Garrido, reelegido presidente de CEIM, carga contra Sánchez por subir un 21% los impuestos
El dirigente de la patronal madrileña rinde homenaje a la labor económica de Lasquetty y aprovecha para pedir un Gobierno responsable y eficiente
Miguel Garrido, en el centro, entre Lasquetty y Martínez Almeida, en la Asamblea de CEIM.
El empresario Miguel Garrido, ha sido reelegido este martes presidente de la patronal madrileña, CEIM, en la Asablema General celebrada en la sede nacional de la organización empresarial. El flamante directivo de la Confederación de Empresarios de Madrid se ha visto arropado por el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida; el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty; el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Ángel Asensio y, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi.
En el acto de clausura -al que ha asistido THE OBJECTIVE-, y rodeado de muchos empresarios madrileños entre los que se encontraban Arturo Fernández, Enrique Cornejo entre otros, comenzó su discurso ponderando el papel del Consistorio y de la Comunidad de Madrid en la ayuda y el fomento de las empresas de esta región, proponiendo un marco regulatorio y fiscal propicio, en contraposición con el marco impuesto por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que estos años de Gobierno ha incrementado la fiscalidad de empresas y familias en un 21%.
Miguel Garrido ha aprovechado su oratoria para valorar el trabajo del consejero de Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, que ha decidido tomar un camino profesional ajeno a la política, para muy probablemente dedicarse a la empresa privada. El presidente de CEIM ha subrayado que se trata de una pérdida incalculable de capital humano para la esfera política, y de él ha afirmado que se trata de «una persona rigurosa y eficiente y por encima de todo, coherente. Un liberal -abundó- que no ha traicionado sus principios económicos, con una fiscalidad -la de Madrid en su conjunto-, que no es baja, pero que al menos ha sido incentivadora de la actividad económica».
En contraposición con el papel desempeñado por Lasquetty y también por el alcalde de Madrid, especialmente en tiempos como la pandemia -en la que España entera estaba encerrada en sus casas-, Garrido dio un salto en su discurso para dedicar un tiempo capítulo de críticas al Gobierno de Pedro Sánchez.
Garrido carga contra el Gobierno
En la primera en la que ha fijado la mirada ha sido a Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno, a quien ha reconocido que acogieron con «enorme esperanza» tras su trabajo en Bruselas, pero a quien ha afeado que «ha demostrado que ha primado el relato a los hechos». Ha puesto como ejemplo de ello que España solo haya recuperado el PIB prepandemia este trimestre o que asegurase que la inflación iba a ser algo estructural.
Asimismo, de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión y Seguridad Social, ha aseverado que ha vuelto a agravar al situación de la sostenibilidad de las pensiones y le ha acusado de implementar «incrementos brutales» en la presión a empresarios y autónomos, mientras que a María Jesús Montero la ha responsabilizado de dedicarse a un gasto desbocado y cargar a las arcas públicas medidas electoralistas a la vez que incrementaba la presión fiscal.
En quien más se ha detenido fue en la ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, de quie ha afirmado que ha llegado un punto en el que no se entiende su retórica. En este punto, ha criticado el Estatuto del Becario y que Díaz hable de diálogo social cuando se ha marginado a las empresas y al sector educativo en la toma de esta decisión. Entiende que ese ha intentado «forzar una regulación» para evitar un fraude en contratos de prácticas que podría haber perseguido desde su Ministerio sin cambiar una norma, que va a «dificultar enormemente el acceso de los jóvenes al mundo profesional».
Sobre este Ministerio, destaca el papel de la patronal empresarial para que en la reforma laboral se mantuvieran algunos de los avances que se consiguieron en la promovida por Fátima Báñez. Al respecto de los resultados de la misma, ha criticado que Yolanda Díaz utilice una interpretación sesgada para darse «autobombo». Además, ha afirmado que aunque ellos como patronal de empresarios tienen que mantenerse al margen de la política de cara al 23 de julio, sí que pueden «comentar las políticas» y analizarlas. Es por ello que ha llamado a conseguir un Gobierno «responsable, respetuoso y eficiente», que no se esté «apoyado en minorías radicales que ponen en riesgo nuestro prestigio».
Recuerdo a Segurado
Con motivo del 45 aniversario de CEIM, Garrido recordó las palabras que pronunció José Antonio Segurado, presidente fundador de CEIM en 1978 y que «pueden retomarse a día de hoy», ya que hacían referencia a afrontar las dificultades con esperanza: «La salida de la crisis, no va a ser fácil, y sus costos, a veces, serán altos», decía José Antonio Segurado, «pero todos, trabajadores, directivos y empresarios debemos afrontarlos con el máximo de serenidad y el mínimo de tremendismo».
En el acto de clausura, también ha tomado la palabra Antonio Garamendi, quien ha dedicado gran parte de su intervención a destacar la importancia del trabajo de CEIM durante estos nueve lustros y se ha reivindicado como parte de una generación que ha sido «hija de la democracia y no nieta de la guerra».
Primero ha loado el trabajo de la Corona, que «impulsó la democracia»» en la figura del rey emérito Juan Carlos I, que junto al «marco constitucional» es el «elemento fundamental» sobre el que se sustenta el Estado.
Garamendi con Ayuso
El presidente de CEOE ha defendido que desde las patronales empresariales se busca «lo que se cree que es mejor para el país» y que por ello entiende que es imprescindible el diálogo social. «Echamos en falta la lealtad institucional», ha lanzado Garamendi, quien ha reivindicado a los agentes sociales como ejemplo de «lo que hay que hacer», que es «sentarse y no volver a la crispación para poder entenderse».
Por último, ha deslizado que «muchos tienen mucha envidia de la gestión que se hace en Madrid, porque haciéndola así en todos lados, el país probablemente iría mejor».
El último discurso de Lasquetty
Tras el presidente de la CEOE ha hablado Lasquetty, quien ha recordado que este martes ha sido su última intervención como consejero. En ella ha calificado a Garrido como «un gran presidente» de CEIM y le ha deseado acierto estos próximos cuatro años.
Ha defendido el trabajo que han tenido que desarrollar las compañías tras el Covid-19, en la que tuvieron que recuperarse de «tiempos durísimos y raros» y, ha señalado que CEIM siempre estuvo trabajando con la Comunidad de Madrid.
«Es un error hacer una política contra las empresas y lo hemos visto en España en los últimos cinco años. No necesitamos una política que quita flexibilidad y añade rigidez, que quita campo de actuación, contra la gente», ha mantenido Lasquetty. Sus última intervención la ha dedicado a defender que «no hay derecho» a hablar de las compañías como si «fueran enemigos del pueblo, cuando es lo contrario».
Almeida defiende el papel de las empresas
El cierre ha corrido a cargo del alcalde de Madrid, quien ha agradecido a Garrido el trabajo conjunto los pasados cuatro años y ha garantizado que los próximos seguirán en la misma línea. Ha dedicado, además, unas palabras al consejero de Economía saliente, quien deja un «hueco irremplazable» y a quien ha vinculado con que Madrid esté «en su mejor momento».
Almeida ha insistido en que su nuevo Gobierno está centrado en conseguir sacar adelante las modificaciones del Plan General de Ordenación urbana -frustradas el pasado mandato por Vox- antes del 10 de julio y en dotar de presupuestos a la ciudad.
Finalmente, el primer edil de Madrid ha reivindicado el papel de las empresas que son «las que crean riqueza y empleo», y ha incidido en su «defensa encendida» de los empresarios en estos años, porque a su juicio, han sabido «estar donde tenían que estar» y ofertar diálogo frente a «las patadas del Gobierno de España».
