THE OBJECTIVE
Iker Izquierdo

Dialéctica de imperios en Tailandia

La cuestión de la inviolabilidad de la familia real siamesa y la prohibición durísima de cualquier acto contra la monarquía, que lleva actualmente a muchas personas a la cárcel, es ya un clásico de las informaciones extranjeras sobre Tailandia. Esta circunstancia es resaltada por ciertos sectores como un síntoma de “medievalidad” del estado tailandés.

Opinión
Comentarios
Dialéctica de imperios en Tailandia

La cuestión de la inviolabilidad de la familia real siamesa y la prohibición durísima de cualquier acto contra la monarquía, que lleva actualmente a muchas personas a la cárcel, es ya un clásico de las informaciones extranjeras sobre Tailandia. Esta circunstancia es resaltada por ciertos sectores como un síntoma de “medievalidad” del estado tailandés.

El periódico anglófono de Tailandia, The Nation, que publica la edición internacional del New York Times, se ha negado a imprimir un artículo en el que cuestiona el futuro del país ante la cada vez más deteriorada salud del rey Bhumibol Adulyadej, Rama IX. 

La cuestión de la inviolabilidad de la familia real siamesa y la prohibición durísima de cualquier acto contra la monarquía, que lleva actualmente a muchas personas a la cárcel, es ya un clásico de las informaciones extranjeras sobre Tailandia. Esta circunstancia es resaltada por ciertos sectores como un síntoma de “medievalidad” del estado tailandés. Pero lo cierto es que la promoción ciertamente exagerada de la figura del rey es más bien reciente. La campaña de exaltación fue iniciada por el general Sarit Thanarat en 1958 tras dos décadas en las que Tailandia había estado dirigida por gobiernos más bien republicanos, en especial los del mariscal Phibunsongkrham, cuando se cambió el nombre de Siam por Tailandia (tierra de los libres), estando incluso la monarquía ausente del país (Bhumibol nació en EE.UU.). 

Tras Sarit, todos los numerosos golpes de estado que han jalonado la historia de Tailandia se han dado en nombre del rey, pero esto, lejos de unir a la población, no ha impedido su gradual división. 

No obstante, no hay que desdeñar los intereses en juego de las diferentes potencias en un país estratégico como Tailandia, que fuera base importantísima de los gringos en el Sudeste Asiático durante la Guerra Fría. La actual división, más que una dicotomía democracia-dictadura, lo que en realidad esconde es una dialéctica de imperios, concretamente China y los Estados Unidos. El golfo de Tailandia es una pieza importantísima en el complicado tablero estratégico por el control del Mar de la China Meridional, área por la que transita el mayor número de barcos mercantes de todo el mundo.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D