El final de las notas numéricas en la ESO y otras novedades del nuevo currículo educativo
Los estudiantes podrán promocionar de curso sin límite de asignaturas suspensas, pero para eso deberán tener el visto bueno de los profesores
Clases de guitarra en un instituto de Córdoba. | Rafa Alcaide (EFE)
El nuevo currículo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) ya está aquí. El Gobierno aprobó el martes el Real Decreto, que incluye numerosas novedades. Entre ellas, que los alumnos de 12 a 16 años ya no serán evaluados con notas numéricas. Se eliminan también los exámenes de recuperación, así que los estudiantes podrán promocionar de curso sin límite de suspensos. Para eso deberán obtener el visto bueno del profesorado. Las materias tendrán más presente el feminismo, pero la asignatura de Filosofía no entrará en los planes de estudio. El Ejecutivo sostiene que esas enseñanzas no desaparecen, sino que estarán incluidas en la materia de Valores Cívicos y Éticos.
Cada comunidad tendrá que decidir ahora en qué curso ofrece dicha asignatura. Hasta ahora, Filosofía se había mantenido como una materia optativa que podían ofertar las regiones en 4º de la ESO. Madrid, Cataluña y Andalucía ya han anunciado que van a seguir haciéndolo. El Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros solo fija el 60% del currículo (50% en el caso de las regiones bilingües). El 40% restante debe establecerlo las comunidades, por lo que, de momento, no existe una foto fija de cómo quedará organizada esta etapa educativa con la conocida como ley Celaá, la norma educativa aprobada en diciembre de 2020.
Repetir en la ESO
El nuevo currículo termina con el actual modelo de memorización. El objetivo es potenciar la lógica para combatir la alta tasa de abandono escolar y la repetición de curso, que en España alcanza el 9% de los alumnos, mientras la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no llega al 2%. También se incluyen elementos prácticos para favorecer el acceso al mercado laboral.
«La finalidad de la ESO consiste en lograr que los alumnos adquieran los elementos básicos de la cultura, especialmente en sus aspectos humanístico, artístico, científico-tecnológico y motor», especifica el artículo 4 de la norma. Y continúa: «Desarrollar y consolidar los hábitos de estudio y de trabajo, así como hábitos de vida saludables, preparándolos para su incorporación a estudios posteriores y para su inserción laboral; y formarlos para el ejercicio de sus derechos y obligaciones de la vida como ciudadanos».
Una de las grandes novedades del nuevo currículo es que cambia el método de calificación, que deja de ser numérica. Se recupera los tradicionales conceptos de insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. «La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado será continua, formativa e integradora», afirma el artículo 15 del Real Decreto. El profesorado deberá establecer «medidas de refuerzo educativo» para combatir las dificultades del alumnado con el fin de «garantizar la adquisición del nivel competencial necesario para continuar el proceso educativo, con los apoyos que cada uno precise».
La nueva estructura educativa también implementan nuevas optativas y contenidos. Desaparecen los exámenes de recuperación de junio y septiembre. Los alumnos podrán promocionar de curso sin límite de suspensos, siempre y cuando el claustro de profesores den luz verde. La repetición de curso será excepcional y solo se podrá repetir una vez por curso y dos a lo largo de toda la ESO como máximo. El currículo también incorpora las materias obligatorias que deben cursar los alumnos, pero establece que las regiones podrán ofertar otras a sus estudiantes.
Un cambio por turnos
La asignatura que no tendrá cabida en la enseñanza obligatoria será Filosofía, que desaparece pese a las reivindicaciones que realizaron profesores y asociaciones a la ministra, Pilar Alegría. En su lugar, los alumnos tendrán que cursar la asignatura de Valores Cívicos y Éticos en algún curso de la ESO, a determinar por las regiones. El feminismo estará más presente que nunca con el objetivo de fomentar la igualdad de géneros. Entre otras cosas, analizando las letras de las canciones.
El Real Decreto no hace mención al estudio del terrorismo de ETA, pero incorpora la Memoria Histórica. En febrero, el Congreso instó al Gobierno a incorporar estos conocimientos en los currículos de la ESO y de Bachillerato para el próximo curso. La proposición no de ley registrada por Unidas Podemos tuvo el respaldo mayoritario de la Comisión de Educación y FP, pero contó con la oposición de PP y Vox.
El nuevo currículo se aplicará en dos turnos. Los cambios comenzarán el próximo curso, el 2022-2023, en primero y tercero de la ESO. En segundo y cuarto no se aplicará hasta 2023-2024. Sigue pendiente la aprobación del currículo de Bachillerato, que se efectuará en las próximas semanas.
