¿Por qué la FIFA no ha intervenido todavía en el conflicto entre Mbappé y el PSG?

Estos últimos días asistimos a una situación que hace unos meses parecía inimaginable: Kylian Mbappé se entrenó con los descartados del PSG, después de quedarse en tierra y no acudir a la gira en Japón del club francés. 

Una comparecencia que el jugador está obligado a hacer porque, al ser convocado por el PSG a esta cita, está cumpliendo con la normativa FIFA y donde los clubes deben siempre permitir a los jugadores la posibilidad de entrenar. 

Es decir, ahora mismo y conforme están transcurriendo los acontecimientos, no hay motivo alguno para que el jugador pueda denunciar ante la FIFA lo que se considera como una condición abusiva según el Artículo 14, que regula la rescisión de contrato por causa justificada. En el mismo, se deja claro que «cualquier conducta abusiva de una parte (club y jugador) que tenga como objetivo forzar a su contraparte a rescindir un contrato o modificar los términos de este, constituirá una causa justificada de rescisión por la contrariarte.  

Algo que ahora mismo no se produce. Sólo sería denunciable ante la FIFA si el PSG no inscribiera al jugador en liga francesa. Porque todo futbolista tiene derecho a ejercer su función, poder desarrollar libremente su trabajo, y esto pasa por tener ficha federativa que le convierte en elegible para un encuentro oficial. Sólo en ese caso podría denunciar una conducta abusiva del club parisino. Incluso la FIFA podría sancionar al PSG por no permitir desarrollar su profesión a un futbolista. 

Pero estar inscrito en la liga francesa y en la Champions League tampoco obliga a Luis Enrique a tener que alinearle. Sólo está obligado a convocar al futbolista a los entrenamientos que organice el asturiano con el resto de la plantilla. 

Mbappé no puede romper el contrato de manera unilateral 

Y luego está el otro escenario extremo: que el jugador decida romper el contrato con el PSG. Algo que tampoco le interesa a Kylian Mbappe porque, además de tener que indemnizar al PSG por lo que resta de contrato, supondría una sanción para el futbolista. Así lo deja claro el propio Estatuto FIFA en el artículo 17 respecto a la «ruptura de contrato sin causa justificada», donde deja claro que «en todos los casos, la parte que rescinde el contrato se obliga a pagar una indemnización». 

Pero además de la obligación de pago de una indemnización, el artículo prevé imponerse «sanciones deportivas a un jugador que rescinda un contrato durante el periodo protegido». Periodo que comprende los tres primeros años cuando el futbolista ficha por un club o renueva con el mismo y tiene menos de 28 años, como es el caso del francés. La sanción consiste «en una restricción de cuatro meses en su elegibilidad para jugar en cualquier partido oficial».

El PSG estaría un año sin poder fichar si rompe el contrato 

Estas sanciones deportivas entrarían en vigor inmediatamente después de que se haya notificado la decisión al jugador. Dichas sanciones deportivas quedarán suspendidas durante el periodo comprendido entre el último partido oficial de la temporada y el primer partido oficial de la siguiente temporada. Castigo que no afecta al equipo nacional francés, donde si podría jugar Mbappé. 

También el PSG tendría que indemnizar al jugador si rompe este contrato. Pero además, y al estar en este período protegido, no podría fichar durante dos ventanas, tanto a nivel nacional como internacional.