. Aparte de la forma en que se mueven por los gigantescos escenarios de mundo abierto tanto a lo alto como a lo ancho, cada uno tiene diferentes armas y métodos de lucha que podremos elegir para sentirnos cómodos dependiendo de a qué nos enfrentemos. Harley Quinn usa pistolas y tiene una enorme soltura en el combate cuerpo a cuerpo, King Shark es el encargado de las armas pesadas, Capitan Boomerang también tiene rifle para usar combinándolo con su letal boomerang y Deadshoot es el experto francotirador en el combate con armas de fuego.
Conforme avancemos en la aventura iremos aumentando el nivel y las posibilidades de equipamiento así como los puntos de talento que podremos canjear en su árbol correspondiente, por nuevas habilidades y más posibilidades de ataque y defensa. Y al terminar cada misión se nos brindarán nuevas armas. Al final nos juntaremos con muchas que no difieren demasiado entre sí pero bueno, ahí están.
Como también están muchos de los reconocidos personajes del universo DC. Pingüino nos ayudará con vehículos que nos podrán transportar por el aire mientras descargamos ráfagas con sus armas instaladas, Poison Ivy en versión infantil, y muchos más en los próximos pases de temporada como el del mismísimo Joker, más delgado y estilizado con su paraguas para volar. Un juguete en forma de videojuego en tercera persona para enfrentarse a frenéticas batallas con enemigos extraterrestres que en ocasiones me han recordado los enfrentamientos que tuve contra las tropas enemigas en Halo y sus famosos escudos protectores de energía.
Mucha acción sólo interrumpida por las extraordinarias cinemáticas que podrían utilizarse perfectamente como película de animación para los aficionados a los superhéroes, bueno en este caso a los supervillanos. Un delirio de luces láser y explosiones para disfrutar en solitario o con otros tres jugadores que se hagan cargo del resto de la patrulla en el modo multijugador, es necesaria conexión a internet y agilidad en los dedos. Diversión asegurada a prueba de bombas e hilarantes conversaciones entre los protagonistas que nos repondrán de la refriega.
‘Suicide Squad: Kill The Justice League’ está disponible para PlayStation 5, Xbox series y PC.
