José Miguel Contreras, en el punto de mira por los errores mediáticos de Sánchez en campaña
Críticas por la implicación del exCEO de La Sexta y de Miguel Barroso en la campaña del presidente de Gobierno
José Miguel Contreras, ex consejero delegado y fundador de La Sexta, está en el punto de mira por su influencia como asesor mediático de Pedro Sánchez en la recta final de la campaña electoral. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que el tono bronco, reivindicativo y a ratos agresivo utilizado por el presidente de Gobierno en los últimos días se debe en gran medida por los consejos de su asesor en temas mediáticos, quien consideró -equivocadamente- que una batalla cuerpo a cuerpo podía ser el camino adecuado para derrotar al líder del PP.
En entornos mediáticos cercanos al PSOE califican como un error la participación de Contreras en toda la campaña, ya que ha subestimado las tablas de Feijoó y sobrestima el tirón que Sánchez había conseguido en sus últimas entrevistas televisivas. De hecho, consideran que su estrategia -jugando al ataque e intentado imponerse a cualquier precio- en nada ha ayudado a plantear una campaña que debería haberse desarrollado en el terreno de la moderación. No es lo mismo ir a El Hormiguero que enfrentarse a un político con cuatro mayorías absolutas, con muchas más tablas que Pablo Motos, se indica.
Se culpa directamente al exdirectivo de los últimos movimientos del presidente y de que sus opciones de mantenerse en Moncloa sigan estancadas en las últimas semanas. Del mismo modo, se critica su excesiva influencia en Pedro Sánchez e incluso hay quienes sugieren que salga del núcleo duro y dé un paso al costado en estas últimas semanas de campaña electoral.
‘Los Migueles’
Contreras (accionista del portal Infolibre y fundador de LaCoproductora) y Miguel Barroso (consejero del grupo Prisa y ex secretario de Estado de Comunicación con José Luis Rodríguez Zapatero) asesoran a Pedro Sánchez en temas de comunicación casi desde su llegada a Moncloa en verano de 2018, aunque han intensificado su presencia en el círculo íntimo de Pedro Sánchez desde julio de 2021, cuando Iván Redondo abandonó el gabinete de la presidencia.
Desde entonces, la influencia de «los Migueles» ha sido creciente, hasta el punto de tener un gran protagonismo en la estrategia dibujada por Sánchez tras convocar de manera abrupta nuevas elecciones tras el fiasco de las municipales de mayo. Han sido semanas frenéticas, en las que la que Contreras y Barroso han aconsejado a Sánchez sobreexponerse y responder a todas las críticas de manera personal en cuantas entrevistas le propusieran
Este diario ha podido saber que las entrevistas en El Hormiguero con Pablo Motos y con Ana Rosa Quintana fueron recibidas con entusiasmo por estos dos asesores como una manera de situar a Sánchez ante públicos y entornos hostiles, en los que se podía responder a las críticas vertidas en los últimos años. El propio Contreras vendió en círculos políticos el «gran triunfo» de Sánchez ante estos dos comunicadores.
Rodríguez Zapatero
Contreras y Barroso también han contribuido a la irrupción de José Luis Rodríguez Zapatero en campaña y a las apariciones públicas del expresidente en las últimas semanas. Zapatero nunca ha tenido una relación demasiado fluida con Sánchez, pero en esta campaña ha salido en tromba a apoyarle en diversas entrevistas.
Un escenario en el que incluso se comenzó a hablar de remontada al mismo tiempo que los trackings de las diferentes encuestas daban un ligero repunte al PSOE. Son, en definitiva, los creadores del relato triunfalista y del mantra de los medios de derechas que atacan a Sánchez y que están en connivencia con los empresarios y «poderes ocultos». Una estrategia difundida desde los medios afines del grupo Prisa como El País y Cadena Ser, de los que Barroso es director editorial in pectore y otros portales digitales afines a las sensibilidades de Moncloa.
Se les atribuye además la estrategia de proponer todos los debates que fuesen posibles (incluso se llegó a hablar de seis, uno cada semana hasta antes de las elecciones), confiados en que Sánchez podía desmontar fácilmente el argumentario de Feijóo. Pero se equivocaron. En el único debate cara a cara que se realizará, el líder del PSOE se mostró faltón, bronco y en ningún momento dejó de interrumpir a su interlocutor.
Formato de Atresmedia
De hecho, nada más constatarse que Sánchez perdió el cara a cara de este lunes con Feijoó, Contreras se ha encargado de difundir la idea de que la culpa fue del formato del debate, de los presentadores y de la ausencia de una herramienta para corroborar datos, el conocido como fact checking.
En su columna semanal el Infolibre publicada este martes, Contreras justificó las reacciones de Sánchez en el debate. «El líder socialista reaccionó intentando no dejarse pisotear. Hay gente que plantea que no debía haber entrado al trapo y que no tenía que haber caído en interrumpir a su adversario y en aceptar el juego inaudible. La duda es qué hubiera ocurrido si se hubiese dejado pisotear por un candidato que no iba a permitir desde el minuto uno que se desarrollara un debate ordenado y expositivo. Optó por no dejarse avasallar y defenderse con formas desconocidas en él. Más que una estrategia definida, pareció una reacción de indignación y supervivencia», justificó.
Y también criticó a Ana Pastor y Vicente Vallés. «El modelo entró en crisis desde el principio. El diseño se basaba en dejar a los periodistas moderadores alejados de la mesa de debate para que los oponentes pudieran desarrollar su batalla con libertad. La idea es encomiable si el juego transcurre con limpieza y civilización. Sin embargo, cuando el partido se torció y se llenó de juego sucio e incumplimiento de todas las reglas, resultó muy complicado controlar lo que ocurría fuera de la mesa de debate. No se puede arbitrar desde la grada. Los espectadores seguramente echaron de menos que hubieran podido detener el follón, pero el modelo diseñado no lo favorecía».
Campaña de Sánchez
Un relato que también han asumido los medios de Prisa. El País publicaba este miércoles un artículo con las respuestas de los dos periodistas a estas cuestiones. «Si hubiéramos intervenido todas las veces que se pisaban habría sido un debate a cuatro», se tituló la pieza acompañada con el subtítulo: «Ana Pastor y Vicente Vallés dudan sobre si deberían haber mostrado más contundencia para evitar el guirigay entre Sánchez y Feijóo«. Totalmente en la línea del argumentario activado por «los Migueles».
En definitiva, una estrategia para echar balones fuera y defender su gestión como asesor de Sánchez durante la campaña electoral. Todo ello en momentos en que son cada vez más las voces que cuestionan la labor de Contreras y de Barroso como asesores privilegiados del presidente del Gobierno.