Iratxe García se perfila como cabeza de lista del PSOE en las elecciones europeas del 9 de junio

A Pedro Sánchez le gusta ir como al Cholo, partido a partido, y desde esa filosofía deportiva aborda la triple cita electoral de 2024, que culminará con las elecciones europeas del 9 de junio. Tras las gallegas del 18 de enero y las vascas, previsiblemente en el mes de abril, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE afronta una cita crucial que echará el cierre al triple examen que este año permitirá tomar el pulso al sentir de la ciudadanía tras la amnistía y los pactos con los independentistas. Desde esa óptica, el PSOE aguarda la elección de Pedro Sánchez para la candidatura europea descontando la salida de Josep Borell, número uno en 2019, y señalando a «la clara favorita», Teresa Ribera. Sin embargo, como adelantó THE OBJECTIVE y confirman semana a semana fuentes de la dirección socialista, ni Ribera quiere encabezar el cartel electoral ni Sánchez parece querer quemar el reputado crédito de su vicepresidenta tercera del Gobierno en una convocatoria que parece ser un fracaso seguro para el PSOE. 

Según múltiples fuentes consultadas por este diario, quien parte con mejores condiciones para encabezar la lista europea es Iratxe García, eurodiputada desde hace veinte años y actual presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo desde 2019. Fuentes socialistas explican que sería la «sucesora natural de Borrell», cuya previsible retirada de la política hace que corra la lista en la que García ocupó en 2019 el segundo puesto. Pero también admiten en el PSOE que se trata de un perfil cuyo bajo nivel de conocimiento en España es inversamente proporcional al de Europa, donde cuenta con una gran reputación y prestigio. Su dilatada trayectoria en Bruselas y Estrasburgo -es la única que cumple este 2024 dos décadas como europarlamentaria-, le ha servido a Pedro Sánchez para consolidar sus buenas relaciones en Europa y estrechar lazos con los dirigentes comunitarios, no sólo de la familia social demócrata. 

La cicerone europea

El propio Pedro Sánchez en un Comité Federal en 2021 presumió a puerta cerrada de su cicerone europea por servir de guía al Gobierno en Europa abriendo puertas de los dirigentes europeos, afianzando las relaciones con los homólogos de la familia socialista y ejercer de muñidora con las penas relaciones con la Comisión Europea. «Por la única persona que me pregunta Von der Leyen es por Iratxe», sonrió Sánchez en esa reunión a puerta cerrada hace tres años. Eran los tiempos en que la presidenta de la Comisión enviaba cartas al presidente felicitándole por el cumplimiento de las reformas o loaba a España por ejercer de «alma de Europa» por su papel en la gestión de evacuación de Afganistán tras la llegada del régimen talibán. 

García ha ido afianzando ese papel de puente entre el Gobierno español y las instituciones europeas, ha sido clave en la organización de la presidencia española de la Unión hasta diciembre del 2023, y es una de las personas «más valoradas y reconocidas» por el presidente y por sus colegas, tanto en España como en Europa. Tanto que, ante la reticencia de Ribera a encabezar la plancha europea, la opción de Iratxe García es vista con muy buenos ojos por múltiples dirigentes socialistas, tanto en Ferraz, como europarlamentarios que están bajo su mando. «Sería un muy buen mensaje al partido, un mensaje de premiar y reconocer el trabajo, la constancia y la dedicación, en lugar de optar por fichajes estrella», explica un europarlamentario que comparte con ella veteranía. «Se lo merece. Ha hecho un trabajo excepcional en Europa», responden otros desde Madrid donde los cenáculos socialistas destacan que está bien posicionada en la carrera para hacerse con la candidatura. 

Los contrarios: «Perfil con poca pegada»

Algunos también admiten que su hándicap es sin duda su bajo nivel de conocimiento entre la población española: «Es un perfil con poca pegada para situarle como número uno. Otra cosa es que repita de dos», explican sus compañeros de la federación de Castilla y León. Pero la realidad es que «quizás no hay más alternativas», en palabras de otro dirigente autonómico que señala a Ribera como «la mejor opción». También están quienes consideran que su ascenso como número uno sería un riesgo para unos comicios que conviene no minusvalorar porque «fueron precisamente unas europeas las que obligaron a dimitir a Rubalcaba» en 2014 y la convocatoria de un congreso extraordinario.  

Con partidarios y detractores, el nombre de Iratxe García estuvo en boca de muchos dirigentes socialistas en los pasillos de la convención política del PSOE, a quienes llamó la atención que la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, y ella fueron las únicas que tuvieron doble protagonismo con dos intervenciones en el plenario. El entorno de García resta importancia a este hecho porque era el grupo socialista en el parlamento europeo quien organizaba la convención pero su aplaudido discurso en la inauguración del cónclave y su intervención en el papel de Europa (a puerta cerrada) junto a Josep Borrell hizo pensar a muchos que se estaba entregando el testigo de forma figurada.

Su papel en la negociación con Puigdemont

A su favor también tiene que es la única de las participantes en las negociaciones para la investidura que aún no ha sido premiada. Tras el ascenso de Montero a la vicepresidencia primera y el refuerzo de Santos Cerdán en Ferraz, muchos dirigen la vista a quien ocupaba el otro extremo del sofá en la reunión con Carles Puigdemont en Bruselas para anticipar el movimiento del secretario general, Pedro Sánchez.  

Según fuentes gubernamentales, el presidente sigue sin tomar la decisión sobre la lista europea y no lo hará hasta el mes de abril, cuando se espera que confirme al candidatura europea, después de las elecciones autonómicas en el País Vasco. En Ferraz reconocen que Iratxe García «es la punta de lanza» del PSOE en Europa y «la que mejor lo controla de calle». Pero también rebajan la expectativa porque «la candidatura está todavía un poco lejos de forjarse y ahora estamos en las gallegas». Partido a partido. Sánchez aplica la filosofía ‘cholista’ a la política, quizás con la idea de premiar el esfuerzo y el trabajo de Iratxe García, aunque no parta como favorita.