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Sánchez busca a un independiente de «reconocido prestigio» para las europeas

Ferraz busca un fichaje estelar ante la necesidad de mantener prietas las filas y evitar fisuras en el plano nacional

Sánchez busca a un independiente de «reconocido prestigio» para las europeas

Pedro Sánchez junto a José Luis Rodríguez Zapatero.

Se acumulan los problemas en Ferraz, 70. Al adelanto de las elecciones catalanas, que ha dado al traste con la hoja de ruta de Pedro Sánchez para la legislatura, se le ha unido la complicación en la elaboración de la lista europea, que a día de hoy, no tiene un candidato de suficiente tirón que amortigüe el previsible varapalo del PSOE el 9 de junio. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el presidente del Gobierno ha encomendado a su núcleo duro la búsqueda de un fichaje estrella, un perfil «de reconocido prestigio» que pueda contener la debacle que se atisba en el horizonte, tras el escenario incierto de las vascas y las catalanas. 

Una misión imposible para los estrategas socialistas, conscientes de que el elevado grado de rechazo de un independiente es aún mayor que el de los propios militantes y cargos gubernamentales con un mayor nivel de compromiso. Como avanzó este periódico hace meses, son muchos los ministros y dirigentes que se resisten a integrarse en la lista europea, empezando por la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, quien «ni quiere ser candidata ni tan siquiera comisaria». Tampoco pretende abandonar España la eterna candidata a todo, Hana Jalloul, secretaria ejecutiva de Política Internacional de la dirección federal del PSOE. 

Las renuncias a liderar la lista

Según fuentes socialistas, el ascenso de Jalloul sí ha estado en mente del también secretario general del PSOE desde hace meses, tanto para integrar un puesto en el Consejo de Ministros como para ocupar una nueva responsabilidad en Ferraz. Sin embargo, el difícil encaje de bolillos que tuvo que hacer Sánchez en noviembre para Moncloa y en enero para Ferraz dejó su promoción interna en el camino. Según fuentes cercanas, Jalloul no quiere irse a Europa «por motivos personales» y «está encantada» con su papel en el Congreso de los Diputados, donde quiere reforzar su crédito interno ascendente. Cuenta con el «reconocimiento absoluto» del presidente, que no sólo ha confiado en ella la interlocución de la presidencia de la Internacional Socialista, sino que «es una de las mujeres de mayor peso y ascendente sobre Pedro Sánchez junto a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero».

Jalloul también es «la candidata de Zapatero a las europeas», la apuesta personal del expresidente del Gobierno, quien a su vez también ha ocupado las quinielas de las últimas semanas para encabezar la plancha socialista europea. Pero fuentes de Moncloa lo niegan: «Zapatero no está en eso». Su contribución a la campaña socialista es externa, como influencer mediático y coach de la militancia. «Fue él quien levantó la campaña del 23-J en un momento de profunda depresión interna», recuerdan estas fuentes. Y es él quien ha desarrollado un papel de suma relevancia en la interlocución con Junts, primero en la investidura y después para desbloquear recientemente la ley de amnistía, siempre con Ginebra como idílico escenario exento de prensa y transparencia.

Desde hace unas semanas, la actual jefa de la delegación socialista europea, Iratxe García, se perfilaba como la candidata a encabezar la lista, según avanzaron fuentes socialistas a THE OBJECTIVE. Su papel en la interlocución con Junts y sus veinte años de dedicación en el Parlamento Europeo le hacían merecedora de «un premio al trabajo hecho», según sus compañeros eurodiputados.

Los acontecimientos de las últimas semanas, la irrupción del caso Koldo y el posible menoscabo de este caso de corrupción en las expectativas de voto del PSOE para las vascas del 21 de abril, las catalanas del 12 de mayo y las europeas del 9 de junio han hecho cundir el pánico en Ferraz. El temor a una debacle devuelve al PSOE a los tiempos de los fichajes estelares en la convicción de que sirvan de revulsivo electoral en unos comicios en los que se prevé la letal conjunción de alta abstención y fracaso histórico. El listón de hace cinco años está muy alto: Josep Borrell cosechó un flamante 32,86% que ha hecho pensar a algunos en su repetición como cartel. Pero este es el único escenario que esta «absolutamente descartado».

En los últimos días, en el PSOE se han deslizado nombres como el de la mismísima vicesecretaria general, María Jesús Montero, pero en Moncloa dan carpetazo al debate con un argumento de peso: «Hay que proteger el círculo del presidente». En tiempos de tribulación, sobran las mudanzas y faltan escudos protectores a la figura del jefe. Los únicos con autoridad para frenar los golpes directos hacia el presidente son tres: María Jesús Montero, Óscar Puente y Félix Bolaños e incluso con ellos, Moncloa acumula tres semanas de caos argumental y nerviosismo que se ha aferrado al debate sobre el novio de Ayuso para esquivar las reuniones de Begoña Gómez con Globalia y el cabecilla de la trama. Ferraz busca un perfil de «reconocido prestigio internacional» ante la necesidad de mantener prietas las filas y evitar fisuras en el plano nacional.

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