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Economía

Los retos pendientes de Telefónica: cotización, mercado español y negocio audiovisual

La compañía presentará su nuevo plan estratégico el 8 de noviembre en su primer ‘Investor Day’ desde el año 2011

Los retos pendientes de Telefónica: cotización, mercado español y negocio audiovisual

Sede de Telefónica en Madrid. | Agencias.

Telefónica anunció este jueves que presentará su nuevo plan estratégico 2023-2026 en noviembre y lo hará además en su primer Investor Day desde 2011. Un proyecto pensado como una actualización de los objetivos anunciados a finales de 2019, pero que tras los resultados conseguidos en la primera parte del año ha cogido velocidad de crucero y se planteará como una hoja de ruta para afrontar el centenario de la operadora que se celebrará en 2024.

Lo poco que ha trascendido hasta el momento indica que además de adaptar la compañía a la nueva realidad social y digital nacida tras la pandemia y a los problemas económicos surgidos tras la guerra de Ucrania, se busca impulsar su crecimiento, consolidando la rentabilidad de la mano de la tecnología y siempre con el cliente y el accionista en el centro de toda la ecuación.

No obstante, fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE indican que este nuevo plan deberá retomar algunos objetivos que no han logrado cumplirse en el anterior proyecto —como su inestabilidad en los mercados y la incapacidad de la compañía de reflejar sus resultados económicos en su capitalización bursátil— junto con otros más operativos como el posicionamiento de su negocio en España, el destino de su filial audiovisual, el futuro de su joint venture en Reino Unido o su relación con los grandes gigantes tecnológicos como Google o Facebook.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el consejero delegado Ángel Vilá. | Agencias

Telefónica en Bolsa

En el primero de los casos, Telefónica sigue lejos de los ocho euros de cotización que tenía en 2016 cuando su presidente ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, sustituyó a César Alierta. Sus actuales cuatro euros reflejan un crecimiento del 10% desde enero, pero una caída del 12% en un año. Con todo, parece que los mercados recibieron bien el anuncio de duplicar el crecimiento previsto en el guidance de la compañía y la convocatoria del Investor Day con un repunte del 3,5%.

Un evento para recuperar la confianza inversora perdida y reunir a todos los analistas y fondos del mundo para que Pallete y su equipo hagan pedagogía y les convenzan de que no puede pasar más tiempo sin que la acción refleje su potencial, como lleva años insistiendo el presidente ejecutivo.

En todo caso, el negocio en España es el gran desafío ya que el próximo año contarán con un competidor que les iguale en tamaño y que le supere en clientes móviles y fijos. La joint venture entre Orange y MásMóvil discutirá por primera vez el primer lugar de Telefónica en nuestro mercado, aunque con una menor facturación (7.000 millones contra 12.000 millones) podría comenzar a arrebatarles clientes de manera importante.

Situación en España

Si a esto le sumamos la irrupción de un cuatro competidor reforzado en España (probablemente Digi o Avatel) tras la imposición de los temidos remedies a la entidad fusionada, se creará un mercado aún más competitivo y en el que será cada vez más difícil mantener la rentabilidad. Los datos del primer semestre indican que Telefónica España facturó 6.183 millones con un crecimiento del 0,3%, aunque casi exclusivamente por la subida de precios de comienzos de año.

Por el contrario, su beneficio operativo llegó a los 2.223 millones, una caída del 1,4% que Telefónica explica por la subida extraordinaria de salarios. Una situación que además se produce en un momento de máximas necesidades de inversión en infraestructuras: la inversión (CapEx) en este periodo aumentó un 14,2% interanual centrada en el despliegue de 5G y FTTH.

El segundo gran reto para Telefónica es su negocio audiovisual. Movistar+ nació en 2015 con el objetivo ser un catalizador para mantener clientes convergentes y de alto valor, sin embargo la irrupción de Netflix y otras plataformas como Prime Video, Disney+, HBO Max o Dazn lleva tres años arrebatándole clientes, pese a su estrategia de unificar bajo su paraguas todas estas marcas.

Movistar Plus+

Desde su máximo histórico de 4,05 millones de clientes registrado en junio de 2020 -y en plena pandemia- ha perdido 637.000 abonados hasta los actuales 3.417.000. Una cifra que ha arrastrado a los clientes convergentes hasta los 4.534.000 con los que cerraron el primer semestre de este año. En mayo de 2022, lanzó miMovistar, una nueva fórmula para sustituir los antiguos paquetes Fusión centrada en dar más servicios y dispositivos, aunque sin gran crecimiento desde entonces.

El 1 de agosto se lanzará el nuevo Movistar Plus+, una plataforma de televisión que quiere competir contra Netflix y que ha reestructurado su oferta con nuevos canales y una importante disminución de la producción propia. Pero no parece que este movimiento resuelva el problema de fondo y responda a la incorporación de un socio industrial al negocio audiovisual o la escisión de esta filial, como ya han hecho otras grandes telecos del continente.

Otra de las interrogantes que deberá resolver el nuevo plan estratégico es el futuro en el Reino Unido. En mayo de 2020 Pallete cerró la que es probablemente la mayor transacción realizada bajo su dirección fusionando O2 con Virgin Media. Se creó un gigante de 40.000 millones, 50.000 millones con deuda, un movimiento que consolidó a este país como uno de los ejes de la política de crecimiento de Telefónica.

Telefónica en Reino Unido

El acuerdo incluye la posibilidad de salir a Bolsa en 2024, lo que abrirá la posibilidad de cambiar la composición accionarial, actualmente al 50% para cada uno de los socios. Telefónica no ha manifestado todavía sus intenciones, pero considerando que Liberty ha realizado un gran esfuerzo inversor en otros mercados en los últimos meses, podría dar el paso para tomar el control de su su filial en Reino Unido, donde se han consolidado como el principal competidor de British Telecom (BT).

Por otro lado, Telefónica está inmersa en una lucha junto con sus competidores europeos para que la Comisión Europea apruebe una nueva normativa que iguale las condiciones de las telecos con las grandes tecnológicas. «Mismo negocio, mismas reglas» dice Pallete refiriéndose a la necesidad de que Google, Facebook, Twitter o Amazon tengan el mismo trato regulatorio que los operadores tradicionales y que incluso tengan que pagar por el uso de sus redes e infraestructuras digitales.

En estos momentos, el sector está a la espera de las conclusiones de Bruselas tras plantear una consulta sobre la contribución de las grandes tecnológicas al desarrollo de las futuras redes digitales. Parece que la UE está a favor del sector, pero la decisión no se espera hasta finales de año. Un posicionamiento que debería estar en el nuevo plan estratégico, según indican las fuentes consultadas.

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