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'Prince of Persia: The Lost Crown': el legendario juego se reinventa con un resultado increíble

El juego tiene prácticamente de todo y nos traslada a una Persia atacada y salvada gracias a los «inmortales»

‘Prince of Persia: The Lost Crown’: el legendario juego se reinventa con un resultado increíble

Momento del juego Prince of Persia.

Hace ya 20 años se presentaba Prince of Persia: Las arenas del tiempo, siendo todo un revulsivo para la franquicia que nació a finales de los ochenta. Fue la transformación más cuidada del juego a las 3D después de su primer intento en 1999. Aprovechando dicha presentación, se mostraba una exposición de toda la colección de hardware en el que se habían podido disfrutar los juegos del Príncipe. Sí, antes todos los videojuegos tenían su presentación física oficial para toda la prensa con sorpresas y piscolabis incluido.

Fue sorprendente ver el cambio que se había llevado a cabo con el personaje e igual de sorprendente la manera en que corría por las paredes entre saltos y espadazos. Esta aventura en 3D se estrenó en 2010, eran los tiempos de PlayStation 3, Wii y Xbox 360. Ahora, 13 años después, Ubisoft ha sorprendido a todos con la vuelta del Príncipe a las 2D. Y lo que parecía que iba a ser un paso hacia atrás por aquello de volver a las plataformas en vez de crear un gran mundo abierto con los tiempos que corren, se ha convertido en el Metroidvania de referencia.

Es un juego de aventuras, acción, plataformas con puzzles, momentos roleros, jefes finales, parrys y tanto entretenimiento que hace que el jugador se olvide de las 2D si es que en algún momento le han echado para atrás. Nos adentramos en un gigantesco mapa que recorreremos a izquierda, derecha y saltando arriba y abajo. El juego tiene prácticamente de todo y nos traslada a una Persia atacada y salvada gracias a los denominados «inmortales», siete personajes entre los que se encuentra Sargon, nuestro protagonista.

Es un experimentado guerrero que deberá rescatar a Ghassan, el verdadero Principe de Persia. Para ello está equipado con espadas, arco y un curioso mecanismo denominado «chakra» con el que disparamos un luminoso y esférico proyectil azul que golpeará el objeto hacia el que se dirija rebotando hacia nosotros otra vez. Vamos a trasladarnos al monte Qaf, lugar en donde el tiempo sufre una curiosa transformación y descubriremos un mapa de zonas tanto en interior como al aire libre que deberemos ir explorando para hacerlo cada vez más grande.

Mientras, recorremos sus pasillos, estancias, mazmorras, exteriores con gigantescos monumentos a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo principal, aunque por supuesto también podremos encargarnos de misiones secundarias que nos ofrecerán algunos personajes que encontraremos durante el trayecto. Para que no nos resulte muy tediosa la exploración, contamos con la posibilidad de elegir un modo guiado en el que ver claramente nuestros objetivos y las posibles rutas a seguir. Disponemos de cuatro niveles de dificultad en el combate, además de otro personalizable en el que podremos gestionar el daño enemigo, su salud, el daño del entorno, la dificultad del bloqueo, el esquive y el índice de consumo de «Athra» que es la energía sagrada que arde en todos los seres vivos.

Los ataques de Sargon generan Athra y disponemos de una barra de medida que cuando está llena nos ofrece habilidades especiales para el combate, como por ejemplo golpes extraordinariamente poderosos. A medida que vayamos explorando todos los lugares del mapa encontraremos tesoros, objetos y zonas inaccesibles que solo podremos alcanzar disponiendo de habilidades especiales. Así que, una vez dispongamos de ellas, podremos volver a ese determinado lugar y explorarlo. Como el mapa es grande y posiblemente no recordemos dónde estaba ese lugar en concreto, tenemos la posibilidad de usar los denominados «fragmentos de memoria», un magistral invento en el juego gracias al que podremos hacer una pequeña captura fotográfica para registrar la zona en el mapa y poderla recordar posteriormente.

A medida que avanzamos en la aventura, iremos consiguiendo amuletos que nos proporcionan mejoras. Por ejemplo, el amuleto que nos otorga resistencia al veneno. El número de amuletos que podemos portar en nuestro collar es limitado, por lo que deberemos pensar cuáles nos interesa usar en cada momento. Para cambiarlos tenemos que llegar a un árbol Wakwak, lugar en el que también podremos salvar la partida y rellenar nuestra salud. Además, en algunos de ellos encontraremos unas misteriosas cabezas parlantes que nos ofrecerán información.

Recorriendo el mapa, también descubriremos lugares en los que podremos ejecutar un viaje rápido a otra zona. Es increíble lo completo que puede resultar el mapa con posibilidad de establecer marcas donde gustemos para guiarnos más adelante. Existe una zona de refugio para comprar útiles, otra en donde se encuentra la forja de la diosa Kaheva para mejorar nuestras armas a cambio de cristales del tiempo, la moneda del juego que obtendremos eliminando enemigos y destruyendo objetos del entorno.

Y, por supuesto, los poderes del tiempo también están presentes en el nuevo juego del Príncipe de Persia. Tras haber avanzado lo suficiente en la aventura, podremos disponer de ellos para, por ejemplo, fijar una copia de nuestro personaje para volver allí cuando deseemos si es que nos encontramos en un momento tenso, abrir una dimensión temporal para guardar un objeto o enemigo que podamos usar en el combate a nuestro favor, localizar plataformas invisibles gracias a la clarividencia o disponer del tejido del tiempo para atraer enemigos.

Poco a poco iremos consiguiendo mejoras para resolver puzzles o llegar a sitios que en un principio nos resultaban inaccesibles. La progresión en la dificultad está perfectamente equilibrada y la fluidez de movimientos del personaje es exquisita, los escenarios plagados de mitología Persa muy bien diseñados y la dificultad en cuanto a plataformas y jefes va in crescendo a medida que completamos los retos que encontramos en el camino. Afortunadamente, la agilidad del protagonista siempre tiene recursos para enfrentarse a cualquier peligroso enemigo y uno de los movimientos más efectivos para evitar que nos ataquen aparte del parry, tras el que atacaremos contundentemente, es el deslizamiento. Podremos deslizarnos bajo muchos enemigos para situarnos a su espalda y asestar un ataque por detrás. El juego es una delicia llena de posibilidades para disfrutar más de veinte horas en cualquiera de sus niveles de dificultad.

Prince of Persia: The Lost Crown estará disponible a partir del 18 de enero para: Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox series, Xbox One y PC.

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