Lingotes Especiales recupera la senda de los beneficios empresariales
Lingotes Especiales eleva un 32% la facturación y señala un beneficio de 4 millones de euros en 2022
Lingotes Especiales | LE
Una de las grandes empresas ubicadas en Castilla y León, Lingotes Especiales, ha recuperado una senda positiva que se vio truncada con la llegada de la pandemia de Covid 19 y ralentizó el tejido empresarial y productivo en España.
Con los datos extraídos y según informa la CNMV, Lingotes Especiales logró el pasado año un ebitda positivo de 9,8 millones de euros, frente a los 2,7 de 2021, lo que devuelve a la empresa a la senda de los beneficios.
La compañía que capitanea y preside Vicente Garrido Capa y dirige Félix Cano, ha sido capaz de generar una mejora en la productividad interna, una facturación que superó en 32% al año 2021 e implementar unos ratios de producción, que se han traducido en la evidente mejora en la cuenta de resultados.
Igualmente, según señalan cargos de la compañía a The Objective, se ha aprovechado esta situación para llevar a cabo una serie de inversiones imprescindibles para que se mantenga un crecimiento constante en el futuro y en estos años se ha aprovechado para dichas inversiones a la vez que se ha aportado un alto valor añadido a la empresa.
Crisis de materias primas
Desde el inicio de la pandemia, la economía mundial se ha visto inmersa en un proceso inflacionario preocupante, un proceso que ha atacado sobre todos las materias básicas, al núcleo de la economía y también a la energía.
Como no podía ser de otra manera, las empresas de Castilla y León han sufrido esta denominada crisis de las materias primas en primera persona, algo que han hecho perder muchos puestos de trabajo, turnos en las fábricas y generado muchas tensiones en el tejido empresarial.
La energía ha sido siempre un factor geopolítico de alta calidad estratégica, y en un mundo altamente interconectado donde existen fuertes relaciones de interdependencia energética, el gas o el petróleo se han convertido en grandes armas geopolíticas capaces de desestabilizar economías desarrolladas.
El aumento de conflictos, así como las erráticas políticas de gran parte de los Gobiernos en materia energética, ha llevado a una falta de conexión de los territorios. Este hecho ha llevado a que haya habido una reducción de productos y combustibles que ha supuesto el desabastecimiento de muchas de las empresas, fundamentalmente a las ubicadas en Europa.
