Sumar descarga en Lois el fracaso del 18-F para proteger a Díaz ante la asamblea de marzo
Los ministros de Sumar y Errejón acompañaron a la candidata en sus actos, pero desaparecieron en la noche electoral
Cuatro ministros y una vicepresidenta en Galicia para impulsar a la candidatura de Marta Lois a la Xunta, pero ninguno de ellos en el escenario para comentar el resultado en la noche del domingo. Ni siquiera el portavoz parlamentario y estratega de la campaña gallega, Íñigo Errejón, quiso participar personalmente en el descalabro. Se limitó a agradecer el trabajo de la candidata y del equipo gallego del partido, pero desapareció en la noche electoral. Las fuentes consultadas en Sumar sostienen que la dirección busca cortafuegos para evitar que la polémica alcance la central madrileña del partido, máxime porque a finales de marzo se celebra la asamblea fundacional de Sumar. Reconocen que la elección de la candidata no fue acertada. Ernest Urtasun ha admitido que el partido carece de implantación territorial y que esto ha complicado las cosas en Galicia. Los nervios aumentan entre las demás formaciones del proyecto de Sumar.
Errejón habló después de conocerse que Sumar había logrado tan solo un 1,9% de votos en Galicia, tierra natal de Díaz, que los resultados «no son buenos». Los demás referentes del espacio, como la vicepresidenta o el líder del PCE Enrique Santiago, se han expresado en los mismos términos. Todos agradecen el trabajo de Lois y de aquellos que han participado de la campaña en Sumar Galicia. Es una manera, según deslizan fuentes de la formación, para intentar crear un fuego de contención de la polémica interna que no alcance también la cúpula nacional.
Se trata de un modus operandi que también empleó Unidas Podemos en las últimas elecciones gallegas de 2020, cuando se quedaron fuera del parlamento regional. Entonces, los afines a Irene Montero dejaron entender que la responsabilidad decaía en Díaz y los demás dirigentes gallegos. Díaz, por su parte, sostuvo que la campaña se había diseñado en Madrid. Ahora cabe plantearse la misma pregunta: ¿fue Sumar Galicia o Sumar Madrid el responsable de la campaña electoral y por lo tanto del batacazo electoral?
Organización de la campaña
La autocrítica esgrimida por los principales referentes de Sumar abarca asuntos como la escasa implantación territorial y el tiempo reducido de la campaña electoral (por el adelanto del PP). A la vez, señala con insistencia a Marta Lois, agradeciendo su compromiso y trabajo. Los «actos» y los «paseos» han sido cosas de «los gallegos», sostienen otras fuentes, para dejar entender que los culpables o principales responsable de lo ocurrido hay que buscarlos en Galicia. Concretamente, en la candidata Marta Lois, quien objetivamente no ha dado el pego. Aunque saben que la elección de la candidata fue responsabilidad de Díaz.
Errejón logró obtener la portavocía de Sumar en el Congreso tras la salida de Lois del hemiciclo. Fue una operación exitosa, que tuvo el visto bueno de Yolanda Díaz. La vicepresidenta nombró a la candidata, mientras que Errejón se encargó de la estrategia electoral. Suyo fue, por ejemplo, el consejo de apelar al voto de los residentes en el extranjeros o la cita con el papa Francisco, según sostienen en el partido, que se vivió con euforia en la formación.
La creación de esta falsa expectativa sobre el resultado de Sumar es una de las críticas que empiezan a moverse hacia Errejón y otros estrategas del partido. En una Comunidad autónoma históricamente conservadora, estas falsas expectativas de cambio habría despertado la movilización de los conservadores, según se reprocha en el partido. Y de ello se señala sobre todo a Errejón.
Paulo Carlos López, quien sonó incluso como posible candidato alternativo a Lois, pasó a la coordinación regional. Y a diferencia de Errejón sí estuvo en el escenario tras el batacazo electoral. Sobre estas dos figuras recae, por lo tanto, la principal responsabilidad del batacazo, además de la candidata. Y con ellos, en Sumar también señalan a figuras como Josep Vendrell y Rodrigo Amírola. Aunque en su mensaje en las redes sociales, Errejón ha preferido centrar el tiro (aún agradeciendo su trabajo) en Lois y los miembros de Sumar Galicia, más que en los errores que se pudieron cometer en Madrid.
Campaña equivocada
Las fuentes consultadas sostienen que Sumar aplicó a rajatabla la fórmula de la transversalidad propuesta por Errejón desde los comienzos en Podemos. Este fue un eje de la campaña de la formación, que llevó al partido a convencer a menos de 30.000 gallegas. Un resultado objetivamente desastroso, pues Vox ha cosechado más sufragios. Además, Sumar desvió todo el tiempo la alarma de los sondeos, y llegaron incluso a hablar de alcanzar dos diputados. Otro posible error estratégico porque la polarización pudo favorecer al PP.
La cúpula nacional de Sumar, por otro lado, se comprometió en la campaña. Todos los ministros de Sumar y la vicepresidenta acudieron a la región. Se dejaron entrevistaron por los medios locales y acompañaron a Lois y otros candidatos en sus actos y charlas públicas. Pablo Bustinduy estuvo en La Coruña; Díaz y Errejón en Santiago de Compostela; Urtasun y Ada Colau, otra vez con Díaz en Santiago; Díaz y Errejón en Ferrol; Díaz y Sira Rego en Vigo; Urtasun en La Coruña… Pero ninguno de ellos dio la cara el pasado domingo acompañando a Lois cuando tuvo que comentar los datos electorales. En el partido se comenta que Errejón estaba en Galicia esta noche, en el mismo hotel donde el equipo de campaña siguió los datos, pero prefirió no bajar a comentarlos.
Esta ausencia, mezclada al tipo de mensajes rebotados en las redes sociales, dejan entrever en la formación Sumar la búsqueda de un cortafuegos para evitar que el desastre gallego acabe alcanzando a Madrid, tanto en el equipo de estrategas de Díaz como en la propia vicepresidenta. «Lo que viene a decir es que la campaña ha recaído sobre esas personas», zanjan en Sumar para referirse al sector gallego del partido. Otras voces, aún más críticas, sostienen que Errejón ha «despachado» a Lois con «una palmadita en el hombro. «Errejón se ha quedado con la portavocía», resumen, para deslizar que su planteamiento siempre ha sido centrarse en él mismo.
Liderazgo en cuestión
Sumar celebra a finales de marzo su asamblea fundacional y el temor a que Díaz llegue debilitada a esta cita existe, sostienen desde el frente sindical históricamente afín a la gallega. «Sumar es un proyecto fuerte, autónomo, que se presenta en las elecciones con marca propia como no podría ser de otra manera, somos un sujeto político importantísimo», reivindicó Urtasun el lunes. Aunque centró el tiro en el escaso arraigo territorial de Sumar y en el adelanto electoral como las principales razones de la derrota. «Ha faltado tiempo», dijo.
«Ante lo que es un mal resultado: humildad, responsabilidad, honestidad y trabajo y hacer de Sumar un proyecto más fuerte de cara a la próxima asamblea», sostuvo Urtasun. Para la cúpula nacional, en definitiva, el problema de Sumar no es nacional, sino local, y se centra en la dinámica política gallega.
El mensaje debe servir para calmar las aguas internas, y frenar las críticas que ya hablan de «currar» para revertir el descalabro. «Las cosas se hacen desde abajo», zanjan estos sectores críticos. Según estos sectores, Díaz y los demás impulsores de Sumar estarían pecando de soberbia, centrando su labor más en la promoción en los medios de comunicación que en presencia territorial.
La dirección nacional de Sumar tiene de aquí a los próximos meses un objetivo claro: impedir que estalle en el partido algo parecido a un debate sobre los efectos de la permanencia en el Gobierno y las cesiones a los independentistas. Tal y como adelantó este diario, existen segmentos de Sumar (sobre todo en Izquierda Unida, pero también en Cataluña) que creen que Díaz y los demás altos cargos están anteponiendo su cargo público a una estrategia de medio y largo plazo para el partido. Las próximas citas electorales serán clave: primero las europeas de junio, donde el partido se medirá a Irene Montero, y las autonómicas en el País Vasco, que se podrían celebrar en abril. Para un partido recién nacido y ya instalado en el Ejecutivo nacional, otros dos pasos en falsos podrían ser letales.