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Economía

Los cajeros de criptomonedas, cada vez más populares como método de pago en las estafas

El FBI ha alertado de que el uso de esta tecnología está «emergiendo» como método para obtener el dinero de las víctimas

Los cajeros de criptomonedas, cada vez más populares como método de pago en las estafas

Un cajero de Bitcoin en Madrid. | Xavi López (Europa Press)

El FBI ha alertado de que el uso de cajeros de criptomonedas están «emergiendo como un método de pago» en diferentes tipos de estafas. En un comunicado reciente, afirma que las pérdidas individuales relacionadas con las estafas en el mundo de las criptomonedas «han pasado de decenas de miles a millones de dólares». 

Algo que también ocurre en España, según corroboran desde BitBase, el mayor operador de cajeros de criptomonedas en España. «Intentos hay muchísimos», dice a THE OBJECTIVE Adrià Llorens, director de operaciones y cofundador de la empresa. 

Esta información la transmite el organismo norteamericano como parte de un comunicado en el que alerta sobre la estafa conocida como «matanza de cerdos», en la que los estafadores engañan a las víctimas haciéndolas creer que están invirtiendo su dinero en plataformas que les van a generar grandes beneficios. 

En este engaño, los estafadores se ganan la confianza de sus víctimas a través de alguna red social, ya sea Instagram, Tinder o incluso LinkedIn, y se presentan como inversores de éxito en criptomonedas. Poco a poco, logran convencer a la víctima de que haga depósitos de dinero a través de apps o páginas webs falsas que al usuario le muestran el crecimiento de sus inversiones, pero que en realidad controlan los estafadores. 

Cuando las víctimas intentan retirar sus beneficios, les dicen que tienen que pagar unas tasas, y a partir de ahí el estafador desaparece y suele cerrar la app o web fraudulenta que ha utilizado para engañarlas. 

Los cajeros de criptomonedas, según alerta el FBI, son uno de los métodos de pago que los estafadores están usando en estos delitos. Allí mandan a muchas de sus víctimas a hacer las supuestas inversiones, puesto que es una manera de atraer a gente sin tanto conocimiento de ese mundo, sin un wallet desde el que transferir directamente criptomonedas. 

«Los cajeros los intenta usar mucha gente en distintas estafas, eso es una realidad», admite Llorens, que afirma que «si no pusiéramos medidas, habría muchísima estafa». 

Viejas estafas con nuevas tecnologías

Aunque la tecnología en la que se basan este tipo de engaños, así como la manera de obtener el dinero, son novedosas, la manera de estafar a la gente habitualmente es de lo más tradicional. Al final, no se trata más que de ganarse su confianza a través de una supuesta amistad o relación amorosa para convencerles de ingresar un dinero, lo único que cambia es el motivo que se usa para el engaño y el método de obtener la cantidad conseguida. 

«Hay varios tipos de estafa, está la de los productos que venden por internet y no llegan, luego está la estafa de los enamorados, me he encontrado señoras que pensaban que estaban hablando con Tom Cruise», dice Llorens, que asegura que siempre intentan evitar que lleguen a realizar la transacción. Otra muy habitual, añade, es aquella dirigida a empleados de una empresa, a los que llaman fingiendo ser uno de sus superiores o compañeros y piden ayuda para, con dinero de la propia compañía, pagar una supuesta multa. «Hemos visto casos de gente que coge el dinero de la tienda y va hacia el cajero pensando que están ayudando a la empresa».

«Desde mi punto de vista, creo que no cambia mucho de una estafa de otro tipo. Esto lo único que introduce es una capa más de dificultad a la hora de identificarles», dice a THE OBJECTIVE Joaquín Muñoz, abogado de Bird & Bird especialista en nuevas tecnologías. 

Con esta dificultad añadida se refiere al anonimato que facilita operar en blockchain, pues aunque se puede identificar el wallet al que se ha hecho la transferencia, este no está asociado a ninguna persona. 

«Los wallets sí que tienen un identificador, pero no identifican directamente a la persona. Y como suelen funcionar estas estafas, igual que sucede en otros ámbitos, normalmente cuando reciben ese dinero, lo que suelen hacer los estafadores es hacer subsecuentes transferencias para que se le vaya perdiendo el rastro», explica Muñoz. 

Esto hace que sea más difícil para las víctimas que sus denuncias lleven finalmente a encontrar al estafador. «Eso forma parte del beneficio de blockchain, la descentralización, el que no haya nadie que controle o que ponga normas, etc., pero también es uno de los riesgos», apunta el abogado. 

Muñoz insiste en que no hay que «criminalizar a blockchain, es simplemente el medio, malos ha habido siempre y estas estafas son muy antiguas, lo único que sucede ahora es que estos estafadores aprovechan un poco ese anonimato, aunque en realidad no es tal». Considera que lo que hace falta es «educación para que la gente no caiga en estas estafas».

Los cajeros también luchan contra el delito 

Conscientes de esta situación, desde BitBase aseguran que están tomando medidas para evitar este tipo de estafas. En sus tiendas físicas, explica a este periódico Adrià Llorens, les resulta más fácil actuar, puesto que pueden avisar al cliente si consideran que la transacción que van a realizar puede ser fruto de una estafa o una acción fraudulenta. 

«La verdad es que nosotros sufrimos bastantes hace unos años y tuvimos que aplicar medidas reforzadas para poderlo evitar», dice el cofundador de BitBase. «Yo estoy perdiendo muchas transacciones, pero quiero dormir con la conciencia tranquila, no nos gusta ser partícipes del daño a una persona», afirma. 

En los cajeros, donde no hay personal atento a las transacciones que realizan los clientes, también hay una forma que se utiliza para tratar de evitar esto. Con cada transacción, la criptomoneda no se envía de forma automática si es un cliente nuevo, sino que el personal de BitBase llama al usuario al teléfono móvil que tiene que dar para poder hacer la operación para alertarle de los riesgos, «y si vemos que es víctima de una estafa, hacemos la devolución», explica Llorens. 

«El cajero no tiene ninguna culpa, es simplemente el medio», apunta por su parte el abogado Joaquín Muñoz, que señala que estas empresas tienen unas obligaciones contra el blanqueo de capitales y son entidades reguladas.

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