El Gobierno admite en un documento que la industria española lleva 18 meses en negativo
El peso del sector en el PIB está todavía alejado del 20% que la UE había fijado para 2020
El Ministerio de Industria ha confirmado, a través de una conocida encuesta interna, elaborada por la Subdirección General de Estudios, Análisis y Planes de Actuación, como ha podido comprobar THE OBJECTIVE, que la situación de esta rama productiva no es la que cabría esperar si se miran los últimos datos de crecimiento del PIB.
Al menos, así lo constata el Índice de Clima Industrial, según el cual, España lleva 18 meses consecutivos en niveles negativos, desde julio de 2022 hasta enero de 2024 .
Una tendencia que recoge también el reciente Barómetro Industrial, del Consejo General de Economistas, señalando entre otras cuestiones, la pérdida del peso de la industria en el PIB español -todavía alejado del 20% que la Unión Europea había fijado para 2020-, en línea con el último Indice de Producción Industrial, que el INE acaba da dar a conocer, y que confirma la ralentización del sector industrial.
El ICI, Índice de Clima Industrial, es una encuesta en el que se agrupan datos del comportamiento de variables principales que describen la marcha de este sector de la economía. Ahí podemos ver el Nivel de Cartera de Pedidos, el Nivel de Stoks, la Tendencia de la Producción o, las Expectativas de empleo, entre otras variables. Cifras que arrojan porcentajes negativos si nos detenemos en la evolución de nivel de carteras o las expectativas de empleo, que en los últimos tres meses, especialmente el mes de enero, tiene el peor dato de la serie desde el año 2020.
Una recuperación débil
Los datos del ICI forman parte del último Barómetro realizado por el Consejo General de Economistas, presidido por Valentín Pich, donde también se incluye otro documento elaborado por el Servicio de Estudios de CGE, que dirige Salvador Marín, y que responde a la Perspectiva Económica de la Situación Industrial en España.
El estudio sostiene, apoyado en la estadística de Eurostat, que la recuperación en términos reales ha sido más débil en el conjunto español de lo que se podría esperar, «pues los últimos datos disponibles a la fecha de 2022 muestran que no se había llegado a recuperar aún el nivel prepandemia.
En la comparativa europea elaborada con la última información anual disponible (2021) ofrecida por Eurostat, el informe demuestra que España se mantiene en el tiempo, en la posición que tenía respecto al resto de países a nivel europeo para las distintas magnitudes comparadas, de modo que, en 2021 España volvió a ocupar el sexto lugar del ranking en el número de empresas (7,85% del total); el cuarto lugar en el volumen de cifra de negocios (6,46% del total), y el cuarto lugar en lo que respecta a valor añadido (5,80% en 2021). Además, hoy España ocupa el quinto lugar en el ranking internacional europeo (6,80% de los trabajadores del total).
También en la comparativa de las magnitudes de 2021 frente al ejercicio anterior (2020), el número de empresas industriales aumentó en España un 1,24% (siendo inferior al incremento medio de la Unión Europa); la cifra de negocios un 21,51% (por encima del dato medio de la Unión Europea) y, el valor añadido bruto aumenta un 14,49% (también por debajo de la media de la Unión Europea).
La pérdida peso en el PIB
Sin embargo, y, tal y como recoge el informe, Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2023, las conclusiones subrayan, desde un punto de vista económico, que la recuperación de la industria española ha sido más débil de lo que se podría esperar, pues los últimos datos disponibles a la fecha de 2022 mostraban que no se había llegado a recuperar aún el nivel prepandemia y, además, los índices adelantados apuntan una cierta ralentización adicional en el sector.
En lo que respecta al crecimiento del último año -sustancia el CGE-, «España y la UE han crecido a un ritmo prácticamente idéntico, siendo España el cuarto país de la Unión Europea que menos ha crecido desde 2015», por delante de Francia, Alemania y Portugal -que son los que más cayeron-, frente al fuerte crecimiento de muchos de los países del Este de Europa, como Polonia, Hungría o Bulgaria, lo que ha provocado la distorsión que observamos entre el crecimiento de la UE y el de la Zona Euro.
Prueba de ello, son, entre otras referencias, la pérdida de peso de España, del sector productivo -todavía no ha conseguido el 20% del PIB como la UE había fijado para 2020-; la involución de las expectativas de venta, la falta de una Ley de Industria -cuyo compromiso con Bruselas a través de los fondos Next Generation estaba establecido para el 4T de 2023– o, el Índice de Clima Industrial (ICI), que se sitúa en -6,8 puntos, encadenando así 18 meses en negativo de manera consecutiva. (En la imagen: José Antonio Galdón, presidente de COGITI; Jordi García Brustenga, director general de Estrategia Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa del Mº de Industria y Turismo y, Valentín Pich, presidente del CGE).
La clave de la industria manufacturera
El Informe de Perspectivas da cuenta además, de cómo el Valor Añadido Bruto (VAB) anual –es decir la diferencia entre los gastos de producción y los ingresos por ventas– de la industria manufacturera, muestra un comportamiento similar al del PIB.
Sin embargo, el resto de las industrias (extractivas, energéticas y de suministro de agua y actividades de saneamiento y residuos) ha experimentado una caída muy pronunciada con respecto al PIB y el VAB de la industria manufacturera, especialmente en los últimos 2 años de los que se dispone información (2021 y 2022).
Por otro lado, pese a que, dentro del sector industrial, vemos el peso mayoritario de la industria manufacturera, llegando a suponer el 72% del total, este dato se ha reducido con respecto al 2021 donde suponía el 75%.
El Barómetro
En líneas generales, el VII Barómetro Industrial –consistente en un estudio sociológico realizado a través de las respuestas ofrecidas por 3.000 Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de todos los ámbitos productivos– pone de manifiesto una percepción algo más positiva de los profesionales del sector que en los años anteriores. No obstante, más de la mitad de los ingenieros encuestados del sector industrial (53%) considera que la pérdida de competitividad de la industria española es el principal motivo de la merma del peso de la industria en el PIB español, seguido de un 30% que cree que se debe a la falta de inversión en el sector industrial (I+D+i).
Además, el 81,57% piensa que se debería generar un tejido industrial manufacturero en torno al sector energético, y como primera medida se podría incentivar el acceso a las materias primas necesarias. El 80% de los ingenieros considera necesaria una nueva Ley de Industria, que debiera contener programas específicos industriales en «zonas de reto demográfico», y una mayor homogeneidad en las definiciones, procedimientos y trámites de los diferentes reglamentos de Seguridad Industrial (así lo opina el 83%).
En cuanto a las actuaciones llevadas a cabo por la Administración de España en materia económica, los Ingenieros Técnicos Industriales lo tienen claro: un 75% de los encuestados considera que no son suficientes o apropiadas. Un porcentaje muy similar al de 2022, con el 74%.