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Citizen Lab ayudó al independentismo a difundir las webs del 1-O clausuradas legalmente

Un estudio de la Universidad de Northcentral, titulado ‘Desmintiendo el Catalangate’, denuncia la investigación hecha por el laboratorio canadiense

Citizen Lab ayudó al independentismo a difundir las webs del 1-O clausuradas legalmente

El laboratorio Citizen Lab, vinculado a la Universidad de Toronto, colaboró con el independentismo en la semana previa al referéndum del 1 de octubre de 2017 al dar difusión del listado de webs sobre la votación que fueron clausuradas por la Guardia Civil por orden judicial. Así se desprende del informe académico ‘Descubriendo a Citizen Lab. Desmintiendo el Catalangate’, publicado en la Universidad de Northcentral, de Estados Unidos, y elaborado por el informático e investigador Jonathan Scott.

THE OBJECTIVE ha tenido acceso a la cuenta de Citizen Lab en GitHub, un espacio de código fuente donde se pueden compartir bases de datos de forma inmediata con personas de todo el mundo. En este espacio se observa cómo desde la cuenta oficial de Citizenlab se difundió el 25 de septiembre de 2017 la lista de webs «censuradas» por las autoridades españoles.

Estudio ‘Descubriendo a Citizenlab’

Esta actuación, de acuerdo con el autor del informe, se extralimita de las labores que corresponden a un laboratorio independiente. «La Universidad de Toronto debe abrir una investigación, y la ONU también debe participar. Las Naciones Unidas están directamente involucradas con los abusos contra los derechos humanos, y la falsificación de abusos contra los derechos humanos debe considerarse un hecho criminal», explica Scott a instancias de este diario.

Posible conflicto de intereses

Cada vez son más las voces que solicitan una investigación interna e independiente de la Universidad de Toronto para esclarecer las dudas que ha originado el estudio titulado ‘Catalangate. Extensive Mercenary Spyware Operation against Catalans Using Pegasus and Candiru’, de Citizen Lab. Un grupo de 15 investigadores envió una carta a la dirección de la universidad norteamericana acompañada de un documento donde subrayaban las deficiencias éticas y metodológicas del estudio.

En la misma línea, la asociación Foro de Profesores recabó las firmas de un centenar de profesores de diferentes universidades españolas y extranjeras para pedir al centro universitario que revisara el estudio. Como informó THE OBJECTIVE, el hecho de que uno de sus autores, Elies Campo, haya colaborado laboralmente con la Generalitat o que una de sus labores sea la búsqueda activa de pruebas de cargo para WhatsApp y Apple arroja muchas cuestiones sobre un posible conflicto de intereses.

Ahora, la presión sobre la Universidad de Toronto va en aumento desde que trascendiera en los medios norteamericanos la publicación de este informe de la Univesidad de Northcentral crítico con la investigación de Citizen Lab.

No publicitar un evento declarado ilegal

En el informe de la Universidad de Northcentral se detalla cómo «el 25 de septiembre de 2017, Citizen Lab trabajó junto a simpatizantes del independentismo y compiló un listado de dominios censurados por el gobierno español».

Uno de los que participaron en la elaboración de este repositorio fue el desarrollador de software Pablo Castellano, seguidor de Pablo Iglesias y su podcast La Base, y que ha colaborado en debates sobre transparencia digital con Maldita, la plataforma de fact-checking de la órbita de Podemos. En la categoría ‘New Spain Test List‘ se listan hasta «221 URLs bloqueadas en España relacionadas con el referéndum catalán».

Cabe recordar que las webs clausuradas por el Instituto Armado respondían a la orden judicial de no dar difusión ni promocionar un evento considerado ilegal por el Tribunal Constitucional. En ningún caso, añaden fuentes jurídicas, estuvo en riesgo la libertad de prensa o de expresión. La actuación de la Guardia Civil respondió al criterio de no publicitar un acto prohibido por la justicia, sin tener en cuenta la naturaleza del evento.

Falsos positivos

En el informe de Scott se afirma que la investigación de Citizen Lab ha carecido de «verificación y validación científica». Es decir, que no ha habido la evaluación externa (peer review) exigidos en todos los trabajos de índole académica.

Asimismo, se expone que «no existen pruebas de más del 55% de los supuestos catalanes atacados o infectados». A este respecto, el autor de ‘Desmintiendo el Catalangate’ apunta a que podrían ser falsos positivos. Y no es el único que lanza esta hipótesis. Son varios los expertos de máximo nivel en el ámbito de la ciberseguridad que han cuestionado la metodología de Citizen Lab por el hecho de que es relativamente fácil forzar un falso positivo.

En el informe también se hace referencia a que se desconoce cuándo fueron infectados la mitad de los casos detectados. Scott pidió hace más de dos meses al laboratorio canadiense que le trasladaran los análisis forenses que respaldan sus conclusiones, pero no obtuvo respuesta. Este medio también preguntó a Citizen Lab información respecto si el trabajo de campo de los dispositivos móviles supuestamente infectados se hizo desde Toronto o Barcelona, pero no han respondido a nuestra solicitud.

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